A finales de noviembre del año pasado se daba a conocer un informe de Inspección de Trabajo que constataba que la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha estado utilizando a cientos de becarios/as de forma ilegal (sin relación laboral) para mantener el funcionamiento correcto de muchos de sus servicios Esta situación no es nueva, hace años que la UAM utiliza a becarios/as para suplir la contratación de trabajadores/as fijos/as. Lo podrán enmascarar como quieran, incluso habrá quienes lo defiendan, pero no pueden negar la evidencia.
Ante esta situación, la respuesta de la UAM ha sido negar la mayor a la vez que daban todas las becas por finalizadas, dando comienzo a un conflicto con la Asamblea Becarias en Lucha. Para acercarnos en más profundidad a este tema hemos contactado con los/as compañeros/as de la sección sindical de CGT Enseñanza UAM y les hemos hecho una pequeña entrevista.
Todo por Hacer: Para empezar e ir centrándonos, nos gustaría si se pudierais contextualizar un poco cómo funcionan las becas en la UAM. ¿Cómo se gestionan? ¿Qué tipos de puestos de trabajo cubren? ¿Cuánto duran? ¿Existe algún tipo de relación laboral con la universidad? ¿Tiene algún fin curricular?
CGT Enseñanza UAM: La UAM cuenta con un programa general de prácticas externas en las que se incluyen desde estancias en embajadas a prácticas en ciertas empresas. Entre ellas, y en un porcentaje muy elevado, hay plazas ofertadas por la misma Universidad Autónoma de Madrid (UAM) a sus estudiantes para que realicen parte del trabajo de administración y servicios que ésta necesita (gestión de bibliotecas, de facturación, atención al usuario, administración de laboratorios…). El desempeño de estas labores se presenta como prácticas extracurriculares que complementan la formación del/la estudiante. Están gestionadas por la Oficina de Prácticas Externas (OPE) de la UAM y encubren una relación laboral estructural, es decir, fundamental para el funcionamiento de la universidad. La UAM se salta de esta forma los derechos colectivos en la contratación de los/as casi 400 trabajadores/as con credencial de becario/a y se ahorra el coste que supondría realizar contratos dignos de Personal de Administración y Servicios (PAS) para cubrir esas plazas. Tienen una duración variable, entre 3 meses y 10, cubriendo la totalidad del curso académico.
Si bien es cierto que este conflicto viene de largo, la noticia saltó con la resolución de Inspección de Trabajo que determinaba que la UAM ha utilizado a cientos de becarios/as de forma irregular para cubrir puestos laborales estructurales para el funcionamiento de la universidad. ¿Qué implicaciones tiene dicha resolución sobre los/as becarios/as (tanto actuales como antiguos)?
Efectivamente, la inspección de trabajo reconoce que se están cubriendo puestos de trabajo de manera irregular, ya que se prioriza la realización del trabajo sobre el carácter formativo de las becas. Existe por tanto una relación laboral de facto entre la universidad y los/as mal llamados/as becarios/as, que son en realidad trabajadores/as indefinidos/as a tiempo parcial. Como consecuencia se le ha impuesto a la universidad el pago de 300.000€ en concepto de cuotas a la Seguridad Social de las 376 personas que se encontraban en esa situación durante 2016 y parte de 2017.
Además de la inspección de trabajo, existe también jurisprudencia previa en la que se establece que la relación entre los/as becarios/as OPE y la universidad es de carácter laboral y no formativo.
No obstante, el disparadero del conflicto ha sido la comunicación del cese a la mayoría de becarios/as, a los/as que se les había prometido 10 meses de beca. Dada la realidad de la relación laboral, esto no es más que un despido masivo encubierto.
Ante esta situación, ¿cuál ha sido la reacción del rectorado?
El rectorado sigue en estado de negación. Al mismo tiempo que comunicaba este despido, también ha recurrido la resolución de la Inspección de Trabajo, enrocado en que se trataba de una práctica legal. Es más, en un mensaje cargado de cinismo, el actual rector Rafael Garesse, ha calificado el varapalo de la inspección de trabajo como una oportunidad para hacerlo aún mejor. Obviamente la UAM, que presume falsamente de contribuir al empleo de calidad, se niega a aceptar que en realidad funciona gracias a la precariedad y la contratación ilegal.
No obstante, se han hecho públicos documentos internos entregados al PAS con la comunicación expresa de no hacérselos llegar a los/as becarios/as, en los que se instaba a reorganizar sus funciones a partir de enero de 2018 ante la desaparición de los/as falsos/as becarios/as OPE. Es más, en algunos casos ya se está contratando a trabajadores/as para suplir las plazas, llegando al punto de pedir a los/as becarios/as que formen a los/as nuevos/as contratados/as antes de abandonar definitivamente su puesto. Esta situación es del todo injusta e irregular y la UAM debería solucionarla cumpliendo el compromiso adquirido con sus trabajadores/as (que son también sus estudiantes) regularizando su situación laboral.
Entrando un poco más en el desarrollo del conflicto, hemos visto que está siendo llevado adelante por una asamblea de becarios/as. ¿Cuándo se forma dicha asamblea? ¿Es algo previo a este conflicto? ¿Cómo está funcionando y qué objetivos se plantea?
En años anteriores ya había habido cierta movilización entre los/as becarios/as OPE. El intento desesperado de hacer pasar las becas por legales y de minimizar los pagos de indemnizaciones a quienes denunciaban había dado lugar a cambios apresurados en las características de las mismas. No obstante, no es hasta que se conoce el resultado de la Inspección de Trabajo y se cesa a un buen número de becarios/as que surge la asamblea, ante la previsión de que el cese vaya a hacerse extensivo.
Actualmente, la Asamblea Becarias en Lucha está liderando las movilizaciones dentro de la universidad, apoyada por algunos sindicatos en diferente grado (CGT y CCOO) y gran parte del movimiento estudiantil. Además de la difusión de su problemática por distintos canales, convocaron dos días de huelga (4 y 13 de diciembre) con el fin de demostrar que su función en la UAM es estructural, y para nada accesoria o formativa.
Tras estos dos días de huelga, ¿qué valoración se ha hecho? ¿Qué repercusión tuvo la huelga? ¿Cuáles son los objetivos marcados con estos paros?
El objetivo principal de la convocatoria de huelga, como decíamos, era demostrar que los/as becarios/as OPE son en realidad trabajadores de esta universidad en situación irregular, y que su contribución es estructural. La huelga fue un éxito rotundo, con un seguimiento casi total. Ciertos servicios cerraron durante toda la jornada, como la Biblioteca de Económicas y algunas Oficinas de Relaciones Internacionales; mientras que otros acortaron su horario o bien quedaron colapsados por la falta de personal. Los libros se acumularon en las bibliotecas, así como la burocracia en los puestos de trabajo administrativos, necesitándose varios días (y el trabajo de los/as falsos/as becarios/as) para restablecer el funcionamiento habitual de estos servicios. En definitiva, quedó más que demostrada la labor estructural que desempeñan en la universidad y la fuerza colectiva que tiene este colectivo cuando se organiza y trabaja de forma conjunta.
Después de la convocatoria de paros y la campaña de protestas llevada a cabo, ¿ha habido algún acercamiento o respuesta por parte de la UAM?
En la segunda jornada de huelga la UAM se produjo una reunión entre el Comité de Huelga de los/as becarios/as y los delegados del rector, acordándose una próxima reunión a finales de enero. Sin embargo, como os decíamos, a día de hoy la UAM sigue negándose a reconocer el problema. En la reunión que mantuvo nuestra sección con el Rector, tanto él como su equipo se escudaron reiteradamente en el recurso presentado a la Inspección de Trabajo para no reconocer la existencia del conflicto laboral. Está por ver que ocurre en esta nueva reunión.
Por otro lado, podríais hablarnos un poco de la repercusión que está teniendo este conflicto laboral en la comunidad universitaria. ¿Se ha recibido algún tipo de apoyo por parte del movimiento estudiantil o del resto de trabajadores de la UAM (PDI -Personal Docente e Investigador- y PAS)?
Buena parte del PAS apoya las reivindicaciones, especialmente aquel que está en contacto con los/as trabajadores/as irregulares, ya que son conscientes del trabajo que realizan y la situación de precariedad en la que les mantiene la UAM, siendo a menudo sus compañeros/as de trabajo. Pese a ello, las muestras de apoyo por parte del PAS no han pasado del nivel personal e individual, sin ningún pronunciamiento colectivo. Esperábamos una mayor contundencia colectiva para expresar la condena de estas prácticas becarias, especialmente por parte del resto de sindicatos así como de representantes del PAS. Por parte del PDI tampoco se ha realizado ninguna comunicación pública de apoyo.
El caso de los/as estudiantes es diferente. Gran parte del movimiento estudiantil de la UAM ha asumido el conflicto como propio y ha habido una participación bastante elevada de estudiantes que no participan directamente en el programa OPE en las movilizaciones y concentraciones.
¿Se puede trazar algún tipo de relación entre esta situación de precariedad laboral y las últimas reformas educativas como Bolonia?
Efectivamente, puesto que la precariedad en la contratación en la universidad es parte del proceso de mercantilización de la Universidad Pública. Existe actualmente una ola de políticas neoliberales que se retrotrae a la época del acuerdo de Bolonia, y que tiene su expresión actual en Madrid en la llamada Ley del Espacio Madrileño de Educación Superior (LEMES). La LEMES es el proyecto estrella de Cristina Cifuentes y plantea reducir aún más la financiación pública (vinculándola a objetivos y haciendo que universidades públicas y privadas compitan por parte de la financiación) y otorgar más poder a los/as representantes de las grandes empresas a través de los Consejos Sociales (que son el órgano de participación de estas grandes empresas en la Universidad), que actualmente ya se encargan entre otras cosas de aprobar los presupuestos anuales de la universidad.
De todos modos, a pesar de que el problema de la contratación precaria y la subcontratación está muy asociado a la infrafinanciación pública resultado de las políticas neoliberales, no podemos entender que la UAM, aquejada de este problema, apruebe por ejemplo gastarse cerca de un millón de euros este curso para celebrar su cincuenta aniversario. En definitiva, lo que queremos que quede claro es que defendemos que la Universidad Pública debe estar bien financiada, pero que el contexto de infrafinanciación actual no puede usarse como excusa para saltarse los derechos de los/as trabajadores/as, siendo el caso de estos/as becarios/as uno de los más claros en los últimos tiempos. Queremos una universidad democrática y al servicio del pueblo y eso exige, entre otras muchas cosas, abandonar dinámicas mercantilistas y ser un ejemplo fomentando el empleo de calidad.
Ya para ir finalizando, nos gustaría preguntar un poco por la cuestión sindical. Desde vuestra sección sindical, ¿qué tipo de relación habéis establecido con la Asamblea de Becarias y con el conflicto en general? ¿Y el resto de sindicatos (especialmente CCOO, con mayor implantación entre el PAS)?
Desde nuestra sección sindical hemos tratado de acudir desde el primer día a las asambleas de becarios/as y ponernos a su disposición para brindar todo el apoyo necesario que pudiésemos. Nuestro objetivo como sección ha sido tratar de empoderar a un colectivo de trabajadores/as muy precario demostrando la utilidad de la organización y la lucha sindical.
Como ya os comentábamos, hemos echado en falta una mayor contundencia del resto de sindicatos y representantes del PAS y el PDI con respecto a este tema. Es de destacar la ausencia de UGT en todo el conflicto, a pesar de haber llamado repetidamente a su puerta. Respecto a CCOO, lleva tiempo denunciando el fraude de contratación que suponen estas becas y fue su sección en la UAM quien inició la denuncia que daría lugar a la Inspección de Trabajo. Sin embargo, su relación con la asamblea de becarios/as y nuestra sección no ha sido tan fluida como se podría esperar. El apoyo declarado en las reuniones mantenidas con ellos/as apenas se ha concretado en la práctica. También determinadas actitudes han dificultado la colaboración, como la insistencia en canalizar toda la acción jurídica a través de su gabinete.
Querríamos destacar también el gran apoyo recibido desde las organizaciones estudiantiles y políticas del campus, así como de los/as abogados/as de la cooperativa ius24, que desde el primer día han estado asesorando a nivel individual y colectivo.
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