Todo por Hacer (TxH): ¿Para quién no os conozca contadnos en líneas generales qué es el local anarquista Magdalena a día de hoy?
Local Anarquista Magdalena (LAM): El Local Anarquista Magdalena, situado a pie de calle en el barrio de Lavapiés, es una biblioteca social orientada a difundir las ideas libertarias y potenciar el pensamiento crítico, dispone de un fondo de más de 3.000 libros de temáticas variadas que podéis consultar en nuestra web. Además, cuenta con espacio y materiales para las actividades de colectivos asamblearios.
TxH: Vamos ahora a los orígenes. ¿Cómo surge el proyecto y en qué consistía en los primeros años? ¿Cuáles eran sus objetivos, qué proyectos integraba, qué actividades se hacían?
LAM: El origen de Magdalena es un poco difuso. Nace en un espacio de CNT en la calle Magdalena, un piso que llevaba usando el sindicato desde los años 70. A partir de los 90 lo van compartiendo con otros colectivos que se juntan allí. Llega un momento en que el sindicato no participa en el local y estos colectivos lo mantienen vivo. Para que os hagáis una idea, era un piso grande con varias habitaciones, por lo tanto, proyectos independientes podían usar distintos espacios. Por allí pasaron desde las Juventudes Anarquistas de hace muchos años, a la Federación Anarcopunk, colectivos muy diferentes sin un proyecto común. Cuando se mete también la editorial Klinamen y la distribuidora Mundo Muerto, empiezan a surgir proyectos que fueron dando lugar al local como lo entendemos hoy. En 2003 nace la Biblioteca Social Enoch, desde el objetivo de meter libros dentro de la cárcel mediante envío de catálogo, se fue abriendo al uso de cualquiera que pasase por allí. Luego llegará la librería, así como la videoteca y el archivo: las vértebras que van configurando el Local Anarquista Magdalena como entidad propia.
El objetivo siempre fue compartir las ideas libertarias, sin embargo, se convirtió en un sitio en el que quedar para las manifestaciones, realizar asambleas, recoger propaganda… Encontrarse. En esos tiempos le dábamos mucha importancia a las charlas y actividades, ya que la disponibilidad de tiempo y espacio lo permitía. Y hacíamos muchísima difusión, salíamos a pegar miles de carteles, tanto de las actividades, como el cartel genérico de Magdalena, durante cinco años sacamos un boletín mensual. Creemos que la evolución más bonita fue la posibilidad de encontrarnos con gente distinta que estaba envuelta en distintas luchas, muchas personas que están o han estado en la asamblea llegaron por medio de la asamblea antiespecista o de la asamblea contra los centros de menores. Durante el 15M y el verano de la JMJ, hubo mucho movimiento y mucha gente nueva empezó a frecuentar el proyecto. De esos encuentros entre colectivos y activistas nos hemos retroalimentado para generar más cosas: han surgido las jornadas “Dentro, Fuera, Dentro”, proyecciones en la plaza de Xosé Tarrío, el 5N antiespecista, el programa de radio “Cabezas de Tormenta”, la Bienal Anarquista de Madrid, implicación durante años en el Encuentro del Libro Anarquista de Madrid…
TxH: ¿Cuáles han sido las principales dificultades a las que os habéis enfrentado a lo largo de este tiempo? ¿Y los mayores cambios? Entre ellos, el principal fue el cambio de local en 2014. ¿Qué supuso esta mudanza? (menos participación, mayor esfuerzo económico, cambio de integrantes, etcétera)
LAM: El cambio de local sin duda ha marcado la vida del proyecto. Por una parte, la renta antigua de la calle Magdalena terminó en 2014. Pero al mismo tiempo, llevábamos años planteando la necesidad de estar a pie de calle. Un segundo piso, aún con renta antigua y mucho espacio, era algo que frenaba más a la gente para acercarse a la biblioteca o la librería, por mucho que hubiera un cartel invitando. Ahora, con un local bajo, notamos que muchas más personas descubren la biblioteca y entran. El cambio ha tenido su contraparte positiva.
Sin embargo, la mayor dificultad a la que se ha hecho frente fue el parón de encadenar las obras de la fachada, que nos hicieron cerrar en junio de 2019, con el estado de alarma. El 14 de marzo de 2020 habíamos preparado la fiesta de inauguración y se tuvo que suspender, ya que esa semana se empezó a desmoronar todo. El lunes siguiente se decretó el Estado de Alarma, no estuvimos ni dos semanas después de un cierre de 9 meses, y los que quedaban. Este tipo de situaciones afecta, ves que la gente pierde la relación con el local, al pasar tanto tiempo, se implica con otras cosas… Si Magdalena se mantiene es gracias a todas las personas que colaboran con aperturas, con cuotas, con propuestas. Hubo que creer mucho en el proyecto para mantenerlo latente, sumando meses de alquiler. Todos estos momentos de mudanza y obras erosionan mucho la cotidianidad del local, generan mucha más carga de trabajo e implican un desgaste mayor.
TxH: Veinte años son una generación entera. En este tiempo han pasado por el local infinidad de colectivos (entre los que nos incluimos) que lo han usado como base para asambleas, manifestaciones, guardar material… y también han apoyado en turnos, limpieza, financiación, etcétera. Todas estas idas y venidas de colectivos y proyectos han sido también en cierta manera un indicativo de la salud del anarquismo madrileño. ¿Cómo ha sobrevivido toda esta actividad al cambio generacional? ¿Ha habido relevo de gente joven y nuevos proyectos? ¿Ha habido mucha variación (a más o a menos) en el número de colectivos que pasan por el local? Si podéis mencionar algunos de ellos, tanto de antes como de ahora.
LAM: El momento más potente que hemos vivido a nivel de colectivos fue la época del 15M, era un momento de auge para los movimientos sociales en la calle y Lavapiés era un punto de encuentro político. Tal vez no se trataba tanto de más colectivos dando uso al espacio, sino de un entorno común que hizo de Magdalena su base de operaciones. Eso ha cambiado, no podemos hablar de un relevo generacional, en el sentido de que no vemos gente con 15 años menos participando del espacio, pero ha habido mucho movimiento, unas llegan, otras se van, muchas permanecen de distintas formas, y en general se mantiene nuestro rango de edad sin grandes diferencias.
Los colectivos que más tiempo llevan haciendo casa en Magdalena son la Asamblea Antiespecista de Madrid, desde 2009, y la editorial Ochodoscuatro, desde 2013. También se han juntado el Encuentro del libro Anarquista de Madrid, Grupo Complicidad, Todo por Hacer, LoComún, editorial Klinamen, Asamblea contra los centros de menores y Colectiva Empatía entre otras. Durante varios años participaban asambleas contra la gentrificación del barrio como STOP HOTEL (para parar la construcción del Hotel IBIS en la Plaza de Lavapies) y Paremos Hotel Cabestreros. Le han dado uso a la radio “Cabezas de Tormenta” y “Aniguales”, y lo siguen haciendo “Abajo el Trabajo” y “Lluvia con truenos”. Además, están en activo Liza, Rojava Azadí, Bienal Anarquista de Madrid, La Mudanza (software libre), Cine Fórum Dos Hermanas y clubs de lectura.
TxH: Por experiencia propia sabemos que no solo es difícil el relevo generacional en el público de los proyectos sino también (o más) en las integrantes del propio colectivo. ¿Cómo veis el futuro en este aspecto? Las personas que sacáis adelante Magdalena no sois las mismas que hace veinte años (¡aunque alguna aún resista!) ¿Cómo habéis logrado hasta ahora mantener en marcha el proyecto y su esencia renovando a sus integrantes (y sin «quemarse» las más antiguas con el paso del tiempo)?
LAM: El proyecto ha ido pivotando sobre un núcleo de integrantes que se han mantenido a largo plazo, claro que han pasado muchas más por la asamblea en dos décadas, pero las que más tiempo llevamos coincidimos durante años con aquellas que lo iniciaron. Somos pocas, pero comprometidas. Entendemos que se necesita un grupo unido y estable para mantener este tipo de proyectos, pero igual de importante es construir una red de apoyo que colabore con la difusión, turnos de apertura, organización de actividades, etc.
TxH: Contadnos qué tenéis en mente para los próximos tiempos. ¿Han cambiado vuestros objetivos o se mantienen? ¿Qué actividades/novedades estáis realizando o tenéis planeadas próximamente?
LAM: Mantenemos las mismas líneas: alimentar una comunidad de lucha en torno al espacio, capaz de abarcar la diversidad de problemáticas que nos atraviesan. Esperamos poder impulsar la infraestructura con la que contamos y seguir ampliando la biblioteca como herramienta para movimientos sociales y colectivos políticos.
TxH: ¿Cómo se puede apoyar al local?
LAM: Nos podéis hacer recomendaciones de libros, y mucho mejor donarnos esos libros (los que consideres útiles, no los que ya ibas a tirar al contenedor azul ; ) El local es un espacio alquilado y pagamos ese alquiler con eventos que montamos, con donaciones puntuales y con gente que pone cuotas mensuales. Esas cuotas mensuales nos hacen contar con un dinero fijo al mes y son las que nos dan estabilidad.
TxH: Por último, ¿qué valoración hacéis de este recorrido?
LAM: Nuestros intereses y expectativas han ido cambiando con el paso del tiempo, al igual que han ido cambiando nuestras vidas, y es ahora, que los ritmos personales y políticos dificultan más tener puntos y momentos de encuentro, cuando hemos llegado a apreciar la importancia de las redes y la comunidad generada en este recorrido. Creemos que el local puede ayudar a revitalizar estas redes, esta comunidad, y a potenciar la perspectiva y los modos de hacer anarquistas dentro de las luchas (antiguas o nuevas) de nuestro entorno.
TxH: Terminamos dándoos las gracias por esta entrevista y de nuevo la enhorabuena. Esperamos que el local siga vivo y combativo durante muchos años. Cualquier cosa que queráis añadir, adelante.
LAM: Muchas gracias a vosotres. Llevamos muchos años compartiendo militancia ambos proyectos y esperamos poder hacerlo durante muchos más.
Si estás interesada en hacer una donación puntual o poner una cuota en la web puedes encontrar la información. Y si te apetece colaborar en el proyecto para que te avisemos para jornadas de curro, pegar carteles… escríbenos al correo localmagdalena@gmail.com