Si hoy existe un conflicto grande y con constancia en el tiempo, éste es el de la “cuestión catalana”. Es tema constante en portadas de los periódicos y telediarios de las grandes cadenas. Como probablemente la mayoría ya estemos familiarizados/as con las opiniones de los distintos partidos y gobiernos, hemos considerado muy interesante hacer una entrevista a 3 bandas con compañeros/as catalanes/as, para conocer más del “Procés” y cómo se posicionan ante él.
Para ello hemos contado con Embat, organización política libertaria de Cataluña, Marc Rude, de la Assemblea Llibertària l’Oca de Gràcia (Federació Anarquista de Catalunya) y periodista de La Directa, y por último con Oriol Rigola, miembro del colectivo Negres Tempestes que nació con la idea era reabrir el debate de la reivindicación del derecho la liberación de los pueblos dentro del pensamiento libertario.
Debido a la extensión de la entrevista la versión impresa ha sido recortada, podréis encontrar la entrevista completa AQUÍ: Entrevista completa
1-Empecemos por nuestra casa. Vemos como el entorno libertario catalán ha crecido y ganado músculo en los últimos años en forma de nuevas asambleas de barrio, nuevas organizaciones, ateneos, okupas, fiestas populares y mayor capacidad de movilización. ¿En qué momento se encuentra el anarquismo catalán? ¿Ha sabido adaptarse a los distintos ciclos de movilizaciones? ¿En qué medida ha aportado a los movimientos populares?
Embat: Nos encontramos al final del ciclo que se abrió en la huelga del 29S de 2010 o en el 15M de 2011. En un solo año han coincidido tres procesos electorales, cada uno con su propia campaña. Esto ha producido un cierto hartazgo en la sociedad, que de alguna manera también se ha trasladado a los movimientos sociales. Además, no poca gente hasta ahora activa en las luchas sociales y en el activismo se ha presentado en las distintas candidaturas y ha conseguido entrar en las instituciones. Así la movilización en la calle viene a menos, por estas causas y por limitaciones del movimiento popular en su articulación más allá de lo inmediato. El entorno libertario, al estar al margen de todo lo anteriormente mencionado no creemos que su actividad típica se haya resentido demasiado. Los colectivos siguen realizando sus funciones habituales pero no encuentran la manera de aportar para un cambio social.
Marc Rude: En efecto, el movimiento libertario ha crecido en Catalunya, con la aparición de proyectos como la Federació Anarquista de Catalunya (FAC) y Procés Embat. También se ha registrado un incremento muy significativo de asambleas locales y espacios autogestionados. Todo este repunte nace a partir del 15-M y el proceso de politización que conllevó para toda una generación. Ahora que nos encontramos en una recesión de la movilización de calle -causada por la aparición de los partidos progresistas/regeneracionistas- , quizá es momento de apostar por la parte constructiva del movimiento, y confluir en organizaciones y redes de apoyo ancladas en los barrios que permitan que cada vez más gente pueda poner cada vez más ámbitos de su vida fuera de los marcos del Estado y el capital. Para mí, el factor más importante que ha permitido que el movimiento crezca y el que puede permitir que lo siga haciendo es un esfuerzo comunicativo para llevar nuestro mensaje más allá de las fronteras del “ghetto”. Para ello, es vital crear organizaciones fuertes que permitan coordinar la militancia, más allá de la estructura atomizada de los grupos de afinidad.
Oriol Rigola: Nuestro colectivo encuentra su raíz en Sants, un barrio de Barcelona históricamente muy combativo y eso quizás facilita que las ideas libertarias sean más permeables que en otros lugares. La existencia de la Assemblea de Barri de Sants (ABS) también ha facilitado la coordinación de los diferentes movimientos sociales. Pese a que situaciones como el 15m o el famoso «procés» nos cogieron a todos/as como bastante desprevenidos/as, hay que decir que algunos de estas se impregnaron, aunque desgraciadamente muy parcialmente, de algún aire libertario; más el primer caso que el segundo.
2-El proceso independentista parece que cubra todos los aspectos de la política cotidiana en Cataluña. Aun así, la ofensiva neoliberal es patente y, desde fuera, parece que se relativice. Nos gustaría que nos comentarais acerca de las luchas sociales que consideréis relevantes y si estas se han visto mermadas o potenciadas gracias a la cuestión nacional y el proceso.
E: En cualquier caso está claro que hay sectores que han apostado por surfear la ola soberanista esperando con ello tapar cuestiones de gestión o modelo económico, pero al mismo tiempo otros sectores, interesadamente o no, han contribuido mediante el independentismo a poner sobre la mesa los modelos de país posibles y la solución a los problemas estructurales de Catalunya. En nuestro caso el Bloque en el Poder ha utilizado el soberanismo como una manera de proteger el entramado institucional de la crítica desde abajo, y es algo que tenemos en cuenta. En todo el sur mediterráneo en general la incapacidad que hemos demostrado para construir una alternativa popular al modelo institucional y económico, ha favorecido la esperanza en nuevos instrumentos de intervención parlamentaria, y todo ello, tanto por nuestra parte como por la de ellos/as, un desinflamiento de la conflictividad.
M: Si bien es cierto que el Procés ha desviado la tensión del eje social al eje nacional, para mí el principal elemento desmovilizador no ha sido el independentismo, sino la apuesta por la vía institucional de parte de los movimientos sociales. Si bien hay ámbitos concretos, como las migraciones o el feminismo, en los que se trabaja intensa y fructíferamente; para mí los movimientos aglutinadores de la lucha social, que son el sindical y el vecinal, viven horas bajas.
O: Es evidente que el «procés» ha servido para tapar muchas decisiones políticas tomadas desde las diferentes instituciones (estatales, autonómicas, municipales). Es cierto pues, que en algunos casos han servido para silenciar los recortes y las políticas neoliberales del gobierno de CiU, y que han intentado responsabilizar estas decisiones con el lema de «España ens roba», pero la gente no es tonta y los resultados electorales así también lo demuestran, reduciendo cada vez más la representación parlamentaria de dicho partido, arrastrando en estas ultimas elecciones a su socio ERC.
3-En el campo de la movilización y la construcción de alternativas, muchas veces os encontraréis con la Esquerra Independentista(EI). ¿Cómo es vuestra relación con ella? ¿Son un aliado táctico? ¿Existe la posibilidad de un proyecto emancipador común?
E: Existen desde luego diferencias en la intensidad donde ponemos el acento del poder popular, y respecto a la cuestión electoral. Para nosotros/as todos/as aquellos/as actores que prioricen la construcción de un pueblo fuerte capaz de dar respuestas contundentes a las agresiones, y ser garante de los cambios sociales, es un aliado táctico inmediato.
M: En la lucha diaria en los barrios, existen muchos puntos en los que podemos estar de acuerdo. Para mí, sí que existe la posibilidad de trabajar conjuntamente a nivel local y me gustaría que así fuese. No obstante, nos encontramos con varios obstáculos por las dos partes: al purismo y la estrechez de miras de algunos/as compañeros/as se le suman los tics vanguardistas y las maquinaciones a lo soviético que en ocasiones se llevan a cabo desde la EI. La idea de potenciar asambleas locales para empoderar al vecindario, unir fuerzas contra el enemigo común y construir proyectos autogestionados destinados a satisfacer las necesidades de la gente del barrio es compartida.
O: Colaboramos con personas de l’Esquerra Independentista (EI) desde el momento en que participamos de espacios como el Can Vies o la ABS y también hemos colaborado con colectivos de la EI en campañas puntuales locales como la de retirada de símbolos fascistas del barrio y por el cambio de nombre de algunas calles del barrio o en espacios más amplios como Huelgas Generales o campañas concretas de reivindicaciones vecinales.
4-¿Qué visión tenéis del movimiento independentista? ¿Es este un movimiento de la oligarquía catalana para ganar cuotas de poder? ¿Es un movimiento popular por la autodeterminación? ¿Qué actores son relevantes en la partida?
E: El movimiento independentista es transversal y variado ideológicamente. Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) nunca había sido independentista. Ha virado en esa dirección fruto del crecimiento del «soberanismo social» o del independentismo de la «sociedad civil» que se produjo a partir de la creación de la Asamblea Nacional Catalana y la Asociación de los Municipios por la Independencia. No olvidemos que tanto la gran banca como Fomento Nacional del Trabajo (la patronal catalana equiparable a la CEOE) se han pronunciado claramente en contra de la independencia. El movimiento independentista representa un movimiento popular por la autodeterminación «democratizador» y con un gran potencial para romper con la constitución del 1978
M: Es un movimiento popular para la autodeterminación en parte secuestrado e instrumentalizado por la oligarquía catalana para ganar cuotas de poder. Pero las ambiciones de Mas de convertirse en el Padre de la Patria y las performances masivas al estilo norcoreano no deben hacer que nos olvidemos de la legítima voluntad de mucha gente de poder decidir qué organización política prefiere para su territorio. Como siempre, hay dos actores básicos: el pueblo catalán y las élites titiriteras que juegan con él para su propio beneficio, que no es otro que mantener el poder.
O: Nosotros/as nos consideramos parte del movimiento independentista, al igual que nos consideramos parte del movimiento anarquista, antipatriarcal, ecologista, etc. Formar parte de dicho movimiento no nos posiciona necesariamente a asumir o aceptar todo aquello que se haga en nombre de dicho movimiento. Este «procés» nacido en 2010 a partir del fracaso del intento de reforma del Estatut d’Autonomia llevó a que el pequeño porcentaje de gente que se identificaba claramente como independentista fuera incrementado a cada barbaridad que se iba haciendo o diciendo desde el gobierno del Estado Español.
5-¿Cómo definiríais vuestra posición política respecto del proceso independentista?
E: EMBAT es partidaria de la soberanía popular y del ejercicio de la autodeterminación de Catalunya. En ese sentido entendemos que la coyuntura abierta por el movimiento popular por la independencia puede servir para «abrir el melón» del régimen surgido de la reforma franquista.
M: Yo voté sí a la consulta del 9N y volvería a hacerlo si se convoca finalmente un referéndum vinculante. Lo hice por varias razones: en primer lugar, porque un proceso de independencia en Catalunya agitará inevitablemente el orden establecido, lo que supone una gran oportunidad para llevar la ruptura a otros ámbitos más allá del mero cambio de bandera. ¿Os imagináis que os podríais librar de golpe y plumazo de la Conferencia Episcopal, la Legión, los Borbones y los rancios residuos de la nobleza? Aunque el eventual Estado Catalán fuera igualmente capitalista, atrocidades como el proyecto de ley del Aborto de Gallardón, la ley Mordaza, la introducción de la religión en la escuela pública o la creación de una FP de Tauromaquia serían inconcebibles aquí.
O: El «procés» como movimiento popular que pudo ser en un primer momento estuvo en parte alimentado por gente de los movimientos sociales, mayoritariamente procedente de la izquierda independentista. Posteriormente, cuando éste se masificó, la burguesía intentó coger las riendas y en gran parte lo consiguió. Nosotros/as seguimos intentando explicar a la gente que existe otra manera de conseguir la independencia, sin estados ni autoritarismos, y que así esta sea real y total, pese a ello, somos conscientes que la capacidad de incidencia de un colectivo como el nuestro es muy pequeño.
6-¿Cuales son los pasos a seguir en la coyuntura actual para avanzar en la construcción de una sociedad libertaria?
E: En la coyuntura actual, con la correlación de fuerzas, evidentemente este programa no es posible en su totalidad, necesitamos un sociedad densa y activa, un pueblo fuerte, fortalecer el sindicalismo y crear las condiciones en el territorio para poder desplegar el poder popular.
M:La clave está en el trabajo “de hormiguita” en los barrios. Por un lado, como ya había comentado, hemos de expandir la base social del anarquismo, para que el vecindario pueda ver como viable una alternativa libertaria hace falta comunicar y, sobretodo, hacer. El Estado no es fuerte sólo porque nos reprime, sino porque sabe hacerse necesario. Por ejemplo, aunque la mitología ensalce la parte de los tiros, la Revolución Social del 1936 no habría sido posible si no hubiera contado con toda esta infraestructura popular, construida durante las décadas anteriores. Lo mismo vale para cualquier revolución: aunque se llegue a derrocar al sistema, si no hay nada preparado para después lo más probable es que el viejo régimen sea sucedido por uno nuevo igual o peor. Además de los proyectos a largo plazo, también hemos de tener objetivos más cercanos. Más allá del anarquismo, si los movimientos sociales en conjunto consensuaran unos puntos comunes y se lanzaran a defenderlos, otro gallo cantaría. La coordinación entre luchas es vital.
O: Nosotros/as siempre hemos creído compatibles y necesarias tanto la gimnasia revolucionaria como la construcción de la sociedad paralela. Creemos que la recuperación de la memoria histórica y recordar como han sido los caminos que nos han intentado acercar a ese anhelado destino puede enseñarnos mucho en esa construcción. La solidaridad con otros pueblos en lucha como el de Chiapas, Mapuches o Kurdistán nos puede enseñar formas de organización política y de resistencia interesantes.