Director: Carlos Marqués-Marcet. 2020. Drama social y político. 95 min
El 11 de abril de 1993, Guillem Agulló, un chico de 18 años, antifascista y antirracista, es asesinado en Castellón de una puñalada en el corazón por un grupo de extrema derecha. En el juicio el abogado de los agresores intenta criminalizar a la víctima. Tribunales y medios de comunicación lo reducen todo a una simple pelea entre bandas y presentan a Guillem como un joven violento. Completamente destrozados, su padre, Guillem, y su madre, Carme, lucharán porque no se tergiverse el asesinato mientras intentan recomponer su propia familia.
La película fue estrenada simultáneamente en las cadenas televisivas TV3, Á Punt y IB3 el pasado mes de octubre, llegando a más dos cientos mil espectadoras, y miles de visionados en internet y en eventos online.
Las lágrimas mojan el rostro del movimiento antifascista, las consignas atesoran memoria viva, una memoria política en su más amplio sentido. La memoria de la juventud activa, despierta, tenaz ante las injusticias, ante el racismo. Una juventud apuñalada certeramente en el corazón, en corazones ingenuos, en corazones que derraman valentía. Los duros años 90 del terror de extrema-derecha en las calles, de las agresiones de bandas de nazis que aprovechaban el vitalismo ideológico de individuos incontrolados protegidos por las cloacas del poder. La película pone en evidencia que la amenaza fascista sigue viva en el Estado español actualmente con el auge de los discursos y las acciones de extrema-derecha, tanto parlamentariamente como con su presencia en las calles.
Guillem Agulló, ni oblit, ni perdó!