Sevilla: barrios hartos y calor vecinal contra Endesa

Aunque las protestas vecinales en la ciudad de Sevilla se venían sucediendo durante todo el año (de hecho, el 4 de julio, en una concentración junto a la sede de Endesa, fue detenido un vecino de forma injustificada y violenta, como se puede apreciar en el vídeo que se puede ver debajo de estas líneas) ha sido durante el mes de agosto cuando éstas se han intensificado con la ocupación de tres centros cívicos en diferentes barrios populares de la ciudad hispalense. Una de las ocupaciones se prolongó hasta 28 días.

Durante este mes, se han celebrado asambleas vecinales, concentraciones frente a la sede de Endesa y de instituciones públicas andaluzas, cortes de calles, actividades informativas, etc., para protestar contra los cortes de luz que llevan tiempo sufriendo, cortes que han llegado a durar casi 20 horas, y contra la subida de precios que, en una de las ciudades más calurosas de todo el país, implica un evidente e importante obstáculo para afrontar el verano. El calor sí entiende de clases sociales.

Las vecinas de estos barrios, agrupadas en la Plataforma Barrios Hartos y en otras iniciativas locales, algunas de carácter espontáneo, denuncian que los cortes de luz constantes que han sufrido, y sufren, se producen por la falta de mantenimiento de las infraestructuras existentes y por la falta de inversión para la instalación de los equipos necesarios. Casualmente, quienes están sufriendo la reiterada interrupción del servicio son los barrios en los cuales se concentra la clase trabajadora de la ciudad (Sevilla, según el INE, cuenta con los dos barrios con menor renta neta media anual por habitante de toda España, con un total de 6 barrios entre los 15 primeros con menor renta). Pero las vecinas en lucha no solo han puesto el foco en los cortes sino que también han centrado sus críticas en la subida de precio de la factura, el encarecimiento general de la vida y la privatización de los servicios públicos, así como en visibilizar la brecha de clase que atraviesa los barrios de la ciudad, que genera que siempre sean las mismas quienes pagan las políticas de una empresa gestionada con el único fin de conseguir un reparto mayor de dividendos entre sus accionistas, vamos, como todas.

Tras esta primera fase de movilizaciones, Endesa anunció la instalación de generadores, por lo que se ha conseguido una primera victoria, pese a los intentos de deslegitimación y criminalización de los políticos andaluces, tanto del PP que gobierna la Junta como del PSOE que preside la alcaldía de la ciudad, por ejemplo, llegando a decir un portavoz de la Junta que los cortes de luz se producían porque en determinados barrios era habitual la plantación de marihuana en las viviendas, o el intento del partido socialista de excluir a la compañía eléctrica del debate, tejiendo una coartada con diferentes excusas que apuntaran a cualquier lado excepto a esta empresa del Ibex35. Pero, aún tras el anuncio de esta solución, las movilizaciones han continuado con una manifestación unitaria en el mes de septiembre, con el anuncio de la elaboración por las asambleas vecinales de tablas reivindicativas por barrios, con el apoyo a las luchas de otros sectores, etc. Esperamos que esta no tan pequeña victoria implique un empujón para fortalecer el tejido asociativo y expandir su lucha contra la carestía de la vida.

Como contraparte, también durante el mes de septiembre, Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, anunció la retirada del Impuesto de Patrimonio, un tributo que tan solo afectaba a los 17.000 andaluces más ricos, aquéllos que tienen un patrimonio mayor de 700 mil euros, por lo que la gran mayoría de residentes de la región (que cuenta con una población total de más de 8,5 millones de personas) estaban exentos de pagarlo. Esto nos sirve como ejemplo, una vez más, de la determinación de la clase política a la hora de defender sus intereses de clase.

La subida de precios generalizada y, por tanto, la precarización de nuestras vidas, está siendo respondida con pequeñas y desperdigadas movilizaciones por barrios en todo el Estado, apuntando a las necesidades más apremiantes en sus contextos. Por ejemplo, en Carabanchel, que las vecinas se manifiestan por el barrio todos los jueves en defensa de la sanidad pública. La constancia y, sobre todo, el encuentro para la construcción de un nosotras son las únicas vías para que la crisis actual se transforme en una crisis de legitimación del poder. Como decía una vecina del barrio Padre Pío en Sevilla, en una entrevista en Público, solas no podemos, vamos a juntarnos e ir a por ello: «Fue una protesta espontánea debida a la desesperación de la gente. Te dabas cuenta que individualmente era imposible solucionar nada; llamabas a Endesa y te respondía una maquinita o te decían que llamases a incidencias. Incluso a uno le dijeron que fuera a un centro comercial para tener aire acondicionado. Así que nos fuimos al centro cívico».

Comparte y difunde

Un comentario en «Sevilla: barrios hartos y calor vecinal contra Endesa»

Los comentarios están cerrados.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad