En la actual situación de crisis económica, los sistemas sanitarios de diferentes países no sólo están siendo objeto de importantes recortes presupuestarios sino además, están viviendo una etapa de privatizaciones y desmantelamiento. En el número del mes de septiembre, tratamos de desentrañar el complejo proceso de entrada del sector privado en la sanidad pública madrileña. En este mes, queríamos ofrecer algo de información aparecida recientemente, organizándola en tres bloques: (1) aproximación a las futuras políticas de gestión de los sistemas nacionales de salud, (2) luchas y resistencias frente a los procesos de privatización por parte de trabajadores/as y usuarios/as, y por último, (3) consecuencias e impacto de las políticas actuales.
1. Avanzar bajo los mismos parámetros resulta fatigoso y supone una relación resultado-esfuerzo muy baja. El sector sanitario debe replantearse.- Documento interno del gobierno catalán.
Durante estas semanas, han salido a la luz dos documentos de elevado interés para tratar de vislumbrar hasta dónde llega el camino que han empezado a recorrer los gobiernos autonómicos a raíz de la aprobación de la Ley 15/97 por prácticamente todos los partidos políticos y que posibilita cambiar las formas de gestión de la sanidad pública.
El primero de ellos es un documento interno del gobierno catalán donde se plantea transformar por completo el sistema sanitario público de Cataluña. Esta reforma se basaría en la creación, a partir de la fragmentación del Instituto Catalán de Salud, de una veintena de empresas públicas abiertas a la “participación de los profesionales”, es decir, abiertas a la participación del sector privado mediante la fórmula de sociedades mixtas. Además, también se permitiría establecer relaciones con el capital privado a través de otras vías, como la creación de “consorcios”. La entrada de empresas privadas implicaría que la sanidad pública pasaría a regirse por criterios mercantilistas donde la obtención de beneficios sería una prioridad. Nuestra salud convertida en negocio.
Igualmente, el cómo sería la relación entre los/as trabajadores/as y las futuras empresas queda suficientemente claro en el siguiente fragmento del texto: “es necesario adaptar la flexibilidad de contratación a los momentos actuales”. Sin palabras.
El segundo documento es una propuesta de la patronal madrileña donde se plantean una serie de medidas para “avanzar hacia la recuperación económica”. A parte de sugerir “la reducción de los costes del despido”, prácticas de tres años para los/as titulados/as, “restricción del derecho de huelga”, “la promoción de la iniciativa privada” en la Educación, etc., los/as empresarios/as madrileños/as proponen desarrollar, en la sanidad, un “marco basado en la colaboración público-privada” y “avanzar en los modelos de copago en las prestaciones sanitarias y del Sistema de Atención a la Dependencia”.
2. Si ellos vacían los ambulatorios, nosotros los llenamos con una actividad distinta, más comunitaria, menos jerarquizada, más informal, más crítica, menos dependiente. […] nosotros organizamos en los CAPs ocupados los medios para solidarizarnos y crear opciones. Si ellos nos quieren cobrar cada vez más los fármacos, nosotros valoramos volver a los antiguos remedios populares o nos organizamos para sacarlos por otras vías. Si el Estado se esfuma, es el momento de tomar su lugar con los que nos rodean.- Extracto de un panfleto.
Dentro del Estado, el gobierno catalán es quien ha aplicado el más duro plan de recortes, y por ello, donde las protestas son más habituales. Durante los últimos meses se han celebrado manifestaciones multitudinarias, ocupaciones de Centros de Atención Primaria que la Generalitat planteaba cerrar, paros laborales, cortes de tráfico, etc.
Aunque se han celebrado asambleas de trabajadores/as y usuarios/as, son los sindicatos quienes llevan la iniciativa, y cuando el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, dice que los sindicatos son conscientes de la situación y están actuando con responsabilidad en la mayoría de los centros, algo tiene que cambiar.
Por ello, ante la gravedad de las medidas adoptadas por la Generalitat y la complicidad de parte de los sindicatos, el profundizar en el análisis de la actual situación económica y social, el desarrollo de estructuras organizativas donde los/as propios/as afectados/as tengan la voz cantante, la búsqueda de un paro generalizado de todos/as los/as trabajadores/as de la Sanidad, y el llevar a cabo acciones que vayan más allá del mero simbolismo, se hace ya no necesario sino vital.
En otros países también está habiendo protestas con un objetivo similar, el evitar los recortes presupuestarios y que la Sanidad caiga en manos privadas, como la huelga de 23.000 enfermeras/os en el estado de California, la paralización del tráfico en uno de los principales puentes de la ciudad de Londres por 2.000 personas o las ocupaciones de centros hospitalarios y las jornadas de paros en Grecia.
3. El panorama de la salud en Grecia es preocupante.- The Lancet, revista médica.
Un informe elaborado por investigadores/as británicos/as y griegos/as de diferentes universidades revela que, en Grecia, casi todos los indicadores sanitarios han empeorado desde que comenzó la crisis. Así, por ejemplo, el número de personas que decía que su salud era mala había aumentado en un 14%.
Otros datos alarmantes que reflejan el impacto humano de la crisis económica y de las políticas de recorte del gobierno griego son el aumento en un tercio de las infecciones por VIH en los primeros meses del 2011, de los suicidios en un 17% y el de consumo de heroína en un 20%, todo ello en el año 2009.
Detrás de estos datos se esconde una triste realidad que tan sólo podremos detener a través de la lucha. No podemos permitir seguir siendo nosotros/as quienes paguemos esta crisis económica. Por la autoorganización de los/as trabajadores/as.
Información extraída de www.casmadrid.org
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