Breve crónica de la lucha en el sector de la logística en Italia. El caso de la distribución de Zara

Estamos viviendo en todo el mundo un hecho insólito, y lo único que parece claro es que el pueblo, los trabajadores y las trabajadoras, las personas sin empleo, estaremos cada vez más oprimidas, el sistema nos explotará cada vez más duramente. Ha pasado ya tiempo desde los hechos que a continuación narramos. Sin embargo, hoy más que nunca, es importante seguir luchando, dejar huellas y transmitir memorias de lucha y de victoria, tener conciencia de que estas no caducan.

Ésta es la crónica de la victoria de los trabajadores de Roma y Milán de la empresa Zara tras una huelga en el pasado mes de febrero. Los porteadores de mercancía de los almacenes italianos de dicha empresa de moda, la mayoría de origen egipcio, autorganizados en el sindicato S.I. COBAS, junto con militantes y afines, llevaron a cabo además varias concentraciones delante las tiendas del gigante español, y consiguieron ganar, en solo diez días, algunas de sus reivindicaciones.

El sector de la logística en Italia

En Italia, como en el resto de Europa y del mundo, en el sector de la logística existe un altísimo nivel de explotación. Los sueldos son muy bajos, los ritmos de trabajo son cada vez más altos y a menudo los contratos laborales son realizados por empresas subcontratadas que no respetan los derechos laborales.

En ese sector de distribución a gran escala destaca por supuesto la empresa Zara, del grupo Inditex, que cuenta con un volumen de ventas de más de 26.000 millones de euros en el año 2018. Y, a pesar de ello, muchos de sus trabajadores denuncian que desempeñan su labor en condiciones extremadamente precarias y con ínfimos salarios. Pero la organización obrera es complicada. Como sucede en muchas otras grandes empresas, Zara subcontrata a su vez no a una, sino a diferentes empresas para realizar la distribución de sus productos. De esta manera, evita que sus trabajadores queden bajo una misma entidad y los mantiene así separados y divididos.

Huelga en Zara

A finales de 2019, Zara anunció que a partir del mes de marzo de 2020 los contratos de trabajo ya no se desarrollarían por parte de las subcontratas que venían ejerciendo las funciones, sino a través de la agencia de personal laboral ManPower. En consecuencia, se dejaría de aplicar el contrato nacional que los trabajadores de las subcontratas habían ganado tras largas batallas, porque dejarían de tener vinculación con la empresa. Esta noticia provocó que los trabajadores de Roma y Milán, muchos de los cuales llevan diez años trabajando en estos almacenes, se movilizaran.

El 6 de febrero unos cien trabajadores entre Roma y Milán empezaron una huelga, con el apoyo de parte de la militancia. El parón se acompañó de varias concentraciones delante de las tiendas del centro histórico y de centros comerciales de ambas ciudades.

El antiguo lema “la unión hace la fuerza” se hizo realidad una vez más.

Una cosa está clara: si los almacenes se paran, la ropa no llega a las tiendas. Y un efecto colateral es que las dependientas, obligadas a pasar horas y horas en enormes locales con música a todo volumen, con turnos infernales y bajo un control exhaustivo, pueden descansar algo.

El día 8 de febrero, durante la huelga, los trabajadores de Roma se desplazaron a la Vía Corso, una de las calles del centro de la capital y una de las más lujosas del mundo, y se concentraron allí. El día 9 se dirigieron a la tienda de la galería comercial Porte di Roma, donde después de una concentración dieron inicio a una manifestación. El día 11 de febrero, los trabajadores de Milán manifestaron sus reivindicaciones delante la tienda del centro histórico de Milán. “Nuestro trabajo no se alquila” es lo que gritaron en las dos urbes, durante las movilizaciones, denunciando con el megáfono que Zara, además de pagar poco y de no aplicar el contrato laboral nacional, utiliza formas de contratación que rozan el límite legal.

Tienda de Zara en la Via Corso

El día 12 de febrero la huelga siguió y la Administración de Zara se vio obligada a realizar una llamada a los trabajadores para que acudieran a una mesa de diálogo el día 14.

Las reivindicaciones que los huelguistas llevaron a la mesa eran las siguientes: (1) la asunción directa por parte de la empresa de los contratos, (2) la confirmación del nivel salarial adquirido, (3) el mantenimiento de la antigüedad acumulada y (4) la aplicación del contrato laboral nacional del sector de la logística.

El 14 febrero, la Administración de Zara se trasladó a la sede sindical del S.I. COBAS, tras diez días de huelga y manifestaciones delante sus tiendas, para negociar. Finalmente, aceptó las condiciones propuestas por los trabajadores. Los diez días de movilización terminaron en victoria.

La unión hace la fuerza

La victoria en Zara ha sido muy importante e impresionante por lo poco que ha tardado en dar sus frutos, pero no ha sido la única que se ha logrado en el sector de la logística. Las compañeras italianas llevan años organizando piquetes delante los almacenes, bloqueando carreteras y mercancías de todo tipo, para obtener dignidad en sus condiciones de trabajo.

La unión hace la fuerza, no hay duda, y como decimos en Italia: «solo la lucha paga«. Algo parecido a nuestro lema de «la lucha es el único camino«.

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