Hubo una ocasión en el sureste ucraniano un territorio libre conocido como Makhnovia, organizado por campesinos anarquistas entre 1919 y 1921, que parece una realidad muy alejada de la actual situación ucraniana. No obstante, esa memoria libertaria sigue latiendo en el corazón del oblast de Zaporiyia, y en concreto en el pueblo de Gulaipolé, donde Néstor Makhno organizó junto a los campesinos el Ejército Negro. Esta organización tenía un grandísimo apoyo popular coordinado en comunas libres, que lucharon contra las fuerzas zaristas y burguesas, pero también contra el Ejército Rojo soviétivo que pretendía imponer su centralismo burocrático. Este movimiento revolucionario anarcocomunista sentó un precedente único en la región a pesar de su aplastamiento, y los anarquistas ucranianos actuales tratan de tejer su cultura a través de la historia del makhnovismo.
Néstor Makhno y el germen de la revolución campesina en el Territorio Libre
Las grandes llanuras ucranianas determinan que las únicas fronteras naturales sean los ríos que las atraviesan, y en concreto Ucrania está atravesada por el río Dniéper, lo que convierte los territorios del sureste en un campo de cosechas agrícolas inigualable. Estas estepas ucranianas tienen una larga historia de resistencia a las invasiones, desde la conformación de las federaciones eslavas a la entidad del Imperio Otomano, que sufrió numerosas rebeliones cosacas, y a partir del siglo XVIII la implantación del Imperio Ruso que estableció una progresiva servidumbre. Hubo regiones, sin embargo, nunca sometidas completamente a la autoridad moscovita, especialmente las islas del estuario del río Dniéper, donde había villas autogobernadas apodadas volnitza, o «vida libre».
A principios del siglo XX, y sobre todo con la Revolución de 1905, una ola de agitación advirtió al régimen zarista de las transformaciones que vendrían la siguiente década. El movimiento obrero y campesino se estaba concienciando en torno a las ideas socialistas y anarquistas. Néstor Makhno había nacido en el seno de una familia de campesinos pobres, y pronto comenzó a trabajar en una fábrica metalúrgica de la región. Allí comenzó a desarrollar sus ideas revolucionarias debido a la explotación laboral que experimentaba junto a sus compañeros. Cumplió diez años de prisión por sus ideas revolucionarias, hasta que fue liberado en la amnistía decretada en marzo de 1917. Tras verse libre de su presidio regresó a su pueblo natal, Gualipolé, donde organizó el soviet y la comuna libre junto a los campesinos de la región. Fue nombrado representante del Comité Revolucionario local y de la Unión Campesina Regional, entidades que con el apoyo popular comenzaron a colectivizar las tierras y la ganadería, dejando atrás siglos de servidumbre. Sin embargo, en la primavera de 1918 medio millón de soldados alemanes y austrohúngaros invadieron el territorio ucraniano reclamado a raíz del Tratado de Brest-Litovsk. El Imperio Ruso se había disuelto, la familia del zar fue ejecutada, y los consejos obreros habían tomado el control de los territorios, determinando la inmediata salida de la Primera Guerra Mundial.
Ante estas agresiones los campesinos ucranianos comenzaron a organizarse en la autodefensa de sus conquistas sociales, es decir, para lograr mantener autonomía territorial respecto de los ejércitos invasores, y también frente a los terratenientes que pretendían recuperar los medios de producción colectivizados. Se rechazaba cualquier poder estatal o centralista, estando la base de las decisiones en la federación de las comunas y su defensa a través del autodenominado Ejército Negro. Una fuerza de unos 30 mil campesinos se sublevan contra estos invasores imperiales, aliados inicialmente con los bolcheviques, y combatiendo igualmente a los nacionalistas liberales ucranianos, liderados por Simon Petliura, a quienes consideraban aliados de la burguesía.
Néstor Makhno había logrado a finales de 1918 unificar las distintas partidas guerrilleras en el sudeste ucraniano y proclamar el Territorio Libre de la Makhnovia. Este comprendería a unos 7 millones de campesinos, en los actuales oblast de Zaporiyia, Donetsk y Dnipopetrovsk con una gran cohesión interna debido a las ideas anarquistas que les unían. La capital simbólica de será Gulaipolé, fundándose la comuna del trabajo libre y los sóviets libres de los trabajadores, una entidad social que funcionaba de manera altamente eficaz, y que creó la Confederación de Organizaciones Anarquistas Nabat (del ruso, ‘toque de alarma’ o ‘rebato’, una llamada de emergencia a los habitantes). Esta organización emitió una carta de objetivos en torno a cuatro principios fundamentales:
- El rechazo a todos los partidos políticos.
- La negación de cualquier concepto de Estado.
- El rechazo de un periodo de transición o dictadura del proletariado.
- La autogestión social y económica a través de consejos de trabajadores.
Contra el enemigo nos llama el deber: Guerra a la burguesía, a los bolcheviques y autogobierno colectivizador
Se formalizan las estructuras de poder horizontal necesarias para el mantenimiento de esta sociedad libre. La educación se forja en torno a los principios del pedagogo catalán Francisco Ferrer i Guardia, de la Escuela Moderna. La cosecha de cultivos, la crianza de ganado y los productos manufacturados, se realizaban de acuerdo a las bases de una economía colectivizada, basada en los escritos de Piotr Kropotkin. Las tierras de los antiguos nobles fueron repartidas entre los campesinos, y se formaron cooperativas autogestionadas y voluntarias. Los makhnovistas defendían su autonomía territorial, el autogobierno de los campesinos, y el trabajo comunitario de la tierra.
Todo esto ocurre tras la capitulación de los Imperios Centrales en la Primera Guerra Mundial en noviembre de 1918, y habiendo conseguido expulsar de Kiev al hetman Pavló Skoropadski, un antiguo aristócrata del Imperio Ruso, que se exilió a Alemania. Igualmente, los campesinos de Néstor Makhno se enfrentaron a las fuerzas nacionalistas, que habían proclamado el Directorio de Ucrania, y que rápidamente entraron en disputa a su vez con los bolcheviques, y su República Soviética de Ucrania. Inmediatamente, los bolcheviques declararon nula la paz de Brest-Litovsk e intentaron reconquistar el territorio cedido, y es el punto de partida en que se producen los primeros encontronazos con los campesinos makhnovistas, que no estaban dispuestos asumir el autoritarismo bolchevique, y defenderían sus colectividades revolucionarias.
Los congresos regionales de campesinos a principios de 1919 tenían por objetivo, además de organizar la política y economía del Territorio Libre, también organizaba la autodefensa frente al creciente intervencionismo bolchevique. A lo largo de 1919 se constituyó una movilización general contra el Ejército Blanco, las fuerzas burguesas dirigidas por Antón Denikin, que habían logrado entrar con fuerza en el territorio libre anarquista. Los makhnovistas se habían tenido que replegar, pero acaban por enfrentar al Ejército Blanco en la batalla de Peregónovka en septiembre de 1919. Tras su victoria y la huida de cientos de soldados blancos, recuperan iniciativa y llegan a controlar nuevamente toda la región perdida en pocas semanas. Las fuerzas del Ejército Negro estaban organizadas en una reserva estratégica y cuatro cuerpos activos, estos últimos divididos en una brigada de infantería y otra de caballería. Destacarían principalmente sus jinetes, organizados en batallones de unos doscientos y apoyados siempre por diez tachankas, o carretas ligeras equipadas con ametralladoras. Sin embargo, no siempre contaban con armas modernas, y utilizaban rifles, carabinas, bayonetas e incluso hachas y picas. La mayoría de sus oficiales eran aldeanos, y enarbolaban la bandera negra del anarquismo como enseña.
Si bien la lucha activa se llevó a cabo en muchos frentes, pues la organización comunal que establecieron incomodaba notablemente también al Ejército Rojo bolchevique, estos comenzaron a tratar de influir en los consejos obreros y asambleas libertarias campesinas. Aunque cuando el Ejército Blanco avanzó, los bolcheviques se replegaron para defender la zona central rusa, y bloquearon el acceso a las armas por parte de los anarquistas con esperanza de que los blancos les eliminaran. León Trotsky, que dirigía al Ejército Rojo, prefería enfrentarse a los blancos y no al resistente Ejército Negro. Los primeros enfrentamientos con los bolcheviques fueron inevitables y, en junio de 1919, un tren llegado a Jarkov con el comisario político y General Kliment Voroshílov, tenía por misión arrestar al Consejo de Insurgentes del Ejército Negro. Néstor Makhno pasaría a la clandestinidad, y tendría que enfrentar a los bolcheviques que entraron en el Territorio Libre y ejecutaron a 200 mil campesinos y deportaron a muchos ante el rechazo de estos a la colectivización centralizada que proponían. El Ejército Negro proclamaba un manifiesto que lanzó formalmente el 1 de enero de 1920 que marcaba como meta la lucha por la liberación total de los trabajadores ucranianos del yugo de la tiranía y por una verdadera constitución anarcocomunista.
Batalla final frente a los bolcheviques y exilio makhnovista
Desde febrero el Ejército Rojo inicia un avance a gran escala contra el Territorio Libre, y por otro lado, contra Kiev y el gobierno nacionalista de Petliura, que se había aliado con Polonia. Sin embargo, en junio de 1920, el General blanco Piotr Wrangel está atrincherado en Crimea, tanto bolcheviques como makhnovistas firman una tregua momentánea, se liberan a los campesinos ucranianos y en octubre de 1920 se asalta Crimea conjuntamente para expulsar al Ejército Blanco. La mayor parte de las bajas las sufren las filas makhnovistas. El Ejército Rojo acaba con los atamanes ucranianos e impone su orden, y por supuesto, no estaba dispuesto a permitir la autonomía de los campesinos anarquistas en sus fronteras.
En Gulaipolé se retomaron las transformaciones sociales con más fuerza, pero los múltiples enemigos en una guerra de tanto desgaste en los últimos años impidió un mayor desarrollo político y económico. Profundamente cansados y diezmados, los makhnovistas fueron atacados por los bolcheviques en noviembre de 1920 y murieron al menos un millar. Durante el año 1921 Néstor Makhno logró reorganizar a 4 mil hombres y lanzar varias incursiones contra unas fuerzas bolcheviques que sumaban unos 100 mil soldados, capturando a muchos de ellos y continuando con su política de explicar las causas de su lucha a los prisioneros e invitarlos a unirse si querían y liberando al resto. Sin embargo, esto solo consiguió retrasar su derrota, pues finalmente Makhno y su familia junto a unos 250 miembros del Ejército Negro se abrieron paso en territorio enemigo hasta cruzar la frontera con Rumanía el 28 de agosto de 1921, comenzaba su exilio y el final del sueño libertario ucraniano.
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