Ante la candidatura conjunta de Aragón y Catalunya para albergar en los Pirineos los Juegos Olímpicos de Invierno en 2030, las poblaciones de la zona se están organizando para denunciar y frenar un macroproyecto que representa el máximo exponente de un modelo socioeconómico fracasado y depredador de nuestros ecosistemas y que aboca a las vecinas del Pirineo, especialmente a las jóvenes, a trabajos estacionales y mal pagados.
Para que nos expliquen los motivos para su oposición, damos voz a la plataforma STOP JJOO Aragón y a la Federación Local de CNT-AIT de Fraga en el Alto Aragón
#STOPJJAragón: La candidatura no responde a las necesidades del Pirineo.
Lejos de ayudarnos a afrontar los retos que plantea el futuro, agudizará muchos de los problemas socioeconómicos y medioambientales que arrastra nuestro territorio.
Con la excusa de los JJOO, el Gobierno de Aragón pretende gastar el 85% del presupuesto destinado al turismo sostenible de los fondos europeos post-covid (los llamados “Próxima Generación”) en proyectos para las estaciones de esquí (conexión Candanchú-Astún, telecabina Benasque-Cerler y el acceso de la ampliación de la estación de Cerler por Castanesa). Estos fondos, que deberían ayudar a la industria turística a resistir y afrontar el cambio climático, se quieren destinar casi en exclusiva a hacer crecer las estaciones. Esto agravaría aún más la dependencia de las poblaciones pirenaicas hacia el turismo blanco, condenándolas a un futuro insostenible e incierto.
La dependencia del turismo de nieve se viene fraguando desde hace más de medio siglo. Con toda seguridad, desarrollar alternativas va a ser más lento y difícil de lo que necesitamos. Pero urge un cambio: la crisis energética llama a la puerta, los efectos del cambio climático son más que patentes y aparecen signos de una crisis económica y social sin precedentes. Los cientos de millones de euros que se gastarán en los JJOO deberían emplearse en diversificar la economía. En abrir, no en cerrar, las opciones de futuro.
En medio de este panorama de crisis, cada vez se evidencia más que los JJOO son una operación meramente especulativa, que intenta alargar la vida a un modelo económico caduco. Un modelo basado en el turismo estacional, que crea empleos precarios y temporales y que aumenta el coste de la vida y de la vivienda en el Pirineo, abocando así a la desaparición a otros sectores y a los pueblos a ser un mero parque de segundas residencias.
No podemos permitir que una fiesta de 20 días nos condene a décadas de deudas y miseria. Estos mismos motivos han llevado a poblaciones con tradición en los JJOO de invierno a renunciar a más candidaturas (Múnich, Cracovia, Tirol, Sión o Calgary, entre otras).
CNT-AIT Fraga: En una situación de crisis ecológica y económica, los JJOO son una huida hacia delante
Con todas las alarmas planetarias sonando a pleno pulmón. Con Naciones Unidas advirtiendo de la urgente e ineludible necesidad de reducir el inevitable calentamiento global del planeta en, como mínimo, 1,5ºC antes de 2030. Con una crisis económica prácticamente endémica. Lo único que se les ha ocurrido a la clase política que gobierna, es una huida hacia delante, hacia el precipicio, en forma de juegos olímpicos de invierno. Porque en estos tiempos en que la nieve se resiste a caer y la mayoría de pistas de esquí se alimentan de potentes cañones generadores de nieve artificial y devoradores de energía y de reservas de agua; nada hay más absurdo que plantear un evento mundial de esta envergadura en los Pirineos. En un entorno laboral como el que representa la estacionalidad de las pistas de esquí y la propia precarización del sector turístico; antes que afrontar esta problemática laboral, o antes que tratar de buscar alternativas laborales, que contribuyan a asentar población, lo único que se les ha ocurrido ha sido buscar más y más atracción turística para continuar precarizando las relaciones laborales y continuar destruyendo el paisaje y vaciando pueblos.
Nos preocupan. Nos preocupan y mucho los macroproyectos diseñados para continuar siendo más de lo mismo. Por más que el vicepresidente del Comité Olímpico Internacional Juan Antonio Samarach hijo (parece que estos cargos tienen algo de realeza) se empeñe en afirmar que los Juegos Olímpicos ahora no son como antes. Que ahora son muy respetuosos con el medio ambiente y que generan riqueza y bienestar social. Pero resulta que esta canción ya la hemos escuchado muchas veces. Y la hemos escuchado tantas veces que nos genera vergüenza ajena escuchar al propio Samaranch reconocer que antes estaban mintiendo, pero ahora ya no. De la misma manera que nos genera vergüenza ajena escuchar a cargos políticos hablar de los retos de aplicar las directrices de desarrollo de la agenda 2030, mientras apoyan estos proyectos que no dejan de ser un paso más en el agotamiento de recursos y territorio.
Defenderemos siempre el bienestar de las personas en armonía con el territorio. El dispendio de la organización de los Juegos Olímpicos, podría servir para desarrollar una cobertura sanitaria primaria que incluya, además, hospitales cercanos, de fácil acceso con transporte público, a todas las poblaciones del mundo rural más aislado. Garantizar la asistencia, independientemente de si vives en el lado aragonés o catalán y garantizar servicios de ambulancia desaparecidos de algunos entornos rurales de Aragón, sin apenas explicaciones por quienes se encargan del expolio de la Sanidad Pública en favor de la sanidad privada. Y, por supuesto, ese dispendio también debería servir para desarrollar una economía acorde con el territorio que habitamos las personas. Alejado de desarrollismos absurdos.