“En toda gran ciudad que se precie existen determinadas zonas que, pese a no estar ubicadas en pleno centro, acaban convirtiéndose en lugares de referencia por su proximidad a éste, su autenticidad y su encanto. Distritos que conservan las ventajas de la vida de barrio, pero que al mismo tiempo te permiten plantarte en todo el meollo urbano en un abrir y cerrar de ojos”, empieza un artículo de una revista de ocio y cultura, Time Out, propiedad de un gran portal inmobiliario. “Puerta del Ángel, que pertenece al distrito de Latina, es uno de esos barrios. De un tiempo a esta parte, la zona vive un momento especial: infinidad de nuevos vecinos llegan para compartir vida y espacios con los de siempre. Comercios rabiosamente modernos abren junto a los que llevan décadas funcionando. Y así, cuando uno cuando pasea por sus calles, se percibe que ese equilibrio entre lo viejo y lo nuevo, no siempre sencillo de alcanzar, todavía es posible. Si a todo ello se le suma el esplendor que ha dado al barrio Madrid Río, el resultado es una zona que brilla con luz propia. Por algo lo llaman el Brooklyn madrileño”.
Puerta del Ángel era, hace unos años, un barrio asequible a la hora de encontrar casa en Madrid, con pisos que han sido habitados tradicionalmente por inmigrantes -primero españoles de otras regiones, luego extranjeros-. Sin embargo, ahora varias empresas e incluso el Ayuntamiento de Madrid lo han empezado a llamar el Brooklyn de Madrid. Las alusiones al barrio neoyorkino para esta zona de la capital no son casuales: separado de Manhattan por un río, Brooklyn sufrió un intenso proceso de gentrificación a cargo de los agentes económicos, que transformaron un vecindario humilde, lleno de trabajadores industriales, en un lugar de moda para vivir.
“Hoy apenas se ofrecen pisos en alquiler en Puerta del Ángel y los pocos que aparecen en los portales de internet son muy caros: por 750 euros al mes solo se ofrece un bajo de aspecto cochambroso con una habitación. Los precios han subido y la mayoría de oferta no bajan de los 1.200 euros mensuales, bastante caro para ser un barrio con calles angostas, edificios humildes, muchas cuestas y coches subidos a los bordillos de las aceras hasta hace poco” explica Diego Casado en eldiario.es. Según el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, los precios se han duplicado en los últimos cinco años.
Uno de los factores que ha contribuido a esta gentrificación es la aparición de comercios gourmet que, más que comida, ofrecen experiencias. Sin embargo, el principal responsable de este proceso especulativo es la empresa Madlyn, que gestiona fondos de inversión y, en nueve meses, ha comprado 35 edificios (antiguos y de obra nueva), solares y locales, en el barrio. En total suman más de 200 pisos, adquiridos por unos 50 millones de euros. Madlyn desembarcó en Puerta del Ángel después de intentar varias operaciones en Malasaña, Lavapiés y Chamberí, donde las compras son menos rentables porque las viviendas ya están muy caras.
Y en el Sindicato de Inquilinas están preocupadas de que esta operación atraiga a más inversores. Madlyn asegura en sus entrevistas que los pisos los compró vacíos. Fuentes vecinales, sin embargo, apuntan a que en bloques como Juan Tornero 60 o Caramuel 14 se produjo la expulsión de arrendatarios que pagaban rentas bajas, previo a la reforma. “Hacen pequeñas reformas, cambian las llaves por cerraduras electrónicas y ofrecen contratos temporales destinados a turistas o a nómadas digitales”, añaden. Los alquileres que gestiona Madlyn ahora en su web no bajan de 1.400 euros.
La estrategia de Madlyn -gestada a través de su principal empresa de inversión, BWRE- pasa por un proceso de gentrificación clásico: cambiar el entorno para hacer más atractivo el barrio y poder aumentar las rentas de los alquileres. “Nos hemos dedicado a mejorar la oferta de restauración y cultural de la zona, completando así la transformación del barrio”, explicaba su director en una entrevista en El Economista.
Dentro de esta planificación se encuentran la apertura de un coworking, un hotel boutique, un coliving, un espacio dedicado al arte, un local de aeroyoga y varios restaurantes cercanos al mercado de Tirso de Molina y atraen a vecinos capaces de pagar los alquileres de 1.400 euros que oferta Madlyn en su página web.
Ante esta transformación, la Asociación de Vecinos Puerta del Ángel, el Sindicato de Inquilinas y la plataforma contra el han convocado manifestaciones contra la especulación, reclamando precios asequibles el barrio y la regulación de los alquileres turísticos. “Nuestros barrios no pueden convertirse en escenarios para especuladores, ricos y turistas”, explicó el comunicado en la más importante de sus movilizaciones, que tuvo lugar el pasado 30 de septiembre.
Paradigmático es el caso de las vecinas de un bloque de 40 pisos situados al inicio del paseo de la Ermita del Santo, donde su empresa propietaria, la socimi Vitruvio, envió un burofax para expulsar a varios de sus inquilinos a mediados de septiembre. “Lo que está haciendo Vitruvio es la misma estrategia que fondos como Madlyn están ejecutando en el barrio: comprar edificios, finalizar los contratos residenciales, y alquiler las viviendas como alquileres temporales, pisos turísticos o alquileres de habitaciones”, apuntan desde el Sindicato de Inquilinas. “Para ellos supone ganar mucho más dinero, pero para el barrio supone que la población se vea desplazada y cada vez tengamos que pagar alquileres más elevados”.
Debemos plantar cara a este tipo de proyectos que destruyen nuestros barrios, su tejido social y nuestras comunidades. De lo contrario, dejaremos de poder vivir en ellos.
Este artículo se ha escrito con información obtenida de eldiario.es, elsaltodiario.com y la web del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid |
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