El pasado 19 de septiembre amanecimos con la triste noticia del desalojo del Centro Social Okupado y Autogestionado (CSOA) Casablanca, en el barrio de Lavapiés.
Casablanca llevaba dos años y medio siendo un lugar de encuentro para el barrio y para infinidad de colectivos y proyectos sociales y políticos anticapitalistas y/o antiautoritarios de todo Madrid. Un referente y un vivo ejemplo de autogestión, de lo mucho que somos capaces de construir nosotras/os mismas/os, sin intermediarias/os, con nuestro esfuerzo y la solidaridad y apoyo mutuo entre iguales.
En todo este tiempo este espacio ha albergado incontables talleres culturales y de aprendizaje colectivo (desde teatro, cine, baile y yoga, hasta reparación de bicis, costura, construcción…), charlas, jornadas y debates sobre mil y una temáticas de crítica social, proyectos de pedagogía libre, una biblioteca, una oficina de asesoramiento legal a personas migrantes, la Oficina de Okupación de Madrid, varios grupos de mujeres, asambleas populares de barrio, grupos de consumo… y así podríamos seguir llenando líneas y líneas.
En definitiva, Casablanca era nuestro espacio, de todas y todos los que hemos pasado por él, de quienes lo hemos llenado de vida y hecho posible lo que ha llegado a ser. Era nuestro espacio y no de quienes nos lo han arrebatado. El desalojo se llevó a cabo sin notificación previa, lo cual no es ni mucho menos casualidad. De haber sido notificado (como debería haberlo sido) podría haberse recurrido y echado atrás, ya que la causa penal iniciada ya había sido archivada en firme por otro juzgado de instrucción y la Audiencia Provincial de Madrid, y es ilegal abrir de nuevo el mismo proceso por otra vía. Claro que esto tampoco nos
sorprende, sabemos que sus leyes no son para ellos/as.
Ya han conseguido lo que querían: otro inmueble vacío a sumar a los millones de edificios o viviendas por todo el Estado que siguen acumulando polvo y escombros a la espera de que el mercado inmobiliario esté en mejor momento y surja un buen comprador. Y si a los ojos de alguien construir un proyecto político y social de esta envergadura no le diera suficiente legitimidad a la okupación del edificio, quizás cambiara de opinión al conocer a quién pertenece y ha sido ahora devuelto el mismo.
El inmueble, que fue anteriormente un colegio y llevaba más de tres años cerrado cuando fue okupado, es propiedad de la constructora Monteverde S.L., que se hizo con el mismo con la intención de convertirlo en viviendas de lujo e interrumpió luego sus planes debido al estallido de la burbuja inmobiliaria y la posterior crisis. El dueño del 90% de este grupo empresarial, el arquitecto Carlos Monteverde, estuvo involucrado en el famoso caso de corrupción conocido como Operación Malaya, en el que se determinó su implicación en la recepción por parte del Ayuntamiento de Marbella de más de 40 millones de euros por 75 proyectos de obra ficticios, que nunca llegaron a realizarse.
El proyecto del CSOA Casablanca ha sobrevivido a cuatro okupaciones – y desalojos- anteriores: La Escoba en 2006, La Alarma en 2007, Malaya (cuyos propietarios también estaban implicados en dicha trama de corrupción) en 2008 y La Mácula en 2009. En relación a esto, nos gustaría terminar reproduciendo un fragmento de un comunicado escrito por la Asamblea del CSOA Casablanca al poco tiempo de su okupación: “Cinco okupaciones nos abren los ojos más que nunca. Nos hacen ver que no podemos esperar a que
por un milagro cambien las cosas, ni esperar que una estructura de oportunidades nos permita asestar el golpe final.(…) Cinco okupaciones que nos animan a seguir adelante: vamos a apropiarnos del territorio que consideramos nos pertenece, y animar al resto de personas a que lo hagan. A través de la autoorganización, la autonomía, la autogestión y la desobediencia, seguiremos experimentando, hasta que gestionemos de forma colectiva todos los ámbitos sociales y estructurales por los que nos vemos afectad@s, sin ninguna posibilidad de intervención de tercer@s. Estas cinco okupaciones nos muestran que estamos en una lucha permanente, y que la represión recaerá sobre nosotr@s. Pero no vamos a parar y seguiremos adelante, porque sabemos que no estamos sol@s y que a la quinta no va la vencida.”
Desde aquí mandamos todo nuestro apoyo y fuerza a las/os compañeras/os de Casablanca.
Casablanca vive, ¡la lucha sigue!
Más información en www.csocasablanca.org y www.okupatutambien.net
Entrevista al CSO Casablanca en https://www.todoporhacer.org/652