La Larga Marcha por el pueblo kurdo

Durante los días 1 y 11 de febrero decenas de activistas internacionales y kurdos/as marcharon más de 200 kilómetros reclamando la libertad de Abdullah Öcalan y un estatus político para Kurdistán. Esta movilización estuvo organizada por el Congreso de la Sociedad Democrática Kurda en Europa, la principal organización del movimiento revolucionario kurdo en el exilio, y de ella participaron personas venidas de distintas partes de Europa, con una nutrida delegación de los distintos territorios del Estado Español.

En una situación de conflicto permanente como el que se vive en Kurdistán, con la represión en Turquía en aumento constante contra todo lo que tenga que ver con lo kurdo, o la situación de Rojava donde a la guerra abierta con ISIS se suma el bloqueo económico que trata de asfixiar la experiencia revolucionaria, el movimiento en el exilio se ha propuesto la tarea de internacionalizar el conflicto kurdo, de cara a poder obtener legitimidad y forzar a soluciones políticas frente a la guerra abierta por Turquía y sus aliados ultranacionalistas e islamistas. Aquí es donde entra en juego la Larga Marcha, diez días de caminata, 260 kilómetros, empezando en Luxemburgo y finalizando en Estrasburgo. El hecho de que la marcha estuviera compuesta por activistas internacionales es una muestra de las intenciones del movimiento kurdo de tender puentes entre los distintos movimientos políticos en Europa y mandar una imagen de apoyo internacional a su gente y el mundo entero.

Un movimiento vivo

La comunidad kurda en el exilio lleva alrededor de 40 años asentada en el centro de Europa, principalmente Alemania, Francia y Bélgica. La mayoría de ellos/as tienen el estatus de refugiado/a y existe una gran cohesión entre la comunidad articulada en torno a sus distintas organizaciones políticas. Durante décadas el movimiento en el exilio estuvo muy centrado en el apoyo económico y material al conflicto en Turquía, pero con el paso de los años y el asentamiento de la comunidad en Europa el exilio se ha diversificado, crecido y asentado. Ya son varias generaciones nacidas y criadas fuera de Kurdistán, lo que provoca que sobre todo la juventud dé un impulso nuevo a la lucha kurda. Si a esto le sumamos la evolución ideológica del movimiento donde el nacionalismo se deja a un lado en pro de organizar a la sociedad en su conjunto para la generación de una democracia radicalmente democrática, tenemos los condicionantes necesarios para que la comunidad en el exilio de una lucha política local, sin olvidar a su gente en sus lugares de orígenes.

Así tenemos un movimiento transnacional en Europa de decenas de miles de personas organizadas bajos los preceptos del Confederalismo Democrático en sus organizaciones de juventud, estudiantes, mujeres y locales. Un movimiento que apuesta por la superación de la sociedad capitalista por una sociedad democrática, en paz e igualdad donde las mujeres y la juventud desarrollan un papel primordial.

Se hace camino al andar

La marcha fue un hervidero de experiencias. Desde los Centros Culturales Kurdos de cada pueblo en el que se realizaban paradas, los/as activistas de distintos países, las familias kurdas o los/as militantes experimentados/as del movimiento. Una suma de factores que hizo de la marcha una gran experiencia formativa y colectiva. Cada día se caminaban alrededor de 25 kilómetros. A la columna de marchantes nos acompañaba una delegación de las distintas organizaciones kurdas y sus medios de comunicación, por lo que los sucesos de la marcha iban siendo retransmitidos de forma constante a todo el mundo. Tras cada caminata se realizaban asambleas, organizadas según lugares de procedencia, donde realizábamos una valoración de la jornada y se realizaban propuestas para los días siguientes. También se realizaron seminarios formativos sobre Confederalismo Democrático, el Régimen de la Verdad (la propuesta filosófica del movimiento) y sobre Jineology (la ciencia de las mujeres).

Debemos recordar que el movimiento revolucionario Kurdo está enfrentado militarmente con Turquía y el Estado Islámico, lo que hace que esté constantemente amenazado. Y durante la marcha no fue menos. Fueron varias las veces que turcos fascistas y ultranacionalistas fueron a provocar a la marcha. Por suerte se contaba con un equipo de seguridad que impidió que la cosa fuera a mayores. El momento de mayor tensión fue cuando mientras se descansaba en uno de los pabellones en los que se pasaba la noche, un grupo de veinte turcos acudieron a la entrada con perros y palos dispuestos a atacar. La respuesta de la marcha fue organizar la posible autodefensa, ya que la policía no garantizaba nuestra seguridad, y hacer un llamamiento a los/as kurdas de los pueblos de alrededor a ayudar. Y así fue como a la hora y media de realizar un llamamiento por la televisión kurda, doscientas personas kurdas venidas de los pueblos de alrededor llegaron al pabellón e hicieron retroceder a los turcos. Una muestra del compromiso de la comunidad con su lucha y la importancia histórica que para ellos/as tenía esta marcha internacional.

Gran manifestación final

La marcha concluía en Estrasburgo con una gran manifestación de decenas de miles que terminaba en un recinto con un festival cultural kurdo, donde tras la lectura de los comunicados de los/as activistas internacionales se dio paso al festival musical, con comida, bailes y grandes hogueras. De esta experiencia única se pueden extraer grandes aprendizajes para los movimientos políticos revolucionarios en Europa. La necesidad de tener un proyecto de sociedad propio y de empezar a construirlo desde ya, la diversidad de perfiles activistas, la cohesión y la generación de una auténtica identidad cultural que ha permitido la propia supervivencia en el exilio o el compromiso militante de cada uno/a en la medida de sus posibilidades y capacidades, así como el papel destacado de la mujer. Mención especial para todas las personas mártires del movimiento, muertas en combate, que guardan un lugar especial en cada Centro Cultural y en cada casa particular de las familias kurdas, son más de 40000 muertes que en vez de asustarles les da fuerza y razones para llevar a cabo su lucha con mayor determinación.

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