El pasado 25 de octubre de 2018 Angela Davis impartió en Madrid, en La Casa Encendida, una conferencia bajo el título “El feminismo será antirracista o no será”. La cita fue recibida con gran eco mediático; sin embargo, las referencias a Davis que pudimos encontrar en los medios distan bastante de lo que ella realmente es, defiende y representa.
Revolucionaria; miembro de “Black Panther” (Panteras Negras); militante del Partido Comunista de EEUU hasta los años ´90; activista radical contra la explotación, la dominación y la represión de la supremacía blanca. Hoy mantiene su activismo plenamente diligente por la abolición del sistema punitivo, sus cárceles, el cuerpo policial y sus leyes. Alega que el mismo, es una extensión más sofisticada de la represión, la tortura y el exterminio de la población negra en EEUU.
Esta es la trayectoria de Angela Davis, la de una mujer Revolucionaria. Que los medios de comunicación se esforzaron en todo momento por dulcificar. Ocultando constantemente un medio tras otro, la auténtica lucha, que no es otra que la de un feminismo interseccional con vistas revolucionarias. Esto es, encontrar el denominador común de aquellas condiciones de opresión que unifique y refuerce la lucha. Y lo deja claro una y otra vez “un feminismo que no contemple la lucha antirracista y de clase es un feminismo que se contradice” Y añade “Desgraciadamente no todos los feminismos mantienen esta idea. Algunos de nosotros asumimos que el feminismo sigue siendo la expresión de un número reducido de mujeres blancas de clase media (…) Debo confesar que como joven activista intentaba distanciarme del feminismo (…) la imagen de este feminismo era la de un rostro blanco de clase acomodada, lo que yo llamo un feminismo burgués. Hoy es lo que llamamos el feminismo de El Techo de Cristal. El feminismo que solo se ocupa de un tema: feminismo que da por sentado que solo aquellas mujeres que están arriba en la jerarquía, solo las que tienen que penetrar ese Techo de Cristal son las que importan. ¿pero qué pasa con esas mujeres que están abajo en la jerarquía, preocupadas porque se hunde el suelo a sus pies?”.
En una época (la nuestra) donde todo se está hiperrelativizando y pareciera más apropiado hablar de Transformación Social en vez de Transformación Radical (significación que sí usó Angela Davis) o aún más acertado de Revolución, los medios de comunicación, y por sobre todo los más progresistas, han sabido posicionarse a bien con la biopolítica del poder. Ni un solo medio de comunicación ha usado la palabra Revolucionaria para describir a Davis. Banalizando la lucha, la urgencia de un feminismo interseccional con vistas revolucionarias y la concreción de una lucha unificada poniendo especial foco en las/os presas/os políticos de los CIES y los/as comunes de las cárceles en general, así como la lucha por los derechos de permanencia y libre circulación de los refugiados tanto políticos como económicos y de las/os inmigrantes.
El que menos, ha utilizado la palabra activista. Aquí unos pocos ejemplos:
“La emblemática filósofa y activista aceptó la invitación de la Asociación de Mujeres de Guatemala.(…)Ahora, la acción colectiva es encontrar la manera de cómo vamos a actuar después de hacer lo que ella ha venido haciendo todo este tiempo: escuchar y conversar.” – Píkara
“La histórica activista antirracista y feminista ha presentado ante los medios de comunicación la conferencia que impartirá este jueves en La Casa Encendida.” – Eldiario.es
“La activista y filósofa Angela Davis”. – Europapress
“La histórica activista ha llenado de jóvenes tres salas de La Casa Encendida de Madrid en una conferencia sobre antirracismo. (…) dedicado su vida a la lucha feminista y por los derechos civiles”. – Huffington Post
“Ha pasado medio siglo desde que Davis, bisnieta de esclavos, comenzara a militar en el feminismo antirracista. (…) La desigualdad provocó en ella un temprano sentimiento de rebeldía”. – Rtve
“La filósofa estadounidense”. – 20minutos
“La filósofa y activista estadounidense se ha entrevistado con una joven internada, la filipina Josbylle Yrure, quien le ha comunicado que las personas internadas en el CIE son «tratadas como prisioneros, como en una cárcel». Davis exige a Pedro Sánchez y a Grande-Marlaska que no traten «como a criminales a personas cuyo único delito es buscar una vida mejor» – Público
Quizás este último enunciado sea el más pernicioso. Y lo más curioso es que otros medios se hacen eco del mismo sin corroborar la certeza de estas palabras.
En su visita al CIES de Aluche en Madrid, comenta, efectivamente su enorme preocupación por la situación de las/os presos/as (a quienes, con toda la razón, denomina políticos/as), después de haber estado conversando con una de las presas, Josbylle Yrure. Es en ese momento cuando Mercedes Hernández, directora de la Asociación de Mujeres de Guatemala (AMG), quien la acompaña en todo momento, le pregunta: “¿Qué le dirías al ministro del interior Grande-Marlaska?, ¿qué le dirías al presidente Sánchez?, ¿qué le dirías a los grupos de la izquierda que siguen sosteniendo que estas cárceles para las personas inmigrantes pueden seguir existiendo?” A lo que Angela Davis contesta: “Les diría a aquellos que tienen la AUTORIDAD, que nadie debe ser tratado de esta manera” y añade con calma, pero con rotundidad: “España y todos los países de Europa deben asumir la responsabilidad histórica por la situación que nos encontramos hoy.” En ningún momento ella interpela ni exige a Pedro Sánchez y a Grande-Marlaska, como los medios nos han hecho creer. Lo que viene a decir es que, sea quien sea que esté en el poder, es la autoridad política. Son ellos los que forjan y mantienen el sistema. Y nosotras somos quienes debemos luchar contra ellos; contra su sistema carcelario; su alianza con el capital; y sus leyes abusivas y marginales, que mantienen y perpetúan la explotación de los seres humanos en general y las mujeres en particular.
Libros y materiales recomendados de Angela Davis:
-
“Mujer, Raza y Clase”. Ediciones Akal 2004
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“Autobiografía”. Ediciones Capitán Swing 2016
- “La libertad es una batalla constante. Ferguson, Palestina y los cimientos de un movimiento”. Ediciones Capitán Swing 2016
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