Ecofascismo en Grecia ante los incendios y la crisis climática

El mes de agosto ha finalizado con un megaincendio arrasando la región de Evros, situada al noroeste de Grecia. Se trata del incendio forestal más grande que se ha registrado jamás en la Unión Europea, con casi 90.000 hectáreas quemadas (una superficie superior a la ciudad de Nueva York). El cambio climático y sus consecuencias (subida de temperaturas, sequía del suelo, aumento de rastrojos, etc.) se ha traducido en dos semanas de fuego incontrolado.

Evros es una de las puertas de entrada más importantes de las rutas migratorias a Europa y una región habitada por muchas personas, que se encuentran de paso, procedentes de Turquía. Y al menos 18 de estas personas migrantes que viven precariamente en territorio griego han sido calcinadas por culpa de estos incendios en los últimos días.

Se ha teorizado mucho sobre las posibles formas en que el escenario de cambio climático podría acrecentar las condiciones para la extensión de nuevas formas de fascismo. Pues en Grecia estamos asistiendo en Grecia a su puesta en práctica: la ultraderecha está extendiendo la creencia de que las personas extranjeras son las responsables del incendio –pese a que una investigación policial concluyó que había sido provocado por un rayo–, el discurso está calando y están surgiendo grupos espontáneos de ciudadanos que se organizan en milicias para dar caza al migrante.

La violencia racista no es nueva en la región. Desde hace más de una década se han denunciado innumerables casos de abusos y violaciones de los derechos (palizas, deportaciones, retenciones ilegales, etc) de aquéllas que osaban cruzar este territorio. Pero esta violencia se está organizando y extendiendo como la pólvora por Facebook, Twitter y Tik Tok, con vídeos de personas vestidas con ropa militar ordenando salir a “patrullar”. Paris Papadakis, diputado del partido ultraderechista Solución Griega por la provincia de Evros, publicó una incendiaria arenga en la que acusaba a los migrantes de “obstruir el trabajo de los bomberos” y de provocar el fuego. Unos días después, un residente de la zona subió un vídeo mostrando su “botín de caza”: 25 personas encerradas en el remolque de su coche.