192 páginas. Jean-Marc Rouillan. Virus Editorial.
A finales de los años sesenta y principios de los setenta, España era un hervidero político en el cual los cuadros de la vieja izquierda y de la ultraizquierda nacida al calor de las movilizaciones obreras y del movimiento estudiantil se preparaban para dar el salto a la legalidad y al nuevo-viejo régimen de democracia monárquica tutelada por los/as militares. Éste iba a recompensar la desmemoria y el colaboracionismo de la oposición domesticada o domesticable con un reparto generoso de cargos en la Administración Pública y en la política, y con espléndidas subvenciones y chanchullos a los sindicatos “adictos” al nuevo régimen. El resultado era previsible, pero pocos/as fueron los/as que se opusieron de verdad a las traiciones de la Transición.
El libro que presentamos se trata del segundo volumen de las memorias de Jean-Marc Rouillan, un feroz militante anarquista francés que fue miembro del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL) y de los Grupos de Acción Revolucionaria Internacionalista (GARI) en España, y de Action Directe en Francia durante las décadas de 1970 y 1980. En 1987 fue detenido y condenado por el asesinato del director general de la empresa Renault, Georges Besse, como consecuencia del despido masivo de miles de trabajadores/as de sus fábricas.
Durante su estancia en prisión, Rouillan no renegó jamás de sus convicciones, continuó apoyando a sus compañeros/as de Action Directe y denunció las pésimas condiciones de las cárceles francesas mediante huelgas de hambres y escritos en diversos libros y artículos. Entre sus libros destaca la primera parte de sus memorias (De Memoria I – Los comienzos: otoño de 1970 en Toulouse, editado por Virus Editorial), en el que relata su proceso de politización en los últimos años de su adolescencia en Toulouse, así como sus memorias carcelarias Odio las mañanas (editado por Llaüt) y Paul de Épinettes o la mixomatosis panóptica (editado por Pepitas de calabaza).
En septiembre de 2007, un tribunal de París le otorgó el régimen de semilibertad y en diciembre de ese año volvió a pisar las calles por primera vez en 21 años. Sin embargo, en octubre de 2008, la revista L’Express publicó una entrevista a Rouillan en la que la le preguntaban si se arrepentía del asesinato de Georges Besse y éste respondió: “tengo prohibido expresarme sobre eso… Pero el hecho de que no me exprese ya es una respuesta. Pues es evidente que si escupiese a la cara de todo lo que hicimos podría expresarme. Esta obligación de silencio nos impide también hacer un verdadero balance crítico de nuestra experiencia”. Esto, en opinión de la fiscalía de París, supuso una vulneración de las condiciones de su régimen de semilibertad y en noviembre de 2008 volvió a ingresar en prisión. En mayo de 2011, se le volvió a conceder la semilibertad y en la actualidad se encuentra fuera de prisión.
Lamentablemente, Jean-Marc Rouillan todavía no ha plasmado sobre el papel toda su intensa biografía, aunque ha asegurado que algún día conseguirá hacerlo. En esta segunda parte de sus memorias se centra en el capítulo su vida que pasó en la España franquista y aborda los trepidantes días de discusión y acción en Barcelona con sus compañeros/as del MIL, en la última etapa de esta organización revolucionaria. A la necesidad de recuperar el hilo de la lucha insurreccional iniciado en julio de 1936 y continuado tras la guerra por los grupos guerrilleros, se añadía la intención de superar los esquemas clásicos del vanguardismo armado, que no hicieran del MIL un fin en sí mismo. Se trató, ciertamente, de uno de los intentos más importantes de renovar las estrategias de confrontación con el orden económico y político en todas sus formas, pero que toparía tanto con la mezquindad de “los/as demócratas” como con la indecisión de buena parte de la ultraizquierda. Una tentativa ambiciosa y prometedora en muchos sentidos, pero que quedaría grabada en la memoria colectiva por la detención de Salvador Puig Antich y su ejecución el 2 de marzo de 1974, tras una serie de incidentes que se inician —tal como relata el autor— el 16 de septiembre de 1973 con la caída de dos militantes del MIL tras un atraco en Bellver de Cerdanya. Antes de esto, el MIL ya había decidido su autodisolución, pero no es hasta esta sucesión de acontecimientos cuando Jean-Marc Rouillan y Jean-Claude Torres se ven obligados a huir a Francia, donde proseguirían su acción revolucionaria.
Presentación del Libro “De memoria (II). El duelo de la inocencia: un día de septiembre de 1973 en Barcelona”: http://www.encuentrodellibroanarquista.org/?page_id=84