“¿Dónde están los anarquistas para ayudarnos?” “En Atenas, abuelo, pero llegarán!”
Este diálogo supuestamente se produjo en el contexto de los durísimos enfrentamientos mantenidos entre antidisturbios y la práctica totalidad de los habitantes de la localidad Keratea (a 40km de Atenas) que defienden su pueblo de los planes de construcción de un enorme vertedero, altamente nocivo para la salud y el medio ambiente en una zona de alto interés arqueológico.
Si bien estas palabras, reproducidas en un periódico griego, probablemente solo hayan existido en la mente del periodista responsable del artículo, en el ya tradicional afán del gremio por presentar a los libertarios como “especialistas de la violencia”, no deja de ser indicativo de la relevancia social que ha adquirido el movimiento anarquista en Grecia.
Por otro lado, las noticias que llegan nos llegan de la revuelta social en Grecia no suelen salirse de lo sensacionalista-espectacular: pintura roja, piedras, fuego.
Si bien estas fotogénicas imágenes pueden servir para transmitir la magnitud, de la extensión social de las luchas, así como de la rabia acumulada por un amplio conjunto de la sociedad griega (desde las personas presas que en diciembre organizaron una huelga de hambre masiva – esta contó con la participación de hasta 9000 de un total de 12600 personas encarceladas en Grecia -contra las condiciones penitenciarias, pasando por las movilizaciones duramente reprimidas de refugiados afganos e iraníes por el reconocimiento de su estatus de asilados políticos, hasta abogados, que amenazan con paralizar el sistema judicial con una huelga en enero, dirigida contra la liberalización de su profesión), dicen bien poco sobre el trasfondo ante el cual de las mismas.
Y bien vale la pena hacer el esfuerzo e intentar hacerse una imagen más completa de la realidad social en ese país, tanto de las reformas que trata de imponer a hostia limpia el Gobierno, presionado por la Unión Europea y las instituciones financieras internacionales, como de la organización de la respuesta a nivel de calle, instituto, universidad, trabajo etc que está dando tanta gente.
Estas respuestas deben servirnos como inspiración y fuente de aprendizaje: si algo resulta evidente es que el ataque a sus derechos sociales que está sufriendo el pueblo griego también se producirá en el Estado español, y si pretendemos defendernos con cierta eficacia, más vale espabilar y aprender de unas gentes que de eso saben un rato… porque sus luchas son y serán también las nuestras!
Aparte de las 8 huelgas generales que se han producido en Grecia a lo largo de 2010, diariamente se dan ejemplos de luchas con incidencia real en la vida de la sociedad; luchas admirables tanto por la radicalidad de sus planteamientos, como por la innovación en la utilización de sus medios y formas organizativas, luchas que ejemplifican la extensión y la magnitud que ha tomado la revuelta social en Grecia.
A continuación reproducimos textos de los propios protagonistas de estas luchas, que son el medio ideal para acercarse a sus prácticas y discursos.
Allí está el ejemplo de las “intervenciones en el transporte público”, destinadas a exigir la gratuidad de los mismos, predicando con el ejemplo, organizando coladas masivas y coordinadas en diferentes barrios, ocupando autobuses urbanos, saboteando las máquinas expendedoras de billetes y fomentando la reflexión entre los usuarios sobre el rol que el transporte público juega en nuestras vidas.
Muchas de estas acciones cuentan con la simpatía o incluso la colaboración de los/as trabajadores/as de los transportes públicos, cuyo propio grado de organización y decisión está aumentando notablemente, lo que se traduce en huelgas en el metro y los autobuses a pesar de que estas en algunos casos hayan sido declaradas ilegales.
En el contexto de los brutales programas de ajuste que se están llevando a cabo en el Estado griego, los servicios de transporte públicos se han convertido en un nuevo campo de batalla: frente a planes de duplicar el precio de los billetes en el sistema ferroviario, el recorte de itinerarios o la anunciada subida de hasta 180% del precio de los billetes en el Transporte Urbano, acompañada de una intensificación de las medidas de control, Desde hace meses, en Atenas y en Tesalónica, Asambleas de barrios, colectivos, ocupaciones y estudiantes organizan actos contra los billetes y los revisores, proponiendo el movimiento libre para todos y todas.
Traducción de un panfleto repartido el 10 de diciembre en estaciones, autobuses y vagones de metro de Atenas:
EL SISTEMA DE TRANSPORTE PÚBLICO ESTÁ EN UN ESTADO LAMENTABLE
Mientras los billetes son caros, los pasajeros sufren un medio de transporte hacinado y lento. Pero incluso en los vagones repletos, la gente no se encuentra. Los gestos amables son escasos, mientras las actitudes hostiles y racistas son muy comunes. Como si las cosas no estuvieran lo suficientemente mal, ya ha sido decidida una nueva subida de los precios de los billetes (30-50%) así como una bajada (20-40%) de los salarios de los trabajadores del sistema de transporte público. Además, las líneas que no sean productivas en términos económicos dejaran de prestar servicio, sin tener en cuenta la cantidad de gente afectada. Y encima un nuevo cuerpo de revisores (probablemente empleados de una compañía de seguridad privada) empezará a patrullar las instalaciones, poniendo multas a quienes no tengan billete y a quienes ofrezcan su billete usado a otros pasajeros.
NO VAMOS A PAGAR
-porque no les debemos nada, mientras ellos nos deben todo
-porque el transporte hacia y desde nuestros trabajos diarios ya significa tiempo robado y malgastado
-porque intentan hacernos pagar por todo lo que hacemos y ahora piden incluso más
-porque el momento de la negación es creativo; abre espacios nuevos y nos da tiempo para hablar,
apoyarnos mutuamente y comunicarnos.
CONTRA LA DEVALUACIÓN DE NUESTRAS VIDAD, LO EXIJIMOS TODO
SOLIDARIDAD ENTRE OPRIMIDOS
-porque de lo que carecemos es de solidaridad y no de feliz consumo
-porque los actuales cambios en los transportes públicos afectan tanto a los trabajadores como a los pasajeros
-porque el transporte público va a perder toda orientación social, operando solo en términos de beneficio económico
-porque en esta ciudad en la que la alienación reina sobre nuestras relaciones sociales, los gestos amables o las conversaciones son escasas y preciadas.
MOSTRAMOS NUESTRA SOLIDARIDAD Y AMISTAD:
DEFENDIENDO A LOS DEMÁS PASAJEROS CONTRA LOS REVISORES, Y CEDIENDO NUESTROS BILLETES USADOS A OTROS PASAJEROS.
Aún solidarizándonos con los trabajadores de los transportes públicos no podemos ignorar un punto muy importante: los revisores. Porque son ellos los que rompen todo lazo social preocupándose exclusivamente por su beneficio personal (la comisión que se llevan por cada multa impuesta) frente al beneficio común. Este hecho requiere respuestas por parte de los propios trabajadores, pero también por parte de los pasajeros que tienen que resistir y deslegitimar esta escoria a sueldo de los servicios de transporte públicos.
POR EL RECHAZO MASIVO DE PAGO (de peajes, facturas médicas, tarjetas de crédito, préstamos bancarios etc) COMO REPARACIÓN MÍNIMA DE NUESTRAS VIDAS
Paralelamente a las acciones en el transporte público se lleve desarrollando una campaña masiva para no pagar y bloquear la red de carreteras de peaje de propiedad privada, que han sido la avanzadilla en la subida de precios para 2011.Como resultado de esta campaña popular para acabar con el sistema de carreteras de peaje en la actualidad alrededor de un tercio de todos los conductores de las carreteras griegas se se niegan de manera regular a pagar los peajes. Los organizadores dicen que a pesar de los precios, no se han hecho casi mejoras en la red de carreteras.“Las carreteras son propiedad de la gente, están construidas con el dinero de los contribuyentes durante años y por tanto nadie tiene derecho a exigir que se pague por su uso.»
El Gobierno ha respondido amenazando con detenciones, graves multas e incluso penas de prisión
De momento estas amenazas no han surtido efecto: el 9 de enero miles de personas, reunidas por la campaña “No pagaremos los costes de su crisis” ocuparon puestos de peajes en todo el país, permitiendo el uso gratuito de las carreteras centenares de miles de vehículos y, lo que es más importante, creando una nuevo ejemplo de autoorganización de los/as afectados/as a través de comités de vecinos/as y trabajadores/as y articulando un discurso radical alrededor de dos consignas claras: “Las calles, los caminos, las carreteras son un bien público y social no negociable” y “Tomamos el destino de nuestras vidas en nuestras propias manos”.
Otra lucha innovadora en otro sector que también encierra un alto potencial de conflictividad en el Estado español se produce en la sanidad pública griega. Frente al ataque neoliberal y la austeridad impuesta al sector, sus trabajadores, a parte de promover diversas huelgas, han llevado a cabo acciones como la “semana de acceso gratuito a todos los servicios del Sistema Nacional de Salud” que la Federación de Médicos de Hospital (OENGE) había declarado a partir del pasado 22 de noviembre.
La economía griega está enferma y requiere inyecciones de liquidez. Pero no por parte de los pacientes “que ya pagan muchas veces el sistema de salud a través de sus impuestos, a través de recortes en sus salarios y a través de las mutuas de seguros. No es necesario pagar otra vez en el momento de una urgencia, en la hora de la necesidad, en las oficinas los hospitales”, gritaban los médicos a través de altavoces.
Por otra parte, el personal sanitario de varios hospitales del país llevó adelante una ocupación simbólica de las oficinas de hospitales para bloquear el cobro de dinero a los ciudadanos.
«El Sr. Loverdos (ministro de Sanidad) pide en este momento que miremos al bolsillo del hombre y no al cuerpo que está enfermo«, dice Olga Kosmopoulou, médico especialista en Enfermedades Infecciosas del Hospital de Níkea, miembro de la secretaría ejecutiva de la OENGE.
«Desde el momento en que el Estado decide privar al pueblo de su derecho al acceso gratuito, nosotros, como médicos internos, estamos obligados por nuestro compromiso con el código de deontología médica a movilizarnos. De hecho esta semana es una invitación a la desobediencia masiva«, dice, y sigue invitando por el altavoz a los ciudadanos a apoyar y a luchar por su derecho a un tratamiento gratuito, haciendo hincapié en que esta movilización «no es una aportación filantrópica. Es la defensa de derechos. »
«Crisis humanitaria»
El presidente de la OENGE, D. Varnavas, dice que «la crisis financiera ha comenzado a adquirir rasgos de crisis humanitaria. Los médicos internos no podemos permanecer indiferentes ante la grave situación creada. La semana de acceso libre es el primer paso de nuestra respuesta e invitamos a organizaciones y ciudadanos a que colaboren con nosotros por un sistema de salud pública, gratuito, de calidad y accesible a todas las personas del país.
Así, los trabajadores de la industria de la salud, además de exigir tanto el fin de su propia explotación a base de turnos extras, como el fin de la mercantilización de la atención sanitaria, instan a los hospitales a aceptar inmigrantes sin papeles y pacientes no asegurados de manera gratuita.
Información actualizada en www.occupiedlondon.org/blog (en inglés) y www.contrainfo.espiv.net