El texto que reproducimos a continuación es una transcripción de la charla que dio la académica y feminista postcolonial turca Nazan Üstündag en el marco de las jornadas “La filosofía tras la revolución de Rojava”, organizadas por el colectivo Rojava Azadî los pasados 7 y 8 de abril en el Matadero de Madrid. Nos hemos permitido la licencia de retocar el texto con el objetivo de facilitar la comprensión al cambiar de medio (de oral a escrito) desde el respeto y en la medida mínima imprescindible. Igualmente recordamos que puede escucharse la charla al completo (con traducción simultánea al castellano) en el siguiente enlace de Youtube:
A modo de introducción
Voy a hablar de un concepto que ha desarrollado Öcalan1 y que ha sido tomado por distintos grupos, el concepto de “autodefensa”, y espero que ofrezca una introducción a lo que está sucediendo en Siria, en Turquía y en todo el mundo. Voy a empezar con un par de anécdotas de Turquía. En el mes de marzo, 78 mujeres fueron asesinadas por sus amantes, maridos o padres, mientras que 26 trabajadores murieron en accidentes laborales, ya fuera por derrumbes en la construcción o accidentes en los autobuses de servicio que los llevaban a trabajar. Esto es lo que llamamos asesinatos laborales o, en el caso de las mujeres, feminicidios. Son temas muy importantes en Turquía, no solo es una guerra étnica, sino que también hay una guerra contra los trabajadores, contra las mujeres. No creo que sea muy distinto en otros contextos. Lo que no puedo olvidar, es que durante todo el proceso de paz de 2014/20152, cuando algunos diputados kurdos pudieron ver a Öcalan y consultarle sobre cómo proceder o cuáles eran las condiciones necesarias, éste les reprendió porque, el día anterior, en la construcción habían muerto 100 personas por el fallo de un ascensor y, mientras él no había podido dormir en toda la noche, no comprendía cómo, en plena tregua, no se defendía a estos trabajadores. Esta pregunta me resultó muy interesante, muy inspiradora, muy emocionante y también nueva, porque normalmente lo que nos preguntamos es qué ha pasado, que falló en el ascensor, por qué no había más controles, etc. Pero él no estaba enfadado por la forma ni la ley, estaba enfadado con nosotros, con la oposición, con las personas que querían la paz y la libertad porque no habíamos sido capaces de establecer mecanismos para defender a estos trabajadores. Hubo otros momentos en los que se contrarió mucho en casos de feminicidio y preguntaba ¿por qué no habéis sido capaces de defender a esta gente?
Entonces la autodefensa es fundamental en su ideología y yo, como socióloga que trata la violencia y la guerra, me intereso cada vez más por este tema, pues creo que Öcalan aporta una nueva perspectiva dando una vuelta al tema de la defensa, sacando “la violencia” fuera de los corchetes donde la hemos colocado como izquierda, como feministas. No hablamos de violencia, no hablamos de defensa, estamos abogando por la no-violencia, pero lo ponemos entre corchetes y tenemos que abrir esos corchetes y preguntarnos “¿qué aspecto tendría una sociedad donde los medios de defensa son democratizados de una manera radical?”.
Propuestas para la autoorganización
Öcalan propone que todo organismo necesita tres cosas para vivir: la primera son los medios de producción, la manera de obtener alimento. La segunda, necesitamos los medios de reproducción, para sostener y generar la vida. En tercer lugar, están los medios de defensa, ya sea contra las agresiones, contra la enfermedad o contra catástrofes naturales, es decir, los medios de autodefensa en los seres humanos. Podemos añadir también una cuarta, ya que tenemos la lengua y hablamos, necesitamos los medios de autorrepresentación: desde que tenemos el orden del estado-nación, los pueblos, y en especial los colonizados y los oprimidos, sólo han tenido una forma de representarse, que es el estado-nación. Si no tienes un estado-nación no puedes hablar, no puedes estar representado en el orden internacional. Si sólo hay representación a través del estado-nación no estamos representando a las mujeres, a los trabajadores, de los grupos sin estado.
Öcalan, en base a la experiencia de la lucha kurda, problematizó cómo todos estos medios, de producción, de reproducción, de defensa y de representación, han sido confiscados, nos los han confiscado a los pueblos. De las mujeres por los hombres, de los pueblos por los capitalistas, de la sociedad por el Estado. Entonces, ¿cómo podemos recuperar estos medios de los distintos poderes? El punto fuerte de esta propuesta es que se ha sabido entender el hecho de que el pueblo kurdo no tenga un Estado, sino que esté dividido en cuatro, no como una debilidad, sino como una fortaleza para imaginar cómo se pueden recuperar estos medios del estado, del capitalismo y del patriarcado y cómo se pueden compartir entre los pueblos, cómo podemos hacer que estos medios sean profanos. Cómo estos medios pueden abrirse para que los utilice la gente sin que estén monopolizados en determinadas manos. Esta es la gran pregunta, este es el marco en el que tenemos que pensar para entender en profundidad lo que está sucediendo en el movimiento kurdo, cuál es la transformación social y cuál es el razonamiento existente. Cómo democratizar estos medios y abrirlos para el uso de los pueblos, recuperarlos del Estado y el capitalismo.
Uno, es la democratización de la toma de decisiones, y eso se hace a través de las asambleas. Esto es algo que sabíamos antes, no es nada nuevo para el movimiento kurdo: las asambleas vecinales, las asambleas en cada nivel local, en las comunas, esto ya se ha experimentado antes. Pero esto no es lo único que Öcalan está proponiendo y que está haciendo el movimiento kurdo, no solo tenemos asambleas, también tenemos cooperativas, tenemos academias.
Las academias son lugares donde se democratiza la educación. La educación ya no es un conocimiento experto porque en estas academias los recuerdos y las experiencias de las personas se vuelven a certificar como conocimiento, pues parece que cuando entras en el colegio, todo tu conocimiento ya no es válido, ya no es conocimiento y todo lo que aprendes ahí sí que lo es. Pero en estas academias el conocimiento que trae cada persona, su experiencia, se certifica como conocimiento y en ese sentido se democratiza el mismo.
En tercer lugar, está la cooperación: las cooperativas son muy recientes, estamos experimentando con ellas. Uno de los principales problemas es que hay una economía mixta, una economía de guerra. Existe un tipo de economía capitalista limitada porque no se consideraba a los kurdos ciudadanos en Rojava3 y por lo tanto la economía no era de un total libre mercado, aunque sí había cierto grado de desarrollo capitalista. Por otro lado, tenemos estas cooperativas que intentan aportar modelos comunales, compartiendo los recursos comunales y produciendo nuevos recursos.
Este es el tema principal, pero no basta con democratizar los procesos de toma de decisiones, la educación y la economía. Hay otras áreas de gobernanza que también deben ser democratizadas, por ejemplo, la medicina. La medicina es una forma de conocimiento experto a través del cual nos volvemos a conectar con las instituciones, con el Estado, con el sistema capitalista… De esta forma, la medicina tiene distintas maneras de reconectarnos con el sistema. Hay que preguntarse cómo podemos redefinir la sanidad y la medicina como espacios de libertad que empoderen, no como un espacio de servicio tal y como lo conciben ciertas instituciones.
Volviendo a la defensa, tenemos que pensar cómo podemos crear nuevas organizaciones que redistribuyan los métodos de violencia en un sentido democratizador para evitar que estos se conviertan en una forma de represión. Por ejemplo, en Rojava, lo que hizo la gente, y puede que haya otros modelos válidos, es crear en todos los barrios asambleas de autodefensa que toman decisiones sobre cómo defender esa comunidad. Hay también asambleas de justicia, una mixta y una sólo de mujeres, que deciden en colectivo cómo resolver temas de defensa, cómo resolver los conflictos que van surgiendo en la comunidad o cómo resolver delitos como robos o asesinatos. Piensan y discuten sobre cómo hablar de esto en otros términos, tratando de que las sanciones ayuden a liberar a la sociedad en vez de reprimirla. La resolución del conflicto debe empoderar a la sociedad, no al contrario. Necesitamos recuperar los medios de resolución en vez de dárselos a las instituciones.
La línea de trabajo del pueblo kurdo
Todo esto significa que tenemos tres movimientos, tres dimensiones en las que se mueve la sociedad en Kurdistán. (1) Una de ellas es la democratización de las tomas de decisiones, no existe un centro de poder, existe todo un ecosistema de organizaciones, cooperativas, academias, a nivel de barrio, de distrito, de comuna, asambleas paralelas de mujeres. Por este motivo, hablamos de soberanías superpuestas en vez de hablar de soberanía territorial o judicial. Se trata de soberanías que se superponen, que están constantemente dialogando, compitiendo y cooperando, y de esta forma no hay ningún centro que pueda acumular el poder. Cuando esto empieza a ocurrir surge otra organización que compite y contesta a la anterior, lo cual democratiza la sociedad.
Por otro lado, tenemos (2) la anti-profesionalización, de tal manera que las habilidades y el conocimiento no puedan ser centralizados. Hemos hablado de esta dimensión en los ámbitos de justicia, educación y medicina, de cómo estos conocimientos expertos tienen que ser democratizados y convertidos en un conocimiento colectivo en lugar de en un conocimiento profesional.
La tercera dimensión (3) que también puede ser vista como autodefensa, aunque no lo parezca a simple vista, es la diplomacia. Las distintas comunidades se relacionan a través de la diplomacia, a través de negociaciones constantes y de alianzas. Por eso los kurdos llaman a personas de todo el mundo a ir a Rojava, porque la revolución que está ocurriendo allí no es patrimonio sólo de los kurdos, sino de todo el mundo, y es una forma de tejer unas alianzas que son muy necesarias para la defensa, para resolver conflictos y para promover el cambio, porque la ausencia de cambio es una amenaza para la autodefensa si pensamos de forma colectiva.
No olvidar: una retrospectiva de los peligros de la tregua
Cuando las conversaciones de paz de 2015 con Turquía, Öcalan se basó en experiencias previas de procesos de paz para advertir a los sectores progresistas de la población sobre los peligros de estas situaciones. Lo que el estado-nación hace durante esas negociaciones de paz son tres cosas:
– Asegurar su territorio. En momentos de conflicto, el estado-nación no tiene asegurado el territorio y eso deja margen para que surjan movimientos de resistencia y oposición, pero en tiempos de paz el estado-nación trata de homogeneizar el territorio. Durante el alto el fuego en Turquía, el Estado turco se ha dedicado a construir presas y bases militares por todo el territorio.
– Reforzar la familia. Entendiendo la familia como una institución que controla a la juventud, que es la parte más dinámica de la sociedad. El Estado turco introdujo una serie de medidas para reforzar la institución familiar como transferencias bancarias condicionadas, campañas de escolarización, etc.
– Abrir nuevos mercados. Se aprovechan los momentos de paz para construir nuevas infraestructuras. Hemos hablado de grandes presas, pero ha habido también construcción de carreteras y todo tipo de grandes obras que abren la ciudad y el campo a las inversiones, lo cual refuerza nuestra dependencia del capital.
Estas tres amenazas de los procesos de paz son procesos que en vez de liberar a la sociedad la atan más si cabe a las instituciones del capitalismo, al patriarcado y al estado-nación.
Otra recomendación que nos hizo fue «convertid cada hogar en una unidad de autodefensa porque el régimen de paz va a ser sustituido por un régimen de guerra muy pronto«. Por supuesto que a la gente le gusta que haya nuevas construcciones, que haya progreso, que el Estado dé más servicios… El problema es que poco más tarde, en 2016, cientos de personas fueron masacradas, decenas fueron quemadas vivas, los cadáveres eran abandonados en las calles sin ser enterrados y el Estado turco lanzo una guerra total porque no se trataba solo de asesinar personas sino de matar su imaginario. Este fue el precio que pagamos por no defendernos como sociedad y entregar nuestros medios voluntariamente al Estado, al capital y a la familia.
1 Adbullah Öcalan, líder político kurdo de origen turco perteneciente al PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán). Encarcelado en una isla turca de Imrali desde 1999, es uno de los grandes ideólogos del movimiento kurdo, siendo uno de los impulsores del Confederalismo Democrático.
2 Infructuoso alto el fuego y proceso de paz entre el PKK y el gobierno turco que se desarrolló entre 2013 y 2015, y que se dio por roto tras el bombardeo del ejército turco sobre posiciones del PKK en Irak en julio de 2015
3 En kurdo se podría traducir simplemente por occidente, y hace referencia a la región del norte de Siria habitada, entre otros, por el pueblo kurdo.