
‘Ariskas, porque estamos hartas de poner siempre buena cara ante una sociedad que cuando no nos discrimina, nos menosprecia, nos victimiza, nos insulta, nos desprotege, nos olvida o intenta tapar nuestro malestar bajo etiquetas que ellos mismos inventan e imponen: zorra, marimacho, bollera, histérica, loca…‘
Ariskas es un colectivo feminista no mixto, e invitan a participar en sus asambleas y reuniones, que tienen lugar en La Villana de Vallekas, a cualquier persona no identificada como hombre-cis. Su estructura es horizontal y su carácter es abierto, colaborativo, reivindicativo y combativo. Protegen su espacio de cualquier tipo de violencia, como de discursos machistas, clasistas, capacitistas, LGTBIQ+-fóbicos, racistas, edadistas o relativos a cualquier otro tipo de discriminación. Crean redes, ejercen el pensamiento crítico, el apoyo en comunidad, el activismo político y social y odian muy fuerte y en común al patriarcado en todas sus formas, grados y vertientes. Podéis seguirlas en Instagram y contactarlas en ariskas.vk@gmail.com.
¿Quiénes sois Ariskas? ¿Cuándo y dónde surge el colectivo?
Ariskas es un colectivo feminista transinclusivo no mixto que nace en febrero de 2023 tomando La Villana de Vallekas como sede. Lo componemos personas de Vallekas principalmente, aunque también participan personas de otros barrios de Madrid.
El colectivo empezó siendo un espacio de toma de conciencia feminista, un lugar de encuentro y acompañamiento para mujeres y disidencias donde conversar sobre todo lo que nos atraviesa cotidianamente dentro del sistema cisheteropatriarcal en el que vivimos. A esas reuniones las llamábamos «reuniones de amigas» porque la idea era que fueran precisamente eso, espacios amables y tiernos donde charlar de manera distendida.
Esas reuniones para muches de nosotres eran también una manera de encontrarnos y romper con el aislamiento al que nos aboca el ritmo de vida capitalista urbano e inmediato de Madrid. Compartir con les demás nos fue permitiendo reconocernos mutuamente y politizar nuestros malestares de manera conjunta con la certeza de que lo personal es político. Poco a poco se comenzaron a crear redes más fuertes hasta que decidimos dar el paso a la organización y el activismo.
Es así como nació Ariskas. Decimos que somos ariskas porque estamos hartes de poner siempre buena cara ante una sociedad que nos discrimina, nos menosprecia, nos victimiza, nos insulta, nos desprotege, nos olvida o intenta tapar nuestro malestar bajo etiquetas que ellos mismos inventan e imponen: zorra, marimacho, bollera, histérica, loca, entre otros.
Ariskas nace de la rabia y de la resistencia a un orden social capitalista y cisheteropatriarcal violento, pero no queremos quedarnos en la trinchera, sino que aspiramos a construir alternativas empezando por la proximidad de nuestros barrios.
¿Qué actividades realizáis? ¿Tenéis relación con otros colectivos feministas?
Hacemos cosas bastante heterogéneas. Tenemos un club de lectura mensual, hemos escrito dos fanzines, uno sobre amor romántico y otro sobre maternidades diversas. También he hemos dinamizado la creación de otro fanzine con vecines del barrio. Hemos montado varios eventos, talleres y conversatorios sobre temas en los que nos interesa reflexionar o visibilizar como las no-monogamias, utopías transfeministas, autodefensa feminista o antipunitivismo. Por supuesto, nos organizamos para salir a las calles, hacemos agitación y acción directa. El año pasado organizamos también un pasacalles transfeminista por el barrio y un festival de música con un cartel formado solo por mujeres y disidencias ya que creemos en una militancia gozosa donde el ocio y la diversión sean también una cuestión política.
Además de todo eso, participamos regularmente en espacios feministas más amplios como la comisión 8M de Madrid y poco a poco intentamos tejer alianzas con otras luchas que también nos interpelan y de las que nos sentimos parte en mayor o menor medida, como el movimiento LGTBIQ+, el movimiento por la vivienda o el movimiento antirracista, pues no concebimos un feminismo no interseccional.
¿Es un colectivo abierto? ¿De qué manera se puede participar en Ariskas?
Somos un colectivo no mixto, abierto a cualquier persona que no se identifique como hombre-cis. Nuestra estructura es horizontal y nuestro carácter abierto, colaborativo, reivindicativo y combativo.
Aunque no creemos que exista ningún espacio que sea completamente seguro, ni que la etiqueta podamos ponérnosla nosotres mismes, intentamos proteger el colectivo todo lo posible de cualquier tipo de violencia así como de discursos machistas, clasistas, capacitistas, LGTBIQ+-fóbicos, racistas, edadistas o que reproduzcan cualquier otro tipo de discriminación.
En el colectivo se puede participar viniendo a nuestras asambleas mensuales o a las distintas actividades que realizamos como los clubes de lecturas, conversatorios, kafetas o cualquier otro evento que anunciamos en nuestras redes sociales y en nuestro canal de difusión de Telegram.
La mayoría de eventos y actividades que realizamos son mixtos, es decir, abiertos a todos los géneros.
Sois un colectivo de barrio y ubicado concretamente en el Centro Social La Villana de Vallekas. ¿De qué formas tratáis de incidir en el barrio? ¿Tenéis vínculos o colaboración con algún otro colectivo del barrio? Y con el centro social, ¿Cuál es vuestra relación?
La Villana no es sólo el Centro Social en el que nos reunimos, sino un proyecto político que nos ilusiona, que tratamos de sostener junto con otros colectivos y por el que apostamos. Participamos en las asambleas, nos articulamos juntes sobre diferentes ejes políticos y colaboramos en la organización de actividades como el último encuentro de Centros Sociales en Madrid.
Además, La Villana nos permite cruzar nuestras luchas con las de otras y sumar fuerzas. Por ejemplo, recientemente hemos lanzado junto con la Escuela de las Periferias y el Bloke gorde la «Primavera antipunitivista», un ciclo de charlas y talleres para pensar en torno al conflicto, la represión y prácticas de justicia transformativa en nuestras comunidades.
Más allá de La Villana estamos en contacto y colaboramos puntualmente con algunos espacios culturales, asociaciones vecinales y colectivos feministas de Vallekas. Nuestra forma de incidir en el barrio es creando espacios de debate y encuentro feministas y animando a las mujeres y disidencias a ocupar todos los espacios. Hace unos meses colaboramos en la elaboración de un fanzine con vecinas de Vallekas en el que reflexionábamos colectivamente sobre nuestro vínculo con el barrio, cómo lo habitamos y algunos problemas que enfrentamos como la gentrificación o el estigma. El fanzine se llama Vallekasas y todavía tenemos algunos números que vendemos a precio asequible en nuestros eventos o a través de nuestras redes sociales.
El año pasado publicasteis un «Femzine» sobre amor romántico. ¿Nos podéis contar un poco sobre este proyecto? (Por qué, por qué ese tema, donde se puede encontrar etc). ¿Tenéis pensado publicar nuevos números?
Femzine nace como propuesta para reflexionar sobre los temas que nos remueven y nos atraviesan. Muchos de ellos son los que nos llevaron a organizarnos y formar Ariskas. Con él, además, queríamos hacer divulgación feminista fuera de los libros de estudio al alcance de todes en cuanto a precio, contenido y vocabulario. Reivindicamos que todes nosotres tenemos algo que decir, que nuestros conocimientos son válidos y valiosos independientemente del nivel de estudios, profesión o lugar de procedencia.
Hasta ahora hemos sacado dos números, el primero fue sobre amor romántico y el segundo sobre maternidades diversas. Ambos son temas que a muches nos acompañan (y atormentan) desde que somos pequeñes y sobre los que existen multitud de mandatos sociales y culturales que nos condicionan, nos violentan y nos hacen sufrir. El femzine sobre amor romántico se puede encontrar digitalizado en nuestro perfil de instagram y el de maternidades diversas estará proximamente disponible.
Tenemos pensado empezar un número los próximos meses que tratará sobre utopías transfeministas ya que es uno de los temas en los que hemos estado pensando mucho y sobre el que seguiremos pensando en el futuro cercano. En otoño, de hecho, estaremos en Iruña invitades por el colectivo Egham-Nafarroa a sus jornadas “Maripensando” para reflexionar desde los márgenes cómo seguimos construyendo futuros placenteros para todes.
Contáis también con un club de lectura feminista. Contadnos un poco cómo funciona, quién puede participar, qué libros escogéis, etc.
El club de lectura es un espacio mixto, abierto a todos los géneros e identidades. Leemos un libro mensual, elegido por votación y buscamos una fecha para la puesta en común, normalmente una mañana de domingo aunque vamos variando según disponibilidades.
La idea del club de lectura surge para compartir textos, libros y autoras que nos llaman la atención o que nos inspiran. También para acompañarnos mutuamente en las lecturas difíciles al ponerlas en común, ayudarnos a comprender ideas complejas y generar conversaciones interesantes para que los pensamientos no se queden sólo en nuestra cabeza.
En todo este tiempo hemos leído multitud de ensayos: Silvia Federici, Sophia Lewis, Angela Davis, Judith Butler… Muchos de estos textos nos ayudan a formarnos y fortalecernos políticamente.
También hemos leído narrativa y libros más fresquitos, pues creemos en una militancia donde la formación política sea tan importante como el ocio y la diversión. La mayoría de las autoras que hemos elegido son mujeres o disidencias como Gabriela Wiener o Beatriz Serrano.
Cualquier otra cosa que os apetezca añadir…
Solamente invitar a todas aquellas personas que quieran participar en un colectivo feminista de barrio o a las que quieran conocernos un poco más a venir a nuestras asambleas y/o a los eventos que organizamos. Sobre todo animar a todo el mundo a que eche un vistazo a las actividades que estamos preparando con otros colectivos para la «Primavera Antipunitivista». Nos pueden contactar por Instagram (@ariskas.vk) y tenemos canal de difusión en WhatsApp y Telegram.
