
El movimiento de vivienda en el Estado español ha empezado 2025 con fuerza y, concretamente en el mes de febrero, hemos recibido con ilusión varias noticias prometedoras. Por un lado, decenas de sindicatos de inquilinas y organizaciones sociales convocan a una gran manifestación a nivel estatal por el derecho a la vivienda, el próximo 5 de abril. Una marcha que tendrá lugar a la vez en más de una decena de ciudades bajo el lema “Acabemos con el negocio de la vivienda”.
Por otro lado, tras el II Congreso de Vivienda de Catalunya, que se celebró los días 8 y 9 de febrero en Granollers, se anunciaba la creación de la Confederació Sindical d’Habitatge de Catalunya, una estructura organizativa que agrupará en adelante a buena parte de los sindicatos de vivienda de barrios, pueblos y ciudades catalanes, varias asambleas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y otros colectivos de vivienda de todo el territorio catalán.
5 Abril, a las calles
“El acceso a la vivienda no es un problema aislado, es una crisis estructural, urgente y agravada por la especulación.
Mientras el Estado y los partidos institucionales perpetúan este negocio, quienes luchan por una vivienda digna enfrentan una represión feroz.
Esta manifestación es convocada por el movimiento de vivienda, formado por asambleas y colectivos de todo el Estado.”.
Con estas palabras invitan las organizaciones convocantes de la manifestación a sumarse a la misma. Con estas palabras, además, dejan claro por qué convocar esta nueva movilización tras la última gran manifestación por la vivienda que tuvo lugar el pasado 9 de febrero en Madrid y a la que se sumaron partidos políticos como Podemos, Sumar e Izquierda Unida, poniendo el foco en el gobierno regional de Ayuso. El 5A, por contra, “es un grito colectivo para denunciar esta realidad y fortalecer la organización desde la base. Queremos impulsar la desobediencia y construir un movimiento independiente, sin intermediarios ni instrumentalización”.
Hasta el momento, once ciudades convocan a la marcha, entre ellas Madrid, Barcelona, Valencia, Xixón, Málaga o Sevilla. Y es que a pesar del ciclo de movilizaciones multitudinarias que se han llevado a cabo en los últimos meses contra los efectos de la turistificación y la gentrificación y por el derecho a la vivienda, las principales demandas del movimiento de vivienda continúan siendo ignoradas. Por el contrario, el gobierno se ha limitado a anunciar una nueva batería de medidas, algunas insignificantes, otras erradas y otras muchas inconcretas, que en cualquier caso dejan intacto el negocio de la vivienda y la “asifixia colectiva” que éste genera.

“Nosotras, las que luchamos cada día para defender el derecho a la vivienda, convocamos esta manifestación porque no podemos permitir que sigan haciendo negocio con nuestras vidas.
La vivienda debería ser un derecho, no un bien con el que especular. Sin embargo, los fondos de inversión y los rentistas siguen acumulando beneficios mientras miles de personas son desahuciadas, expulsadas de sus barrios o condenadas a vivir en condiciones indignas. Y todo esto con la complicidad del Estado y los partidos políticos institucionales, que han convertido la vivienda en un modelo de negocio.
Mientras tanto, las que nos organizamos para resistir y defender nuestras casas sufrimos represión, multas, persecución y violencia policial. Nos quieren silenciadas, nos quieren aisladas, pero respondemos con más fuerza, con más organización y con más lucha.
Por eso, llamamos a todo el mundo a salir a las calles. Porque esto no es solo una manifestación, es un paso más en la construcción de un movimiento fuerte, independiente y combativo. Queremos tejer alianzas, sumar nuevas compañeras y reforzar las redes de apoyo mutuo.
El 5 de Abril en distintas ciudades del Estado saldremos a la calle con un mensaje claro «ACABEMOS CON EL NEGOCIO DE LA VIVIENDA». Si te han echado de tu casa, si te suben el alquiler, si no puedes acceder a una vivienda digna, si te organizas o quieres empezar a hacerlo… esta lucha también es la tuya.
Nos vemos en las calles.”[1]
Nace la Confederació Sindical d’Habitatge de Catalunya
Seis años después del primer Congreso de Vivienda de Catalunya, los pasados días 8 y 9 de febrero se celebró el II Congreso, en el que se reunieron unas mil personas de 65 colectivos de vivienda y del cual surgió esta organización confederal que pretende unificar el mayor número posible de colectivos de vivienda existentes, como los sindicatos de vivienda o de barrio, las PAHs y el Sindicat de Llogateres.
“El Congreso ha servido para aprobar las bases políticas y organizativas de la futura Confederación. La premisa de la Confederación es que mientras la vivienda sea un bien de especulación, no se podrá garantizar como derecho universal, y apostamos por una estrategia común a nivel territorial para hacerle frente. La nueva Confederación permitirá una organización más amplia y coordinada, superando las dinámicas localistas con las que se ha trabajado hasta ahora. Esto hará posible abordar conjuntamente casos de grandes propietarios y entidades bancarias que operan en distintos puntos del territorio, respondiendo de forma más efectiva” [2].
Otra de las resoluciones claves de este Congreso fue la creación de la Taula Sindical d’Habitatge (mesa sindical de vivienda), compuesta por la propia Confederació Sindical d’Habitatge, el Sindicat d’Habitatge Socialista de Catalunya, el Sindicat de Llogateres y la PAH Barcelona, un espacio desde donde coordinar el movimiento y realizar campañas potentes y a gran escala, como las que hemos visto en los últimos meses en Catalunya, como la masiva manifestación del 23 de noviembre que sacó a las calles a unas 170.000 personas, la potente respuesta al desalojo del CSO La Antiga Massana, o la resistencia de la Casa Òrsola.
La victoria de Casa Orsola
Otra gran noticia para el movimiento de vivienda en lo que va de año ha sido la victoria de la lucha por la permanencia de las vecinas y vecinos de la Casa Orsola. Este edificio, ubicado en el Eixample de Barcelona, fue comprado en 2020 por el fondo Lioness Inversiones con el objetivo de expulsar a todos los vecinos y convertir todos los pisos en alquileres de temporada con precios desorbitados. Tras años de movilización de las vecinas junto al Sindicat de Llogateres, la presión social ha logrado forzar al Ayuntamiento a comprar el edificio por 9,1 millones de euros con la promesa (habrá que ver en qué se materializa) de gestionarla como vivienda social y asequible y paralizar los desahucios.

Hacia la huelga de alquileres: una nueva ofensiva contra la especulación urbanística
Por otro lado, el Sindicato de Inquilinas de Madrid anunciaba a finales de enero un paso más allá en la ofensiva por la vivienda: la huelga de alquileres.
“No vamos a pagar quinientos euros por una habitación de mierda. No vamos a marcharnos de casa porque quieran hacer pisos turísticos o porque un fondo buitre haya comprado nuestro bloque. No vamos a aceptar cláusulas abusivas, vivir con moho ni tolerar que no reparen la caldera. No vamos a aceptar más abusos.
El pago de nuestras rentas sostiene el sistema rentista cada mes. Si nos organizamos, tenemos el poder para paralizar este sistema y forzar a los rentistas a negociar directamente con nosotras. Desde el Sindicato hemos utilizado durante estos años distintas estrategias de presión basadas en la acción colectiva, la denuncia pública, el control sobre nuestra vivienda o la ofensiva judicial que han conseguido ganar conflictos, logrando paralizar expulsiones y renovar contratos, eliminar cláusulas abusivas o devolver fianzas injustamente retenidas. Ahora vamos un paso más allá. Vamos a utilizar nuestra herramienta más poderosa: la retención de la renta. Y por supuesto, vamos a bajar los alquileres”[3].
Una huelga planteada como medida de presión y cuyo desarrollo plantean a través de diferentes estrategias según el tipo de conflicto y de propietario de la vivienda (por ejemplo, dejar de pagar la renta hasta que te reparen la caldera, dejar de pagar las cláusulas abusivas del contrato, negarse a pagar una subida abusiva manteniendo el precio anterior, coordinar una huelga colectiva a un mismo multipropietario, etc).
En el marco de esta campaña, el pasado 2 de marzo el Sindicato convocó la primera jornada de “Piquetes Inquilinos”, que agitaron las calles de más de 20 barrios y pueblos de Madrid a pesar de la lluvia y el frío.
“Si es legal cobrar 1.500 euros por un piso de 40 metros cuadrados, si es legal expulsar familias enteras al finalizar un contrato, si es legal convertir barrios en escaparates turísticos mientras miles de personas no pueden permitirse una vivienda, entonces está claro: la legalidad está del lado de los especuladores. Y si la ley juega contra nosotros, solo nos queda desobedecer.
Por eso nacen los Piquetes Inquilinos. Para organizar esta desobediencia, barrio a barrio, calle a calle, convirtiendo el aislamiento, la ansiedad y la rabia en estrategia colectiva, hasta que todas las inquilinas de Madrid tomemos cartas en el asunto. Para dejar de esperar y pasar a la acción.
Los Piquetes Inquilinos son grupos de agitación que informan y visibilizan, movilizan y crean redes de apoyo en los barrios. Su labor es vincular y organizar a nuevas vecinas, formando comunidades inquilinas que se convierten en la base para articular y extender las huelgas de alquiler. Su objetivo final es claro: acumular fuerzas para impulsar huelgas de alquiler y fortalecer la lucha inquilina”.
Seguiremos atentas a próximos piquetes y, como siempre, a las convocatorias antidesahucios en nuestros barrios, hasta que nos encontremos todas el 5 de abril en las calles.
Viva la lucha por la vivienda, y ojalá seamos muchxs en la calle el 05 A, pero el problema es que se hayan sumado los partidos políticos parásitos sumar y podemos , igual que aquí lxs de Adelante Andalucía de han hecho con la plataforma Cádiz Resiste, y se acabó la lucha combativa. Los políticos no pueden estar metidos como partidos en los movimientos sociales, porque al final pasa siempre lo mismo.
Los partidos matan el me as mínimo conato de insurrección obrera, matan la lucha callejera, mandan la espontaneidad del movimiento obrero al redil de las listas y elecciones.
Así que xs anarquistas y demás luchadorxs combativxs nos hemos alejado de esta lucha, cansadxs de escuchar críticas a nuestras acciones.
Que sigan con sus manifestaciones y pancartas lxs de adelante, podemos y sumar, que el alcalde del pp puede dormir tranquilo , Kichi y los demás parásitos tienen esta lucha bajo control, y ya están pensando en su próxima lista para presentarse a las municipales.
Nosotrxs seguiremos luchando para la vivienda,pero al margen de los vendeobrerxs de los partidos políticos.
Salud y anarkia