Entrevista a Emilio Crisi, autor de «Manchuria, la revolución olvidada»

Con motivo de la reciente publicación de su libro Manchuria, la revolución olvidada: Tres años de comuna libertaria impulsada por el anarquismo coreano, por parte de la editorial Descontrol, entrevistamos a su autor Emilio Crisi, que acaba de concluir una gira de presentaciones de este ensayo por la Península ibérica.

Nos gusta empezar las entrevistas a personas que provienen de otros territorios preguntando por la situación política y social de su región. En tu caso, vives en Rosario, Argentina, por lo que nos gustaría que nos explicaras cómo se ha transformado el país tras la llegada al poder de Javier Milei y qué tipo de resistencias se están desarrollando contra su gobierno.

Bien, en nuestro último Congreso de la Federación Anarquista de Rosario hemos caracterizado al Gobierno de Javier Milei como un Gobierno «Turbo Capitalista», término acuñado por la hermana CGT de España. Esto por el grado de aceleración en Argentina, por ejemplo, de las reformas y medidas antipopulares, la desregulación de la economía, la transferencia de recursos a sectores concentrados,  multinacionales extractivistas, sectores financieros. También por la aceleración en el vaciamiento y recorte presupuestario del sector público, como la salud, la educación, servicios como el transporte, las rutas.

Advertimos un grave retroceso en derechos sociales y conquistas históricas.

También asistimos a un aumento de la pobreza de un 42 a un 52%, cientos de miles de despidos, un importante incremento de la desigualdad, un marco regulatorio mucho más favorecedor al patrón, a los poderosos, un avance hacia reformas laborales antiobreras, mayor flexibilizacion y precarización laboral. Avanzamos claramente hacia la pérdida de autoabastecimiento energético, profundización de la destrucción de la industria y un cierre masivo de empresas. Creemos que los capitales que podría atraer Milei son solo especulativos y no van a generar nuevas fuentes de trabajo. Estas políticas refuerzan aún más la reprimarización de la economía en cuanto a la matriz productiva del país. Vamos hacia una caída de las economías regionales, refuerzo del centralismo en CABA y AMBA y como corolario un alineamiento incondicional al imperialismo norteamericano sin negociar nada ni pedir nada a cambio. Además Milei evidenció rápidamente lazos estrechos con las más variadas extremas derechas mundiales.

Por último, vemos que se avanza también en la normativa por la liberalización y mercantilizacion de las relaciones sociales, sobre todo lo que atañe a la relación trabajador-patrón. El enemigo del gobierno son los sindicatos, claramente.

Milei claramente no vino a destruir el Estado, sino a reforzar los aspectos capitalistas, represivos y de control social del mismo. Sí ha avanzado en el desfinanciamiento del sector público como la educación, la salud y los beneficios sociales.

Como hechos gravitantes podemos mencionar las huelgas sectoriales del sindicato de Aceiteros, de estatales de ATE, gremios docentes, judiciales, trabajadores de la salud, de los jubilados, pero lo más trascendente tiene que ver con las grandes movilizaciones y huelgas en defensa de la educación universitaria, que aglutinan a cientos de miles de personas, muchas de ellas agrupadas en sindicatos de docentes, de personal no docente y estudiantes.

Para quien no te conozca, eres cofundador de la editorial Último Recurso, miembro del Centro de Estudio Universitario del Sur, de la Federación Anarquista de Rosario (ex Columna Libertaria Joaquín Penina), de la Agrupación de Estatales Luisa Lallana y de la Asociación de Trabajadores del Estado. ¿Nos podrías resumir en qué consiste tu trabajo militante y el de las organizaciones en las que participas?

Mi participación en la editorial y los centros de estudios son de hace mucho tiempo y ya no participo más hace años. Sí dedico energía y tiempo de militancia política en la FAR, donde pensamos y analizamos la realidad, vemos cuál es la mejor forma para intervenir en ella, qué aspectos debemos tener en cuenta y qué aportes puede hacer nuestra teoría a la hora de pensar y reflexionar sobre lo que acontece en este contexto. También, además de trabajar en la Municipalidad de Rosario, soy delegado gremial y participo de la Comisión Directiva de ATE Rosario, junto a nuestra Agrupación Luisa Lallana. Los sindicatos son herramientas importantísimas para enfrentar los avances de los de arriba, del Gobierno y de las patronales privadas. Además, creo, son germen de nuevas formas de sociabilidad, nuevas relaciones sociales y valores de la sociedad a la que aspiramos.

Recientemente, has publicado con la editorial barcelonesa Descontrol tu ensayo «Manchuria, la revolución olvidada. Tres años de comuna libertaria impulsada por el anarquismo coreano (1929-1932)». ¿Cómo se produjo esta revolución anarquista?

Esta revolución fue un hecho histórico de gran envergadura, solo comparado para los anarquistas con la Ucrania del 18 o la España del 36 y fue una revolución campesina principalmente impulsada por el anarquismo coreano -nucleado en la FACC, además de agricultores locales, campesinos colonos emigrados de Corea, maestros rurales, soldados de la División Norte del Ejército Independentista, entre otros.

Según relatas, participaron entre dos y tres millones de personas en esta revolución y durante tres años se liberó un territorio equivalente a la mitad de la península ibérica. ¿Por qué crees que esta revolución ha pasado tan desapercibida en la historiografía oficial, pero también en la social, en comparación con las revoluciones española (1936) y ucraniana (1918)?

Es un hecho poco conocido por varias razones. La historiografia occidental, incluida la del anarquismo, no se ha caracterizado en general por abordar temas de oriente. Por otro lado es un hecho acontecido hace ya 95 años y territorialmente muy lejos de aquí. Incluso cuando intenté gestionar visas para ir a continuar la investigación, fueron gestiones infructuosas con las embajadas de China y Corea del Sur. Corea del Norte desde ya no tiene personal diplomático en Argentina.

Por último es válido mencionar que ha quedado poca documentación del tema, ya que la zona en cuestión fue invadida y saqueada en reiteradas oportunidades. Por esto es un hecho poco abordado para la historiografía de izquierda.

Imaginamos que casi un siglo después de estos hechos no debe ser fácil hablar con personas que los vivieron. ¿Cuáles fueron tus fuentes de conocimiento? ¿Cómo te documentaste acerca de lo que ocurrió en Manchuria?

Curiosamente la mayoría de las fuentes no provienen del anarquismo. En este caso, solo pude acceder al libro (traducido al inglés) de Ha Ki-rak, gran historiador del anarquismo coreano y militante de los levantamientos estudiantiles de mediados de siglo XX. Ha Ki-rak menciona la revolución campesina de Manchuria en uno de los capítulos.

Entonces ahí decidí empezar a leer historiografía en general de Corea. Accedí por un lado a fuentes historiográficas nacionalistas de Corea del Sur, puntualmente porque los referentes anarquistas de la comuna, además son considerados héroes de la guerra de independencia. Por otro lado, accedí a historiografía juche, maoísta y estalinista de Corea del Norte y China respectivamente, donde detallan con desagrado los avatares de la lucha junto a los anarquistas. Por último, encontré información en la historiografía de la iglesia metodista de Corea, ya que varios de los referentes anarquistas eran metodistas.

La Comuna de Manchuria se tuvo que enfrentar a los imperialismos japonés y soviético. ¿Fueron éstos quienes pusieron fin a esta experiencia libertaria?

Puntualmente, el ocaso de la Revolución se originó en la precipitada invasión del ejército del imperio japonés, para el año 32, más allá de que hay indicios de traición y entrega de algunas posiciones por parte del Partido Comunista Chino, donde participaban los marxistas coreanos.

Por último, has escrito acerca de otros procesos revolucionarios libertarios diversos, en obras como “La Comuna de Encarnación en Paraguay – 1931”, “Impulso de Núcleos Anarquistas en los Movimientos de Trabajadores Desocupados en Argentina”, “Toma del Palacio de Los Leones, Rosario Argentina – 1921”, “Huelga General en Tesalónica, Grecia – 1936” y “El Anarquismo organizado en la Storstrejken o Gran Huelga y el nacimiento de la SAC en Suecia – 1909”. ¿Qué elementos en común has encontrado entre todas estas revoluciones?

Quizás no puedo generalizar, pero creo que me he puesto a investigar estos temas por la importancia que tienen las influencias de nuestra militancia, de nuestras organizaciones políticas, a la hora de pensar y proyectar un proceso de transformación social revolucionaria. Sin organización política Anarquista sería más difícil influenciar con nuestros principios y aportes para que un proyecto de emancipación social tenga aspectos de solidaridad, de independencia de clase, de apoyo mutuo y de democracia directa.

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