Autor: Tomás Ibáñez García. Editorial: GEDISA. 2024. 112 páginas
¿En qué momento el pensamiento fundacional entró en las filas de los anarquismos? ¿Qué peligros inadvertidos encierra este oxímoron? ¿Cómo volver al origen sin reivindicar un origen estable? Si todo arché, todo principio fundacional, conlleva el riesgo del totalitarismo, el anarquismo debe problematizar y combatir el regreso a cualquier fundamento que se pretenda sólido, atemporal y dogmático. Sin embargo, el mal contra el que se lucha existe también, a menudo, en la propia trinchera.
En este lúcido ensayo, Tomás Ibáñez, reconocido militante libertario, remueve las aguas del pensamiento anarquista para señalar los peligros que anidan en las contradicciones internas del movimiento. La dominación, como Proteo, tiene una y muchas caras que se manifiestan y cambian sujetas a la época que las cobija. Si los anarquismos pretenden hacer frente a la lógica de la dominación, tienen que aceptar, a su vez, la misma lógica cambiante.
“Porque, si bien se trata de luchar contra la dominación y, no en vano, los anarquismos representan lo que contradice frontalmente la propia lógica de la dominación, también se trata de no reproducir en la lucha aquello mismo que se pretende combatir. Esa exigencia conduce al anarquismo no fundacional a tener que problematizar constantemente sus propios axiomas, a fin de sondear hasta dónde es posible pensar el anarquismo de otro modo que el consuetudinario.
Por eso, dicho sin ambages y sin pretender que el anarquismo no fundacional sea algo así como el auténtico, el que pondría de manifiesto el carácter insuficientemente anarquista de las distintas variantes del anarquismo, lo concibo como que habría incorporado una suerte de antídoto contra las huellas que el fundacionalismo ha dejado en los anarquismos.”