En la noche del sábado 10 de febrero de 2024 en Valladolid tuvo lugar la 38ª edición de los Premios Goya en Valladolid en la que triunfaba la galardonada película La sociedad de la nieve, pero esa noche se entregó un galardón muy especial. El Premio Goya de Honor se lo entregaron en esta edición a Juan Mariné Bruguera, camarógrafo y anarquista de 103 años de edad. A sus casi 16 años de edad fue ayudante de cámara en la grabación de las imágenes inéditas del entierro de Buenaventura Durruti en Barcelona en noviembre de 1936. En el año 2020, la Fundación Anselmo Lorenzo en Madrid, le organizó un homenaje para conmemorar toda una vida dedicada al cine, la fotografía y la investigación fílmica; siempre desde sus valores anarquistas.
Comenzó a participar en el mundo cinematográfico desde adolescente, como ayudante de cámara ya en diversos emplazamientos y proyectos, y ha dedicado toda su vida al cine como director de fotografía hasta la década de los 90, participando en ciento cuarenta títulos y grandes clásicos del cine español. Ante todo es destacable su labor de restauración de películas antiguas, trabajando de manera sostenida para la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid y la Filmoteca Española. Diseñó tecnología fílmica y ha sido un innovador de las herramientas técnicas del séptimo arte, dedicándose con gran esmero en la restauración y conservación del patrimonio filmográfico.
Desde adolescente frecuentaba salas de cine donde la llevaba su madre a ver producciones extranjeras, y cuando acudía al club de Arenys de Mar y el sistema de proyección de películas fallaba, él lo arreglaba de vez en cuando. Durante la Guerra Civil española y la Revolución social formó parte de SIE Films como operador de cámara, la productora cinematográfica creada por la CNT, participando en noticieros, cortometrajes y mediometrajes documentales, y diversas películas de propaganda.
Sin embargo, fue llamado a filas para incorporarse al frente de guerra desde la denominada «Quinta del biberón», luchando en la Batalla del Segre, perdiendo la audición del oído derecho. Trabajó posteriormente en la retaguardia haciendo ampliaciones fotográficas de las posiciones enemigas, teniendo que retirarse posteriormente a Francia en un camión ante el avance de las tropas franquistas. Pasó por dos campos de concentración en la costa sur francesa, en Saint-Cyprien y Argèles-sur-Mer, escapando y regresando a España donde pasó por un campo de concentración en La Rinconada, Sevilla. Le liberaron gracias a los contactos de su padre en esa provincia, y de vuelta a Barcelona se vio obligado a realizar el servicio militar iniciando trabajos de producción de dibujos animados. Se trasladó más tarde a Madrid donde inició en los años 40 su prolífica trayectoria como director de fotografía durante las siguientes décadas, siendo pionero en utilizar sistemas muy modernos como Eastmancolor, y el objetivo Cinemascope en 1956. Además, participó de especialista de trucaje y efectos especiales, pero el mayor interés que tuvo Juan Mariné fue la innovación cinematográfica y la restauración fílmica.
Mariné investigó también técnicas de ampliación y de mejor definición de cintas cinematográficas de 16mm y 35mm, inventando un formato propio que lleva su propio nombre, el «Formato Mariné», aprovechando el negativo al incorporarle dos perforaciones en lugar de cuatro, y con una notable mejora de la calidad de la imagen. Por toda esta carrera vinculada al cine y su compromiso personal con la innovación cinematográfica desde unos valores humanos siempre presentes en su carrera, ha recibido numerosos homenajes y premios, siendo el colofón este mes pasado este Premio Goya de Honor a su trayectoria profesional.