¿Qué es La Tribu?¿De dónde surge?
La Tribu somos un grupo de personas que deseamos construir un espacio en el que se respete el desarrollo natural de la niñez, en criaturas entre los dieciocho meses y los tres años (y con el tiempo centrarnos en el período de tres a seis años), que abrirá sus puertas el próximo septiembre en Villaverde Alto.
Un espacio en el que las personas adultas nos relacionemos con las peques intentando reducir al máximo cualquier tipo de Poder o Autoridad que pudiéramos ejercer (lo que no implica que abandonemos nuestra responsabilidad de atender necesidades básicas, de supervivencia, como la integridad física), sin premiar ni castigar, sin que “aprendan a obedecer”, sin comparar ni generar expectativas, sin robar descubrimientos ni reprimiendo la creatividad ni la multiplicidad de lenguajes que en la niñez son usados para comprenderse y comprender el mundo. Buscando generar un espacio en el que existan relaciones horizontales entre las peques, en el que no se generen roles marcados por el sexo, la fuerza física o las capacidades de cualquier tipo.
Hace aproximadamente cuatro años, un grupo de personas creamos en Madrid un Grupo de Aprendizaje Colectivo de Pedagogía Antiautoritaria en el que debatíamos sobre las bases de esta pedagogía y que durante dos años creamos una “Zona infantil” en el Encuentro del libro anarquista de Madrid. Varias de las personas de este grupo deciden hace dos años juntarse para intentar llevar a la práctica las ideas sobre las que tanto habíamos debatido, intentando crear un espacio de aprendizaje basado en algunos de los proyectos que son nuestras referencias: el Pesta de Mauricio y Rebeca Wild, el Instituto Loczy y Paideia (Mérida); así como en las ideas, valores y formas de hacer presentes en el anarquismo y los feminismos.
Os definís como un proyecto de pedagogía libertaria, ¿por qué libertaria? ¿Qué implica este adjetivo? ¿En qué se diferencia La Tribu de cualquier escuela “tradicional”?
Nos definimos como un proyecto de pedagogía libertaria porque las ideas anarquistas son hacia las que sentimos mayor afinidad. Y consideramos que tienen una traslación espontánea en el ámbito del aprendizaje y la niñez: por ejemplo, la acción directa (la no delegación, la autoorganización), tiene su representación, por ejemplo, en que las peques deciden a qué, cómo, cuánto tiempo y con quién desean jugar; los estudios de Félix López sobre conducta prosocial y altruista evidencian manifestaciones espontáneas de apoyo mutuo antes de los seis años y la horizontalidad, se manifiesta en la búsqueda de la disminución o eliminación de conductas sexistas, por ejemplo.
Un proyecto de este tipo pocas similitudes tiene con las escuelas “tradicionales”, más allá de que unas peques de edades similares comparten un espacio de forma diaria en una parecida franja horaria. Podríamos hacer dos bloques en relación a las diferencias entre proyectos como La Tribu y las escuelas estatales (preferimos denominarlas estatales y no públicas, puesto que pocas o ninguna posibilidad de decidir sobre qué aprender, por escribir un único ejemplo, tienen alumnado, profesorado o familia, en esta escuela). En primer lugar, una diferencia clara con la mayoría de escuelas estatales (incluyendo las escuelas concertadas o privadas, nosotras nos consideramos un proyecto autogestionado) podría hacer referencia a las formas, a la actitud con la que nos relacionamos con las peques. Y en segundo lugar, también nos diferenciamos de proyectos que se encuentran dentro de la escuela estatal haciendo un trabajo muy interesante huyendo de exámenes, deberes… nos diferenciamos porque estos proyectos tienen que asumir, por ley, la obligatoriedad del currículo, las calificaciones, las programaciones, las ratios…
Cuando hacemos referencia al desarrollo natural de la niñez comprobamos una clara interferencia en el desarrollo en los centros educativos. Un claro freno al respeto, la valoración y la atención de necesidades, elecciones, ritmos y estilos de aprendizaje. Algunos ejemplos que consideramos lo evidencian pudieran ser: la imposición de que las peques lleguen al segundo ciclo de infantil sin pañales (forzando un proceso madurativo, neurológico, emocional… forzando a la propia naturaleza a realizar algo para lo puede que físicamente no se está preparada) Obligando a comer cuando no se desea, provocando que las peques desconecten de sus propias sensaciones, originando relaciones nefastas con el momento de la comida, cuando éste ha de ser placentero. El no acompañamiento, la no atención del ámbito emocional, buscando la homogeneización del sentir para poder así atender a grupos de veinticinco peques de tres años, por ejemplo…
¿Cuánta gente forma parte del proyecto en la actualidad (peques, acompañantes, familias…)? ¿Cómo se mantiene económicamente el proyecto?
En la actualidad, entre acompañantes, familiares, peques y personas cercanas al proyecto somos alrededor de dieciocho personas. Nuestra necesidad en este primer curso es la participación de ocho peques, pero ahora mismo hay tres. Hace un par de semanas pudimos saber cuál será nuestra ubicación definitiva (Villaverde Alto) y esperamos que pronto podamos mostrar el espacio totalmente preparado para que más familias puedan conocer este proyecto. Porque hasta ahora, es cierto, que la no disponibilidad de un espacio físico, de “algo que mostrar”, ha dificultado el acercamiento al proyecto.
En cuanto a la financiación, vamos a optar por las cuotas libres y responsables para las mensualidades que han de aportar las familias. Es decir, cada familia aporta lo que puede, considerándose unos mínimos gastos de mantenimiento del espacio y una parte de los sueldos de las acompañantes. Y por ello, las familias han de implicarse en la búsqueda de financiación. Y esta implicación es obligatoria para todas independientemente de lo que pueda aportar cada familia. No queremos “fomentar” clases sociales promoviendo que las familias que puedan pagar más no se impliquen en la búsqueda de financiación y se desentiendan del proyecto porque pueden pagar cuotas más altas.
Cada vez es más frecuente encontrar páginas webs de colegios privados (algunos absolutamente elitistas) en las que alardean de aplicar metodologías educativas “activas”, como trabajar por proyectos, número reducido de alumnos/as, aprendizaje colaborativo o “democrático”, etc. ¿A qué responde esta nueva moda? ¿Es realmente similar la pedagogía de este tipo de centros a la de los proyectos de pedagogía antiautoritaria?
En primer lugar, el capitalismo actualmente precisa que parte de la clase trabajadora adquiera unas habilidades que hace unos años eran incluso reprimidas en las escuelas: oratoria, capacidad para trabajar en grupo, para resolver conflictos, creatividad… capacidades que se requieren en “nuevos” puestos de trabajo relacionados con las nuevas tecnologías y las redes sociales, la formación, trabajos con mucha exposición pública…
Por otra parte, la escuela necesita legitimarse como poseedora del conocimiento cuando vivimos una etapa en la que apretamos un botón y tenemos toda la información, todos los contenidos curriculares en el teléfono o el ordenador sin necesidad de acudir a los centros educativos. De ahí la necesidad de “aprender jugando”, de motivar, para que no surja un rechazo a la institución que siempre ha sido la detentora del Saber (del saber burgués)
Otro factor a señalar, pudiera ser la búsqueda de la eficiencia. Un ejemplo de ello, podemos apreciarlo en lo que se ha dado en llamar “Aprendizaje emocional”. Puesto que puede establecerse como un medio y no como un fin. Un medio que busque una “asepsia emocional”, considerar la existencia de emociones negativas atribuidas a la ira o al miedo. Cuando sabemos científicamente que todas las emociones son necesarias, son adaptativas. Todo ello, para hacer más eficiente, más productivas las escuelas. Para que las horas pagadas al profesorado provoquen aprendizajes y no tener que dedicarlo a “mandar callar” o castigar.
Y por último por motivos económicos, puesto que es muy vendible para muchas familias que quieren otras formas de educar.
Pero hay que resaltar que aprender por proyectos o de forma colaborativa, aunque totalmente necesario, lo consideramos insuficiente; puesto que únicamente atiende a la metodología. En nada altera la escuela como institución, en nada hace tambalear sus pilares básicos obligatorios: currículum, calificaciones, evaluaciones externas, distribución por edades…
Muchas gracias por dedicarnos tiempo a responder a esta entrevista, y mucho ánimo con el proyecto. Si hay alguna cosa que queráis añadir o comentar, adelante…
Gracias a vosotras por interesaros por este proyecto. Únicamente añadir nuestros datos de contacto: latribuleganes@gmail.com; www.latriburespetuosa.es.
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Puedes escuchar otra entrevista a La Tribu en el programa nº 119 de Cabezas de Tormenta (www.cabezasdetormenta.org)
Para continuar con la pedagogía libertaria…
[Ensayo] La Escuela de la Anarquía
Autora: Josefa Martín Luengo,“Colectivo Paideia” (escuela libre en Mérida). Editorial Madre Tierra. 1993. 96 páginas.
Una escuela, considerada como institución educativa, es reflejo constante y variante de la sociedad que nos rodea. Y cuando la iniciamos intentando hacer una pequeña revolución, porque tratamos de educar conforme a unos principios esencialmente humanos de libertad, responsabilidad, justicia, igualdad, felicidad, identidad y solidaridad, vemos que ante el análisis de los resultados hemos perdido de vista la educación constante que toda la gran escuela que es la sociedad realiza; y lo hace en oposición suave y constante, utilizando los mecanismos que la educación autoritaria ha introyectado en sus mentes manipuladas por todos los medios educativos posibles.
Por ello, la dinámica educativa de la anarquía debe ser eminentemente colectivista, en detrimento de la preponderancia individualista que sofoca cualquier forma de autogestión y es eficazmente receptiva a los principios que la sociedad actual manifiesta como valores… Defendemos una escuela que eduque en la búsqueda de la felicidad, de un progresivo camino de libertad y solidaridad comunitaria. Debiendo ser y siendo conscientes de que no existen paraísos artificiales y que la anarquía es un camino que hay que alcanzar, la felicidad es consecuencia de un apoyo mutuo y la colectividad la estructura social en la cual nos debemos asentar para poder mínimamente, acceder a las puertas de la anarquía.
[Ensayo] Actualidad de la pedagogía libertaria
Autor: Filippo Trasatti. Editorial Popular. 2005. 202 págs.
La pedagogía libertaria es una gran desconocida. Permanece ignorada no solamente por el gran público sino también por los que se preocupan de la escuela y de los problemas de la pedagogía. Sin embargo, muchas de las ideas-fuerza de la pedagogía libertaria se derivan en parte del sentido común pedagógico y han servido de base para las experiencias educativas más avanzadas e interesantes.
El libro se estructura como un diccionario, breve y esencial, que a través de un levantamiento de los temas, experiencias y protagonistas fundamentales, ofrece una perspectiva de lectura de casi dos siglos de elaboración pedagógica libertaria.
Aquí se encuentran algunos libertarios en sentido estricto (de Bakunin a Faure, de Kropotkin a Ferrer) y también otros en sentido amplio (de Dewey a Lodi, de Neill a Bernardi, de Freiré a lllich). Un conjunto de ideas para pensar la educación y también algunos instrumentos de trabajo para cambiarla.