Director: Marc-Auréle Vecchione. Resistance Films. Francia, 2008. 65 minutos
“Contre le racisme et l’intolérance / Tu n’as pas peur de la violence. / Redskin, redskin, red skinhead. / Les barricades n’ont que deux côtés. / Franc tireur antiraciste / Partisan internationaliste / Résistons comme à Madrid. / Résistons comme à Berlin” – RASH, de Brigada Flores Magón
El pasado 2 de julio, las redes sociales del mítico grupo punk francés Brigada Flores Magón (fundado en 1995) anunciaban que su batería, Julien Terzics, había fallecido unos días antes. Nacido en París, en 1968, en el seno de una familia húngara judía, Terzics, además de músico, era un destacado activista anarquista, sindicalista de la CNT francesas y miembro fundador de ‘Red Warriors’, una organización juvenil, obrera y antifascista, que durante la década de los 80 se enfrentó al fascismo y combatió a la extrema derecha en las calles de París. Su ejemplo incidió en muchos jóvenes de barrios humildes, contagiando la acción directa y con un mensaje claro y que, por desgracia, hoy cobra nuevamente mucho sentido: “No cedas las calles a los movimientos neonazis”.
El documental Cazadores de Skins da voz a Terzics, a los Red Warriors, así como a miembros de otros grupos similares, como los Ducky Boys, que se enfrentaban a los nazis en las calles de las ciudades francesas. En esta película, Julien reivindicó la violencia como modo de acción política contra el fascismo. “La realidad del momento es que, efectivamente, hay un movimiento de cabezas rapadas, que en Francia, como en todas partes en Europa, se ha radicalizado completamente hacia la extrema derecha […]. En ese momento [los 80], el 99,9% de los skinheads en Francia y Europa eran nazis. Para nosotros, aplastarlos era un servicio de salud pública”.
Cazadores de Skins es un interesante testimonio sobre la violencia fascista y racista que vivieron en primera persona miles de personas, el uso de violencia como forma de autodefensa antifascista y, a su vez, un recopilatorio de batallitas entretenidas. Por ejemplo, la estética concreta de un grupo de antifas consistía en que “cazaban” a nazis, les quitaban sus chaquetas bombers y las llevaban puestas del revés (exponiendo su forro interior de color naranja).
El 11 de julio, un centenar de personas se despidió de Terzics en el cementerio de Père-Lachaise de París con la estética que tanto aparece en este documental: personas vestidas de negro, boinas en la cabeza, cabezas rapadas y chaquetas de cuero. Familiares, moteros y activistas antifascistas de toda Europa, acudieron ese día a presentar sus últimos respetos a Julien Terzics, el mítico “cazador de nazis”.
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