Entre lo que siempre ha sido el Pryca, pero que ahora es un supermercado francés, y las oficinas del Comité Olímpico, se encuentra el descampado más grande del barrio madrileño de Hortaleza. Un descampado que siempre ha estado allí, donde incluso ha vivido y vive gente en condiciones muy precarias, y que de jóvenes recorríamos tirando los petardos que comprábamos en una tienda de alimentación cercana que los vendía de forma clandestina aunque conocida por todos los/as adolescentes del barrio. Pero este descampado, sobre todo, es una brecha que divide al barrio en dos, a un lado, San Lorenzo, al otro, Villa Rosa y Canillas.
Hace unos años, el Ayuntamiento del Partido Popular aprobó la construcción de unas instalaciones deportivas que, en principio, utilizarían tanto deportistas profesionales como amateurs. Pero nunca se presupuestó un solo euro para ello. Después, llegó Ahora Madrid y ofreció a las vecinas la posibilidad de elegir entre dos proyectos que contaban con zonas verdes, espacios culturales, instalaciones deportivas y alguna cosilla bastante estrafalaria, ganó uno de ellos pero no llegó a convencer del todo al PSOE, sus socios. Sin que sirva de precedente, algo de razón tenían, pues el proyecto era algo excesivo y caro.
Así que termina la legislatura sin materializarse nada concreto y, con la llegada del trío calavera, un día nos topamos con la noticia de que el Ayuntamiento pretende llenar la periferia de aparcamientos, mal llamados disuasorios, para que las personas que viven en las ciudades y pueblos que rodean esta jungla de cristal y asfalto aparquen sus vehículos para luego desplazarse en transporte público al interior de la M30. A grandes rasgos este es el plan. O, al menos, así figura en el papel. De esta forma, el extrarradio absorbería el tráfico y los medidores de CO2 de la zona centro no generarían titulares en la prensa de forma tan recurrente.
En el barrio de Hortaleza son 4 los parking proyectados que representan casi la mitad de las inversiones para el barrio para 2021. La intención es clara, que Hortaleza reciba los vehículos de la zona norte de la Comunidad, pero que también sirvan de estacionamiento complementario para los parques empresariales que han ido creciendo al otro lado de la M11, que con la apertura en plena pandemia de las oficinas de ING, con capacidad para albergar a 3.500 trabajadores/as, más las oficinas de Iberdrola, el Campo de las Naciones, el polígono de Virgen del Cortijo, etc., concentra un tráfico imposible de canalizar con las infraestructuras actuales pero que, de momento, el aumento del teletrabajo ha ido postergando su inevitable colapso.
El ayuntamiento pretende llenar la periferia de aparcamientos, mal llamados disuasorios […] de esta forma, el extrarradio absorbería el tráfico y los medidores de CO2 de la zona centro no generarían titulares en la prensa de forma tan recurrente.
Por parte del Ayuntamiento y la Comunidad, en ningún momento se ha planteado mejorar el pésimo servicio de autobuses interurbanos, cerrar el anillo de Cercanías, etc. Para nada. Mejor plan es asfaltar y vallar descampados para después privatizar su gestión a una de las filiales de la empresa constructora. Y así está sucediendo también en otros barrios como Aviación Española, por ejemplo.
Uno de los cuatro aparcamientos iría en nuestro descampado del principio. 300 plazas en medio del barrio, una forma de ahondar aun más en esta grieta, en esta frontera. Para más inri, hay un instituto y un centro sanitario en cada uno de los lados, así como un parking subterráneo gratuito en el centro comercial de enfrente que cuenta con una planta entera cerrada porque nunca ha hecho falta.
Si hablas con cualquiera de las vecinas que andan al tanto de este proyecto, todas se preguntan la razón de ello, pues implica un gasto considerable (2,2 millones de euros), se pierde un terreno como ya no queda ninguno para dotar de recursos al barrio, hay plazas de sobra alrededor, etc. Una de las posibles razones es la que ya comentaba, una petición de las empresas recién instaladas, es decir, una privatización encubierta de suelo público, o que el Ayuntamiento se ha atrincherado en un plan de movilidad que sigue unas lógicas ya superadas desde hace tiempo pero por las que no está dispuesto a renunciar al no cuestionar éstas el papel central del coche.
Desde el barrio, desde un primer momento, se ha mostrado una clara oposición pública que saltó de las redes sociales a la calle en una manifestación histórica el 5 de diciembre. Cuando digo histórica no es porque intentemos colgarnos una medallita sino porque, desde el final de la dictadura, tan solo las movilizaciones contra los parquímetros de Gallardón o contra la gasolinera en Parque de Santa María podrían competir por este bonito premio. La manifestación, fruto de un gran esfuerzo de buzoneo, contacto con medios y pegada de carteles por parte de vecinas a título individual, jóvenes organizados/as y asociaciones del barrio, ha supuesto un empujón importantísimo para una lucha que no será ni fácil ni breve.
Fruto de esta movilización, el Delegado del Área de Movilidad del Ayuntamiento, Borja Carabante, viejo conocido para el movimiento de vivienda por su paso por el IVIMA, convocó una reunión que se trató finalmente de una encerrona, donde asociaciones afines así como otras fantasmas acapararon las intervenciones.
Por ello, las vecinas organizadas en una plataforma (@NOalParkingHTZ) continúan las movilizaciones preparando otra gran manifestación para febrero y muchas más actividades de protesta. Este macroaparcamiento lo vamos a parar.
J., vecino de Hortaleza
Pingback: ⛓El padre del prisionero político Mykola Dedk dice que la vida de su hijo está en peligro. | eulaliobe