Han pasado más de seis meses desde que el anarquista catalán Enric Duran i Giralt fue encarcelado de forma preventiva en el centro penitenciario de Osny-Pontoise, a 40 kilómetros de París. Se le imputa un presunto delito de blanqueo de capitales por supuestamente haber ejecutado intercambios entre euros y criptomonedas con una persona que habría logrado el dinero de forma fraudulenta y parece que podrá pasar una buena temporada entre rejas. Por ello, en estos momentos tan duros para su familia y para él, hemos pensado que, a modo de homenaje, vamos a recordar su historia.
El golpe al sistema bancario en 2008
En el año 2008, Enric Duran llevó a cabo una acción de desobediencia civil financiera sin precedentes. Creó una empresa fantasma y pidió 68 préstamos, concedidos por 39 diferentes entidades bancarias distintas, gracias a los cuales obtuvo 492.000 euros; fondos que nunca tuvo la intención de devolver. La estrategia consistió en aprovechar la facilidad con la que los bancos otorgaban créditos en aquella época, justo antes de que estallara la burbuja financiera (que desembocaría en una de las mayores crisis económicas de las últimas décadas) y destinó todo el dinero a financiar iniciativas sociales y proyectos colectivos que promovían alternativas al capitalismo y al sistema bancario tradicional. Así, promovió la creación de la Cooperativa Integral Catalana (un conjunto de cooperativas de consumidoras y de servicios que rompen con el modelo de «un proyecto, una cooperativa» y cubren asimismo todas las necesidades de sus socias, como la alimentación, vivienda, empleo, salud, educación, protección social y transporte, cortando progresivamente vínculos con el capitalismo) y de FairCoop (un proyecto económico de intercambio mundial, con moneda propia, que se inició en 2014 y cerró en 2022), además de varias publicaciones anticapitalistas.
En septiembre de ese mismo año, reveló su acción en un artículo titulado “He robado 492.000 euros a quienes más nos roban para denunciarlos y construir alternativas de sociedad”. Lo imprimió en una publicación titulada Crisi, de la que distribuyó 200.000 copias gratuitas por toda Catalunya. Tras ello, se le empezó a conocer a nivel mediático con los apodos Robin Bank o Robin Hood de los Bancos.
«Se trata de una acción ajena a cualquier tipo de violencia, que reivindico como una nueva forma de desobediencia civil, a la altura de los tiempos que corren. Cuando la financiación al consumo y la especulación son dominantes en nuestra sociedad, ¿qué mejor que robar a los que nos roban y repartir el dinero entre los grupos que denuncian esta situación y construyen alternativas?«, explica su artículo.
Proceso judicial
Las consecuencias legales de la acción no se hicieron esperar. En 2009, fue detenido en una facultad que se encontraba okupada en la Universitat de Barcelona mientras presentaba la publicación Podemos vivir sin capitalismo. Fue acusado por la Fiscalía y 16 acusaciones particulares de varios delitos relacionados con el fraude bancario, por los que se enfrentaba a una posible pena de 8 años de prisión. Pasó un tiempo en prisión preventiva, aunque finalmente fue puesto en libertad provisional a la espera de juicio. Pero en 2013 no acudió a la vista y pasó a la clandestinidad, desde donde continuó promoviendo sus ideas y proyectos. “El sistema carece de legitimidad para juzgarme”, anunció antes de desaparecer.
Durante más de una década, Duran vivió en paradero desconocido, eludiendo las autoridades europeas, pero con una presencia muy activa en Internet. Así hasta que en 2023 su causa se archivó porque los delitos por los que se encontraba acusado habían prescrito. Sin embargo, aunque no tenía cuentas pendientes con la Justicia española, nunca terminó de fiarse por completo que fueran a dejarle en paz. Y el tiempo terminó por darle la razón.
Reciente detención y situación actual
Gracias al medio La Directa – y otros que se han hecho eco de sus informaciones, como Briega – hemos descubierto que en junio de 2024 Enric Duran fue detenido en Francia. Se le atribuye el intercambiar criptomonedas con una persona que vendía productos por Internet y luego nos los mandaba a los compradores. En consecuencia, se le acusa de blanquear ese dinero, porque la policía dice que él sabía que su procedencia era ilícita.
Por su parte, el catalán asegura que desconocía la estafa cometida previamente por ese sujeto, que la acusación intenta “criminalizar” las transacciones de criptomonedas al margen del control de los Estados y que su detención está más vinculada a su pasado que a los hechos. De hecho, resalta que pese a que el supuesto estafador había intercambiado dinero con decenas de traders durante los últimos tres años, él es el único de todos ellos al que acusan. “Sin mi historial de Robin Hood de los bancos no habría pasado estos meses en prisión”, explica.
El pasado mes de noviembre, el Ministerio del Interior francés notificó a Enric una orden de expulsión (sin posibilidad de volver en un plazo de dos años), por considerarle “un peligro para la seguridad nacional”. La orden, en principio, se ejecutará en cuanto se produzca su puesta en libertad. “Aunque sea casi un honor ser considerado un peligro público en un Estado pseudofascista como el de la Francia actual, no se trata de una decisión individualizada contra mí, ya que muchos otros detenidos sin pasaporte francés han recibido la misma orden estos últimos días, independientemente de ser preventivos o condenados. Se trata, de hecho, de una acción propagandística del ministro del Interior, Bruno Retailleau, en su campaña de tolerancia cero hacia la inmigración para mantener el apoyo de la extrema derecha”, ha explicado el activista desde prisión.
Desde estas líneas queremos pedir su libertad inmediata – así como la de todas las personas presas – y que se respete su derecho a vivir donde le dé la gana.
Más información en la página de su Grupo de Apoyo (Llibertat Enric Duran) y en las redes sociales del grup de defensa col•lectiva Anarquista Égida