Disponemos de poco espacio para expresar todo lo que nos gustaría contar sobre la energía nuclear, pero no podemos dejarlo al margen después del debate que está generando la próxima construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Villar de Cañas (Cuenca), encargado de acumular los residuos radiactivos de todas las centrales nucleares españolas.
Aunque nos vendan este tipo de energía como limpia, segura y sostenible, el primer uso que se le dio fue militar, pues las investigaciones pioneras sobre reacciones de fisión y de fusión tenían fines armamentísticos. Para entender lo devastadora que puede ser esta reacción química no hay que irse lejos, este mes hace un año de La Catástrofe de Fukushima en Japón. Sobran las palabras para explicar cómo se vivió este accidente en el mundo. Las consecuencias a nivel humano y medioambiental tal vez se hagan esperar algunas generaciones pero lo que es seguro es que tardarán muchísimo más en desaparecer. Realmente asusta que tengamos que convivir con este tipo de instalaciones que parecen más apropiadas para sembrar muerte que para abastecer a la vida.
La energía nuclear es la tercera fuente de energía en España y supone un 12% de la energía total consumida, su uso se remonta a 1969 cuando se construyó la primera central, ya desmantelada. Por desgracia, es una obviedad afirmar que es necesario un ATC, pues una vez dentro de lo que podemos llamar “el ciclo de la energía nuclear”, algo habrá que hacer con los desechos generados. Ahora nos toca apechugar con las decisiones del pasado, pero si no queremos que esto se repita, si no queremos tener que seguir creando vertederos en nuestros campos y mares, la solución está bien clara y pasa por acabar con la energía nuclear, por cerrar las centrales para poder desmantelarlas cuanto antes. Pero no, la última noticia sobre el tema es la prórroga que el gobierno del PP ha concedido a Garoña, retrasando una vez más su cierre.
Los residuos nucleares emiten distintas radiaciones y contienen diferentes sustancias que desarrollan su radiactividad independientemente. Esto dificulta el tratamiento de los residuos; por ejemplo, aunque el principal elemento sea el uranio (95% de los residuos), son los productos de fisión del combustible (2% de los residuos) los que mantienen mayor actividad durante los primeros 150-200 años. Entre estos residuos se encuentran también el plutonio 240, que tarda aproximadamente 6.600 años en desintegrarse; y el neptunio 237, con una vida media de 2.130.000 años. En definitiva, un regalo para las generaciones futuras.
Muy poca gente querrá tener un ATC cerca de su casa. Sólo aquellos que se dejan cegar por las promesas de dinero y trabajo (habitual moneda de cambio en tiempos de crisis) hasta el punto de cambiarlos por la salubridad de su entorno, del campo que trabajaron y los paisajes que les han visto crecer. Hasta el punto de prostituir su ecosistema por algo que, de momento, no pueden ver, oler, ni tocar… por algo que no sabremos, hasta dentro de muchos años las consecuencias que trae consigo. A estas personas les invitamos a indagar un poco más, a buscar la raíz del problema: ¿Qué es lo que ha llevado a esta situación donde toda la vida económica se concentra en grandes núcleos urbanos? ¿Es esto algo deseable? ¿De verdad es la mejor forma de atraer gente al campo construir elementos nocivos para la salud (tanto la humana como la del medio ambiente)?
La lista de pueblos que optaban a este “honor” no era muy larga y la mayoría se descartaron por “motivos políticos” hasta que sólo quedó Villar de Cañas, una zona que se mantenía “desnuclearizada”, es decir, limpia de radiactividad. Este pueblecito conquense tampoco es un ghetto pro nuclearización, como se demostró en la numerosa concentración del pasado 12 de febrero, aquí también hay personas en contra de la construcción del ATC.
Aprovechamos este espacio para difundir un extracto de un texto que vio la luz la tarde en que se anunció que finalmente sería Villar el pueblo elegido, pertenece a María A. A., pastora y habitante del pueblo por decisión propia: “Esto es una llamada de socorro, puesto que para los que queremos un mundo rural vivo, recuperar la tierra, vivir del campo, desarrollar la venta directa…, a veces, no nos basta con luchar contra el modelo agrícola establecido. Existen otros muchos monstruos de por medio, que en zonas bastante abandonadas, con medias de población de 70 años nos acechan con el fin de industrializar la tierra, de dotarla de vertederos que no quiere nadie o de sobreexplotar los recursos abriendo canteras. La decisión de ubicar el cementerio nuclear en Cuenca, es una apuesta por alargar la vida de las centrales nucleares, es una apuesta por una política energética que impide un futuro. El modelo que nos quieren implantar, va en contra del modelo que nosotras queremos, queriendo centralizar los servicios en núcleos poblacionales más o menos grandes y dejar morir la tierra o peor aún, usarla como vertedero de todo aquello que generamos por vivir de esa forma.
No es justo que nos echen de casa, no es justo que aquellos que toda su vida han vivido de la tierra, la han cuidado, la han mimado, nos han pasado su legado, vean cómo nosotras perdemos todos esos valores, todos esos recursos y no hacemos nada.”
Para terminar y a modo de conclusión nos gustaría aclarar que pensamos que la solución no pasa sólo por dar un mayor empuje a las renovables o por hacer nuestros hogares/trabajos más ecológicos (bombillas de bajo consumo, apagar las regletas…) o inteligentes (aprovechando la orientación, la forma y tamaño de las ventanas…) sino por una reducción real del consumo. Por dejar de creernos que necesitamos todo aquello que nos venden en la tele. Por dejar de creer que seremos más felices cuanto más tengamos y más gastemos. Tenemos que terminar con este consumismo globalizado y volver a lo local. Tenemos que defender nuestros campos, bosques, costas. Tenemos que defender La Tierra.
NO QUEREMOS MÁS CENTRALES NUCLEARES NI LA BASURA QUE ÉSTAS GENERAN.SI TODAVÍA QUEDA ALGO DE CORDURA DEBERÍAN RECAPACITAR Y CERRAR LAS CENTRALES YA EXISTENTES(PRODUCEN ENERGÍA A CAMBIO DE MUERTE).Gracias por seguir con TODO POR HACER.Saludos.