Comunicado de la CNT-AIT de Fraga en solidaridad con las persones afectadas por la DANA de noviembre de 2024
Durante estos últimos días, las personas que componemos el Sindicato hemos estado siguiendo con impotencia y dolor los hechos catastróficos que han tenido lugar en varios territorios a causa de la DANA, principalmente en las provincias de Valencia y Albacete. Centenares de muertos, miles de desaparecidos, calles colapsadas y pueblos arrasados. Unos hechos que vienen determinados por un fenómeno de carácter natural, pero con unas consecuencias evitables que responden a las lógicas del sistema en el que vivimos. Es por eso, que además de lamentar las pérdidas humanas y materiales, consideramos necesario poner sobre la mesa una visión crítica de los hechos, así como señalar a los culpables que enviaron a la muerte o pusieron en peligro tantas vidas.
En primer lugar, queremos expresar nuestra solidaridad incondicional con los pueblos vecinos y hermanos que han sufrido esta desgracia. También, poner en valor la rápida y desinteresada respuesta de la gente, evidenciando una vez más que, delante de la incompetencia y frialdad de empresarios y políticos, la clase trabajadora solo nos tenemos a nosotros mismos. Una demostración ejemplar del espíritu de apoyo mutuo y acción directa que muchos creían desaparecido.
De la misma manera, cabe destacar la negligente gestión por parte de la clase política, que como la mayoría de empresas, priorizaron la producción por encima de la seguridad de la población. Negacionismo climático, planes urbanísticos fruto de la especulación y colaboracionismo íntimo con la patronal, en resumen, una población abandonada a su suerte.
En segundo lugar, creemos que delante de sucesos de crisis como este, es necesario mantener cierta determinación, evitando caer en discursos incendiarios que solo pretenden capitalizar la desgracia en favor del rédito político o económico. Aunque no son la norma, son muchas las organizaciones que pese a no tener un arraigo en la clase trabajadora, han aprovechado la situación para hacer uso de su potencia mediática y han vertido toda la maquinaria reaccionaria sobre un ambiente de cierta desorientación. Frente a esto, necesitamos mantenernos firmes en los ideales de solidaridad, apoyo mutuo y acción directa y en la convicción de que pertenecemos a la clase de los oprimidos, que nuestro enemigo no es ni será nunca nuestro vecino, venga de donde venga.
Por último, no podemos dejar de lado el contexto global en el que se sitúa esta desgracia. Un contexto donde el sistema de producción capitalista y las lógicas imperantes nos conducen cada vez más hacia el abismo ecosocial. Un cambio climático casi irreversible que hace del tan apreciado Mediterráneo una bomba de relojería. Una creciente crisis social y bélica donde la gente se ve obligada a migrar y donde las condiciones de vida empeoran cada vez más, hasta para las llamadas clases medias. Delante de las palabras vacías y la incapacidad de la izquierda por mejorar estas condiciones, una ola de fascismo y neoliberalismo radical intenta recoger, muchas veces con éxito, el malestar de la gente.
Nosotros, como todo el conglomerado de movimientos sociales que actúan con independencia política, creemos que no podemos seguir esperando que la solución venga desde la política institucional, la cual siempre priorizará los intereses de la burguesía. Mucho menos desde la caridad de empresarios que viven a años luz de la realidad. Nosotras creemos en la autoorganización obrera, en el sindicalismo de clase y apartidista como herramienta de autodefensa, pero también como herramienta de rotura y emancipación del sistema que nos conduce a situaciones como esta.
Y es que un sistema que no antepone la vida sobre todo lo demás, está condenado al desastre