En los últimos años, la presencia mediática de la empresa Desokupa ha subido como la espuma. La primera vez que tuvimos constancia de su existencia fue en torno a los años 2015 o 2016, cuando el movimiento de vivienda empezó a detectar la presencia de matones que acudían a realizar desalojos extrajudiciales, contratados por propietarios de inmuebles de alto standing okupados, tanto en Madrid como en Barcelona. Y en la primavera de 2016 el periódico Diagonal, predecesor del actual El Salto, publicó un artículo titulado «Paramilitares y extrema derecha integran una empresa que ejecuta desalojos extrajudiciales«, en el que desvelaba que en esa empresa trabajaban milicianos ultraderechistas de Europa del Este y luchadores de artes marciales.
Poco después, empezaron a brotar como setas distinas empresas de desokupación de marca blanca, replicando el modelo de Desokupa. Desokupa Exprés, Bastión Desokupa, Fuera Okupas, D&S, DIO Express, ServiOkupas y Exon son solo un puñado de las muchísimas empresas de desokupación de Hacendado que han surgido en los últimos años y se lucran con el sufrimiento ajeno. Por un módico precio de unos miles de euros, estas empresas buscan formas «creativas» para expulsar familias, personas sin alternativa habitacional, o centros sociales que llenan barrios obreros de proyectos alternativos de forma veloz, ahorrando a propietarios el molesto proceso de denunciar ante un Juzgado y tener que acudir a un juicio a explicar por qué tienen un edificio vacío, muerto, y quieren echar a quienes lo llenan de vida. Se trata, por tanto, de una privatización de un «servicio público», una justicia paralela para ricos, que prescinde de las garantías procesales (que muchas veces brillan por su ausencia en juicios en los que muchos jueces empatizan más con los especuladores que con las familias en situación de calle que se meten donde puedan para tener un techo sobre sus cabezas) y de la posibilidad de que se pueda retrasar un desalojo cuando existe una situación vulnerable que atender.
Casi una década después de si irrupción, Desokupa ya no es simplemente una empresa que ejecuta desahucios al margen de la ley (y que lo hace, en muchas ocasiones, con colaboración o conocimiento de la policía, que observan cómo entran en viviendas y expulsan a sus moradores sin una autorización judicial). Se ha convertido en un actor político importantísimo, que ha intentado influir en los últimos ciclos electorales para dirigir al electorado a opciones ultraderechistas. Por ejemplo, en mayo de 2023, Desokupa atacó ferozmente al movimiento okupa de Barcelona, justo antes de las autonómicas del 28M. Un mes después, en junio, pagó cientos de miles de euros por colgar una lona en el centro de Madrid atacando al PSOE (“Tu a Marruecos, Desokupa a la Moncloa”) y difundió vídeos insultando a políticos y alentando la teoría de un presunto fraude electoral. Y unos meses después, organizó, junto a influencers de extrema derecha como Alvise Pérez, las protestas del Noviembre Nacional y las concentraciones frente a Ferraz para oponerse al pacto de investidura de Pedro Sánchez y su alianza estratégica con partidos independentistas, que se cristalizaría en la Ley de Amnistía.
Mediante el uso de lonas (ya van unas cuantas), vídeos de Youtube relatando sus vivencias y sus éxitos, pseudodocumentales mesiánicos, el uso de redes sociales para difundir bulos – sus cuentas superan los 100.000 seguidores en Twitter e Instagram y 200.000 en TikTok – y sus convocatorias en la calle, Desokupa está marcando tendencia. Lo hace a la derecha incluso de Vox (partido del que se ha desvinculado públicamente por ser taurino) y está influyendo, de manera muy exitosa, sobre miles de personas, muchas de ellas muy jóvenes, que terminan por abrazar ideas fascistas.
Pero sus alianzas no se reducen a grupos derechistas privados, sino que la empresa también está cultivando relaciones institucionales a muy alto nivel: en los últimos meses, se ha descubierto que ha llegado a un lucrativo acuerdo con el Sindicato Unificado de Policía para formar a policías y mossos en combate cuerpo a cuerpo y autodefensa. El Ministerio del Interior de Marlaska abrió un expediente al SUP por esto, pero finalmente lo archivó.
Debido a su creciente influencia, no sorprende que Desokupa haya suscitado el interés de los medios en el último año y que hayan salido interesantes reportajes al respecto. Uno a destacar es la excelente serie de artículos publicados por Laura Galaup y Dani Domínguez en La Marea, titulados «La fórmula Desokupa: racismo, agitación social y desinformación«, «El lucrativo negocio de Desokupa, al descubierto» y «Las oficinas ‘antiocupas’ en los nuevos gobiernos autonómicos no son una prioridad«. Recientemente, a propósito de la presencia de elementos ultraderechistas en València tras el desastre de la DANA, el digital Público publicó un artículo titulado «Revuelta, Desokupa y Núcleo Nacional: la sombra de los grupos nazis envuelve los altercados contra Sánchez y los reyes«.
Este tipo de investigaciones resultan bocanadas de aire fresco frente a la mayor parte del “periodismo” que se practica en este país, que no tienen problema en dar voz a desokupadores – lo cual resulta en su blanqueamiento –, hacerles participar en tertulias o les dedican publirreportajes sobre cómo ayudan a pobres ancianos que dependen del alquiler del piso que les han okupado para sobrevivir, o sobre cómo una señora bajó a comprar el pan y unos desalmados entraron en su casa y ahora viven en ella.
El periodismo mínimamente crítico con estas organizaciones, que cada vez más poderosas, no está exento de riesgos. Y es que hace unos meses, concretamente el pasado mes de septiembre, se filtró que Equipo de Investigación (La Sexta) estaba preparando un reportaje sobre la empresa, a lo que respondió el jefe de ésta, Dani Esteve, en un vídeo de Youtube que conocía a todos los periodistas del programa y que sabía dónde vivían y a qué colegios van sus hijos. ¿Cómo de impune se ha de sentir para pensar que puede amenazar de esa manera a un programa mainstream de la tele sin que le vaya a pasar nada?
En los últimos días, las compañeras de Sistema 161 han publicado una serie de artículos tras «analizar 50 empresas dedicadas a los desalojos, aquellas que han mantenido actividad entre 2023 y noviembre de 2024«. La primera parte de su investigación investiga los vínculos entre Desokupa y grupos nazis. La segunda repasa los delitos que cometen estas empresas, los juicios que han tenido y cuáles han acabado en condena. La tercera es una investigación sobre el funcionamiento de este tipo de empresas. La cuarta se titula «Cómo combatir a una empresa «Desokupa»» y la vamos a reproducir a continuación. Y, por último, la quinta se titula «Bulos sobre la okupación y Desokupa«.
Cómo hacer frente a una empresa tipo “Desokupa”
Es posible que te encuentres en la situación de estar en casa cuando, a primera hora de la mañana, llaman a la puerta. Al mirar por la mirilla, ves a tres hombres grandes, vestidos de negro y tatuados. En sus camisetas puedes leer algo parecido a «Desokupa» o «desokupación». Son de una empresa de desalojos y te informan de que debes abandonar tu hogar, incluso ofreciendo dinero para que lo hagas. Te entregan un documento para que lo firmes y mencionan la posibilidad de hacer un control de acceso.
Pero, ¿cuáles son tus derechos en esta situación? ¿Cómo debes actuar?
Medidas previas
Las empresas que siguen el modelo de Desokupa no solo actúan en casos de ocupación ilegal (usurpación), sino también en situaciones donde el inquilino ha dejado de pagar el alquiler (inquilino moroso). Incluso se han dado casos en los que han intentado desalojar a personas que están al corriente en los pagos.[1]
Si sabemos que estamos en una situación complicada con la vivienda, que tenemos discusiones con el casero o prevemos que no podremos seguir pagando el alquiler, es fundamental tomar medidas preventivas con antelación.
Red de contactos
Es recomendable que hayas creado previamente una red de amigos, conocidos y contactos que, en caso de enfrentarte a la visita de una de estas empresas, ya estén al tanto de la situación y puedan acudir rápidamente para ayudarte. Esta red de apoyo también puede ser útil para asistir a otros compañeros que se encuentren en la misma situación. Mediante un grupo de Telegram es una forma sencilla de organización.
Mantener una buena relación con tus vecinos siempre es beneficioso; pueden avisarte si alguien ha venido. Además, para instalar un control de acceso en las zonas comunes, es necesario contar con el permiso de la comunidad. Si la comunidad se opone, dicho control de acceso no será legal en las áreas compartidas.
Qué organizaciones me pueden ayudar contra una empresa de desokupación
Una buena medida para enfrentarte a las empresas de desahucios es organizarte con colectivos que luchan por una vivienda digna en tu zona, ya sea antes o después de recibir una visita de este tipo.
En las grandes ciudades, estos colectivos suelen organizarse por barrios, mientras que en ciudades más pequeñas suelen hacerlo a nivel municipal. Si no conoces a nadie directamente o tus amigos no tienen contacto con estas organizaciones, puedes buscar en internet si existe algún grupo en tu área. Los nombres que utilizan suelen ser similares, solo necesitarás añadir el nombre de tu barrio, ciudad o pueblo al final.
Nombres habituales:
- Sindicato de vivienda de…; Sindicato de inquilinas de…; PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) de…; Stop Desahucios de…. También puedes buscar si existe un CSO (Centro Social Okupado) cerca tuyo o incluso un sindicato.
- En Cataluña, Valencia o Baleares es muy probable que el nombre que utilicen sea el mismo por en catalan. Siendo las traducciones: Sindicats d’habitatge…; Sindicat de llogateres…; CSO (Centre Social Okupat)… Aunque estas no son las unicas posibilidades: Sindicat de barri; L’oficina per l’okupació de València; luego existen otras asambleas de barrio que empiezan por Cuidem (y el nombre del barrio: cuidem benimaclet); i EntreBarris (que aglutina otros barrio).
- Si vives en País Vasco o Navarra los nombres estarán seguramente en euskera, siendo la traducción a: Etxebizitza sindikatu…
Cómo actuar si una empresa tipo desokupa está en tu puerta
No dejarles entrar
Lo primero que debes saber es que no estás obligado a dejarles entrar.[2] Ni siquiera la policía puede entrar en tu casa, independientemente de si está ocupada o has dejado de pagar el alquiler; solo pueden hacerlo si tienen una orden judicial que lo permita. Es ilegal que cualquier miembro de una empresa de desokupación entre en tu hogar sin tu consentimiento.[3] Lo más recomendable es no abrirles la puerta en absoluto. Si les permites entrar, corres el riesgo de que intenten quedarse y continúen ejerciendo presión para que te marches.[4]
Graba todo
Si es posible, graba todo lo que sucede y lo que dicen. Es preferible hacerlo en vídeo, pero si no es posible, un audio también sirve. De esta manera, tendrás pruebas de sus acciones. Es muy probable que ellos también estén grabando, y podrían usar esos videos en tu contra siempre que puedan, mostrando solo las partes que les convienen.
En algunos casos, los vecinos han podido capturar delitos cometidos por estas empresas utilizando cámaras que graban su jardín o la puerta de entrada.
Para que la conversación sea legal, quién graba debe ser parte activa. Quien está grabando debe hablar en algún momento. Será legal grabar la conversación aunque no se avise al resto de interlocutores. Lo que sí constituye un delito es grabar una conversación en la cual no se participa y sin haber avisado.[5]
No firmes nada
Lo más común es que intenten convencerte de firmar un documento comprometiéndote a abandonar la vivienda. No tienes ninguna obligación de firmar nada.
¿Qué pasa si ya he firmado y comprometido a desokupar mi casa?
Si ya has firmado este tipo de contrato o documento, no debes preocuparte, ya que no tiene validez legal. Un papel que ellos han impreso en su oficina, por muy oficial o lleno de lenguaje legal que parezca, no tiene ningún valor. Hay numerosos casos en los que se firmó este documento, pero, tras organizarse en algún colectivo, quedó sin efecto. Muchas de esas personas siguen viviendo en la misma casa a día de hoy.
El único propósito de este documento es ejercer presión y asustar a los inquilinos para que crean que deben marcharse.
No caer en sus mentiras, exageraciones y amenazas
Es bastante común que adopten una actitud arrogante, diciéndote que estás obligado a marcharte, que llamarán a la policía, a la televisión o incluso a los bomberos. Pueden ofrecerte dinero o hacer cualquier amenaza o promesa que se les ocurra. No son personas de fiar; es habitual que no cumplan lo que prometen y que te engañen para que te vayas.
En muchos casos, lo que dicen son mentiras. Solo estarás obligado a irte si un juez lo ordena y existe una resolución judicial.[6] Antes de eso, pueden contarte lo que quieran, pero sin una orden judicial no pueden hacer nada. De hecho, cuando un juez emite una orden de desalojo, será la policía la que actúe, no la empresa de desokupación.
Lo mismo ocurre si amenazan con llamar a la policía. Sin una orden judicial, da igual a quién llamen, como si llaman al presidente.
El intento de desalojo de Amparo por parte de Brigada Desokupa es un buen ejemplo. Los miembros de la empresa acudieron con la policía y un hombre que decía ser abogado (aunque no lo era), pero desde dentro de la vivienda se les respondió con firmeza, insistiendo en que no contaran historias y preguntando por la orden judicial. A pesar de las presiones, ni la policía ni los miembros de Brigada Desokupa pudieron hacer nada y finalmente se marcharon sin éxito. Aquí os dejamos el video.[7]
Exige que se los identifique
Es probable que la policía acuda durante el intento de desalojo. En ese caso, es importante insistir en que se identifique a los miembros de la empresa de desokupación, ya que esta información será útil si más adelante deseas presentar una denuncia o conocer quiénes son exactamente.
Si están dentro de tu casa y la policía ha llegado, insiste en que deseas que los desalojen de la vivienda y que quieres que sean detenidos por coacciones o allanamiento de morada.
Medidas a tomar si vas a recibir una visita de una empresa de desokupación
Si una de estas empresas ha realizado su primera visita o sabemos que van a hacerla, podemos tomar diferentes decisiones.
El tiempo es oro
El tiempo es crucial. Estas empresas trabajan por dinero, y sus tarifas mínimas pueden ser de 2.500 €, pero fácilmente pueden llegar a los 5.000 € o incluso 10.000 € o más si el caso es complejo. Cuanto más tiempo se prolongue el proceso, es más probable que desistan, ya que el propietario podría cansarse de pagarles. Cuanto más tiempo dediquen a un caso, más tiempo que no dedican a otros casos.[8]
Alargar el proceso lo máximo posible puede ser una de las formas más eficaces de que abandonen, simplemente porque no les resulta rentable económicamente.
Reforzar la entrada
Aunque legalmente no pueden entrar en tu casa, es probable que intenten saltarse la ley para lograr el desalojo. Asegúrate de que las ventanas cierren bien, instala un buen pestillo y refuerza posibles puntos de acceso para evitar que entren. Lo más simple a veces es lo más eficaz, un tablón de madera que apoya en la puerta y en la pared de enfrente, hace imposible abrir la puerta.9
No dejar la vivienda vacía
Es muy recomendable no dejar la vivienda sola. Tanto los colectivos de vivienda como conocidos a menudo se organizan para hacer turnos y asegurar que siempre haya alguien dentro de la casa. Es común que intenten entrar o intimidar durante los turnos de trabajo o cuando los residentes están yendo al colegio.
Si no puedes mantener la casa siempre con gente, que tus vecinos estén informados y puedan avisarte puede ser de gran ayuda.
Infórmate sobre la empresa y no les des la tuya
Lo más probable es que te hayan dado una tarjeta o que en sus camisetas tuviesen un logotipo específico. Con esta información, puedes investigar todo lo posible sobre esa empresa en concreto. Busca el CIF, el registro empresarial, posibles condenas, noticias en la prensa, denuncias de colectivos de vivienda, y qué vehículos utilizan. Conocer quiénes son y cómo opera esa empresa te ayudará a prepararte y organizarte mejor.
Ellos harán lo mismo contigo, buscando información personal que puedan usar en tu contra para lograr sus objetivos. Por ejemplo, poner tus redes sociales en privado lo antes posible es una forma sencilla de complicarles la tarea. Además, evita proporcionarles cualquier información personal, por mucho que insistan. Darles siempre respuestas cortas y con la menor información personal posible.
Saber si los han engañado
En el anterior punto recomendamos no dar ningún tipo de información. Pero en algunos casos puede ser útil. Algo que no les gusta para nada a este tipo de empresas es que los correspondientes caseros les mientan, provocando que rechacen continuar.
En muchas ocasiones los caseros engañan a los miembros de empresas de desokupación para que vayan de una forma más dura para el desalojo. Por ejemplo, diciendo que es un caso de okupación, cuando es impago de alquiler. Hablando de que son traficantes cuando realmente son una familia.
Son varios los casos donde miembros de una empresa de desalojos tras conocer este engaño por parte del casero han rechazado el caso o al enterarse de que ha incumplido muchas más leyes que los propios inquilinos, han abandonado el caso. Este tipo de mentiras fácilmente puede meterles en problemas judiciales, aparte a nadie le gusta que le engañen u oculten información.
Denuncia lo sucedido
Señalar y que se vean expuestos es algo que a ninguna de estas empresas les interesa. Generalmente, la versión que presentan en redes sociales o medios de comunicación está bastante “retocada” a su favor, manipulando la información para mostrarse como los buenos.
Revelar sus mentiras y la situación real, como la presencia de niños, personas dependientes, contratos de alquiler abusivos, propietarios especuladores, o la falta de recursos, no les interesa que se conozca. Estos detalles suelen omitirse en sus entrevistas y no les gusta que salgan a la luz.
Dependiendo de lo que cada uno considere oportuno, puede buscar apoyo en colectivos de vivienda para exponer el caso o en medios de comunicación progresistas que no manipulen la información, como La Directa, La Marea o El Salto…
Denuncia legal
El hecho de que hayas dejado de pagar el alquiler o estés ocupando una vivienda no te quita tus derechos. Si te amenazan, golpean, coaccionan, rompen parte de tus muebles o pertenencias, o entran en tu casa sin permiso, sigue siendo un delito por el cual puedes denunciarles. Varias empresas de desocupación han sido condenadas por diferentes motivos debido a estas acciones.
Cómo actuar si recibo amenazas de empresas tipo “desokupa”
Es posible que recibas visitas, llamadas o mensajes de una empresa de desokupación/desalojos, acompañados de amenazas o formas de acoso para que abandones tu casa. En estas situaciones, donde estas empresas sobrepasan completamente la legalidad, los consejos suelen ser los mismos: contar con una red de contactos, grabar todo y no firmar nada.
Es crucial grabar todo lo que suceda, capturar pantallas y guardar audios que envíen. Desde el Sindicato de Inquilinas de Tenerife (SIT) sugieren que, en casos graves de acoso constante que excede los límites legales, evites que puedan identificar tu coche aparcando lejos del edificio, ya que han recurrido a pinchar ruedas y romper ventanas. También recomiendan salir de casa acompañado o grabando, más consejos que ya hemos mencionado.
Desde el SIT también recomiendan llamar al 112 si miembros de una empresa desokupación entran a tu casa sin permiso, así como buscar denunciar lo sucedido ante la prensa. Otro consejo que dan es el acudir al médico o psicólogo en caso de que resulten afectados, en caso de una agresión contar con un parte médico es una prueba fundamental. El SIT ha presentado ya varias denuncias contra esta empresa concretamente, apoyándose en todas las pruebas recogidas.[10]
¿Llamar a la policía?
Llamar a la policía o no es una decisión de cada uno, aunque a la mínima que se forme algo de revuelo tarde o temprano alguien acabará llamando. Siempre hay que saber que es mucho más probable que se pongan del lado de los desokupas e incluso busquen ayudarles o sean ya conocidos. Por eso es importante todo lo que hemos contado anteriormente, si se quiere denunciar sus actividades ante la policía hay que tenerlo bien documentado y con pruebas. Si te piden eliminarlo no hacerles caso o mejor aún haber enviado copia a gente de confianza.
Informarte lo mejor posible sobre tus derechos y posibles delitos siempre será de gran ayuda. Aunque resulte difícil no caer en las provocaciones e intentos de hacerte perder la calma por parte de los desokupas.
Actuar frente a un control de acceso
Es muy común que amenazan con realizar un control de acceso, pero es muy raro que lleguen a tomar esta medida. El gasto que supone tener a varios vigilantes de seguridad (ya que se tendrán que turnarse) en la puerta de una vivienda 24 horas supone un gasto de dinero muy importante y cuanto más se alargue más gasto.
Además, si lo realizan dentro de zonas comunes necesitan el permiso de la comunidad de vecinos. Si están en la calle, tu red de apoyo puede resistir en el portal.
Un control de acceso para ser legal debe ser realizado por un vigilante de seguridad titulado y con los permisos correspondientes (como el de la comunidad). En el caso de tener el control de acceso en las zonas comunes, estos no nos dejarán entrar en la vivienda una vez se ha salido. El empeño que ponga dependerá de cada caso concreto.
Está una de las situaciones más complicadas donde pasa a ver quién resiste más si la empresa de desokupación perdiendo dinero o quién reside en la vivienda. Para resistir en la vivienda debes apoyarte en tu red de apoyo, para que te faciliten comida o más cosas que sean necesarias.
Si alguna vez se actúa contra el vigilante, esto nunca debe poder relacionarse con la vivienda o con quienes ahí viven. Todo esto lo utilizan en tu contra para el desalojo.
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Fuentes Utilizadas
[1](2021, 23 de marzo) Diferencias entre ocupación y allanamiento de morada | Estando Contigo – CMM. Castilla-La Mancha Media. Enlace ↩︎
[2](17/03/2018) ¿El dueño de una casa puede entrar en ella si ha sido okupada?, un equipo de expertos responden a esta y otras preguntas. Antena 3. Enlace ↩︎
[3]Pablo Ródenas. ¿Puede la policía entrar en tu casa sin tu consentimiento? Abogado penal 24 horas. Enlace. ↩︎
[4]La Roca (29/09/2024) Los consejos de un abogado si una empresa de desokupación llama a tu puerta: «Lo primero es no abrir». La Sexta. Enlace ↩︎
[5]Moral Zamorano, I. (2023, agosto 28). ¿Es delito grabar una conversación sin permiso? Dexia Abogados. Enlace. ↩︎
[6]Erika Sánchez Arrillaga (18/04/2024) ¿Qué es el desahucio y qué tipos existen? Tres-K Abogadas. Enlace ↩︎
[7]Elena Reina (08/08/2023) La policía investiga a Brigada Desokupa por el intento de desalojo ilegal a Amparo Espino. El País. Enlace. ↩︎
[8]A. Cabeza (12/05/2023) Así funciona el negocio de Desokupa y este es el dinero que cobran por desalojo. ABC. Enlace ↩︎
[9]Que Podem Fer? Stop Desokupa. Enlace ↩︎
[10]Miguel Francés (29/08/2020) Joaquim Bosch, magistrado: «El plazo de 48 horas para desalojar una vivienda okupada es una leyenda urbana». Telecinco. Enlace ↩︎