Todas, mal que bien, sabemos que si te condenan a menos de dos años de prisión, te suspenden la condena y no vas a prisión. Pero esto siempre condicionado al cumplimiento de un requisito, recogido en el artículo 80 Código Penal “que se hayan satisfecho las responsabilidades civiles que se hubieren originado. […] Este requisito se entenderá cumplido cuando el penado asuma el compromiso de satisfacer las responsabilidades civiles de acuerdo a su capacidad económica”.
En otras palabras: si no pagas la indemnización a la víctima del delito, entras en prisión. Por eso, cuando hace meses Jorge Jiménez (condenado por un delito de atentado a la autoridad a siete meses de prisión) anunció la difícil decisión de que no pensaba pagar ni un solo euro al policía que le había acusado de golpearle durante un desahucio (primero porque asegura que no cometió los hechos por los que fue condenado y, segundo, porque se niega a pagar a un funcionario que ejecuta lanzamientos), explicamos que era altamente probable que acabara yendo a la cárcel (véase www.todoporhacer.org/jorge-distrito-14/).
Sin embargo, a finales de enero las compañeras de Distrito Catorce, el colectivo de Moratalaz al que pertenece Jorge, anunciaron que se había conseguido lo casi imposible: el Juzgado de Ejecuciones Penales había acordado suspender su entrada en prisión y, eso sí, embargar sus cuentas.
“Queremos recalcar una vez más que si no fuera por la lucha en la calle por lograr la libertad de Jorge esto no se hubiera logrado”, explicaron en un comunicado. Efectivamente, los milagros no existen, pero la presión y la lucha colectiva sí. “Por ello, debemos seguir luchando con aún más ahínco, debemos seguir denunciando las injusticias que siguen sucediendo, porque ése es el único camino para vencerlas. Solo la lucha en la calle nos llevará a conseguir nuestras reivindicaciones y esto que hemos logrado entre todos es una muestra más de ello”.
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