Caitlin Moran. Anagrama Editorial. 2015. 360 páginas
Caitlin Moran (Inglaterra, 1975) escritora y periodista, reivindica en Cómo ser mujer el “feminismo exaltado”, un feminismo auténtico y cotidiano en el que lo más importante es aceptarse a una misma despojándose de los tópicos y cánones que impone el feminismo más encorsetado. Lejos de ser un libro de autoayuda, o al menos no más que cualquier otro, es un libro de autoafirmación y reconocimiento con un lenguaje claro y audaz, lo que confiere al libro un ritmo dinámico y fresco que hace que vayas pasando páginas sin darte apenas cuenta. Tirando de ironía y sinceridad, la autora intercala vivencias personales propias con reflexiones y teorías sobre su autodenominado feminismo exaltado con una sinceridad poco convencional, apoyándose siempre en sus experiencias como mujer, feminista e hija de una familia numerosa y proletaria.
Apto tanto para mujeres (para aprender) y para hombres (para aprender más y mejor sobre nosotras y nuestras circunstancias), el libro empieza el día en el que la autora cumple 13 años, el comienzo de ese periodo convulso de ebullición hormonal en el que la mayoría de nosotras nos vamos dando cuenta de qué somos, es decir, mujeres y por tanto, tenemos que empezar a actuar como tal: compra de sujetadores (nunca será el acertado aunque tengamos más de 30 años) y tangas, depilaciones, maquillaje, primeros escarceos, primera menstruación… El libro hace un recorrido hasta llegar a los 35 años de edad y reivindicándolos con orgullo (las arrugas son sinónimos de experiencia y los pechos caídos son signos de amamantar a sus hijas). Con esta fórmula, Moran aparca en su libro temas que no admiten discusión como la violencia de género, la desigualdad salarial y de reconocimiento social contra las mujeres, para centrarse en otros más generalizados y cuyo carácter pernicioso es menos evidente, así temas como la pornografía, la moda, la decisión de tener hijos/as o no tenerlos, el aborto, la soltería o las intervenciones de estética marcan los capítulos de este libro. Pero ante todo se impone un acertado y confortador consejo final: “porque si todas las historias de este libro revelan una sola cosa, es ésta: que no hagas ni caso. Que no te preocupes por todos esos supuestos «problemas» de ser mujer”
A medio camino entre la autobiografía y el manifiesto militante, sin pedir disculpas y con un sentido del humor despreocupado, inteligente y sincero Moran hace que después de leerte este libro quieras tenerla en tu grupo de amigas/os.