Olvídate de mí (The Eternal Sunshine of the Spotless Mind)

Director: Michel Gondri. EEUU, 2004. 108 min.

Olvídate de mí es una película cómica y dramática por igual en la que Jim Carrey interpreta a Joel, un hombre que trata de superar su ruptura con Clementine (Kate Winslet) acudiendo a un psiquiatra para que le apliquen una nueva terapia que borrará todos los recuerdos de su relación (y de su existencia). Sin embargo, una vez que el Dr. Mierzwiak (Tom Wilkinson) se introduce en su cerebro para borrar a Clementine, Joel se arrepiente e inicia una delirante y onírica huida para tratar de esconder a su amada en algún rincón inaccesible de su memoria.
El interés de reseñar un filme así radica en que nos recuerda que “el dolor es necesario”, como explica el blog www.colectivoantipsiquiatria.wordpress.com. Nos muestra la angustia de alguien que descubre, tarde, que no quiere renunciar a sus recuerdos aunque le produzcan dolor y sufrimiento (los malos porque son malos y los buenos en tanto que constituyen la huella de una ausencia). ¿Por qué negarse a eliminar el dolor de la ecuación? Porque el dolor tiene un sentido; lo dotamos de sentido y configura nuestra existencia.

Olvídate de mí se erige como una crítica a la psiquiatría que trata de medicalizar y lobotomizar el sufrimiento a toda costa, erradicar el dolor, amputar las partes de nuestra vida psíquica que nos impiden ser felices, eficientes y productivos. Y es que en la película, los personajes cuyos recuerdos dolorosos (siempre relacionados con la pérdida de un ser querido) han sido borrados, no han sido “curados”: son profundamente infelices o se encuentran insatisfechos. Se sienten emocionalmente derrumbados, al eliminar su experiencia vital, buena o mala, han acabado con una parte de sí mismos/as. El dolor forja el carácter y ayuda a construir la individualidad. Eliminarlo crearía una falsa sensación de felicidad, como ocurre en la novela Un mundo feliz, de Aldous Huxley.

Recomendamos encarecidamente su visionado. Al principio puede resultar un poco liosa, pero una vez que se agarra el hilo argumental se convierte en una película muy interesante y divertida.

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