Maelstrom es un abismo mítico donde el mar engulle todo lo que contiene. Su fuerza se asemeja a la de la potencia mercantil que por mar fue capaz de absorber a los cinco continentes. Su movimiento es el de la irresistible destrucción de quien lo ha generado. El descenso al Maelstrom es una inmersión a lo desconocido, que resurge al asalto del cielo.
Maelstrom es el nombre elegido para dar título a esta nueva publicación anarquista de número único y gratuita. Editada en Lille (Francia), Maelstrom, que aparece en varias lenguas, es fruto de la colaboración de distintos colectivos e individualidades distribuidos por diversos puntos de Europa que, hartos/as de los discursos institucionales sobre la crisis y los distintos conflictos sociales ocurridos en este contexto, han unido sus relatos con la intención de generar un espacio de común de experiencias y perspectivas sobre la denominada crisis.
Uno de los rasgos más característicos de la revista es el deseo de eliminar ese estrecho marco que supone el nivel nacional y mostrar la globalidad de la dinámica capitalista, esto es, revelar la violencia intrínseca, estructural, del sistema del Capital así como también acabar con el viejo mito de la división de las distintas esferas de la vida social y mostrar explícitamente que la política es directamente economía. Mostrar la crisis como un fenómeno global que nada entiende de fronteras es posible gracias a la puesta en común de las distintas reflexiones recogidas en la revista y nacidas en contextos económicos y político-sociales diferentes los unos de los otros.
La revista nos ofrece numerosas claves para entender, a nivel general, qué es eso de la crisis y a quién le interesa que exista. En realidad, antes de la crisis ya se venían tomando medidas, en los distintos gobiernos europeos (independientemente del posicionamiento ideológico de los mismos), que beneficiaban a la clase capitalista, tanto nacional como europea. Con este simple dato se entiende claramente que el conocido argumento de “todo mal viene de las instancias económicas europeas, nos piden ajustarnos el cinturón y hacer toda clase de recortes sociales para darnos tan ansioso rescate”, esto poco tiene que ver con la realidad; la clase capitalista, por su pura lógica estructural, únicamente avanza en la búsqueda de beneficios y esos beneficios no pueden ser sacados de otro sitio que no sea de la mercantilización del Estado del Bienestar y de rebajar los costes que supone la reproducción de la fuerza del trabajo, es decir, la privatización y recortes en la sanidad, la educación, la vivienda, el empleo, etc. Y es que a nadie se le escapa que abaratando el despido, eliminando cualquier ayuda de tipo social, subiendo hasta el infinito y más allá el coste de las tasas educativas y haciéndonos presos de un sistema de crédito e hipotecas, quien sale ganado es la banca y los tiburones que la representan, mientras que el resto del populacho vivimos en un sistema de servidumbre al Capital. Toda crisis social es beneficio para el Capital y ciego es quien no lo vea.
Otro punto a destacar de la revista es su análisis sobre la aparición del partidismo izquierdista y sindical. En un contexto de crisis económica, todo discurso contra el Capital es aplaudido – discurso que no deja de ser pura basura propagandista política- así la izquierda y los sindicatos verticales ven el momento perfecto para hacerse su propio huequito en todo este tablao institucional; se da entonces un proceso de re-nacionalización a nivel ideológico en donde la salvación del Estado aparece en primer plano. Junto con esta reflexión aparece ligada otra cuestión relevante, la imposibilidad de la lucha por los cauces legalistas o sindicales, los sindicatos aparecen entonces como parte del proceso de acumulación capitalista y la reproducción de la fuerza de trabajo, que no es otra cosa que lo que nosotros/as llamamos “crisis”, como dice Etcétera en su propio título: crisis, metáfora del Capital. Desde hace tiempo las luchas del proletariado, normalmente abanderadas por los sindicatos, se van volviendo más defensivas, se acabó el momento de luchar por una subida salarial o unas mejores condiciones de trabajo, ahora hay que luchar por mantener el nivel de vida. La parte más ofensiva del proletariado se va diluyendo en esa maraña de facturas, dando paso al miedo, la individualidad y el conformismo. Ya va siendo hora de coger el timón y no los remos.
Para terminar acabamos con algo sacado de la propia editorial de la revista: “La palabra <<crisis>> no tiene en sí una connotación negativa. En su origen, la palabra latina crisis (<<fase decisiva de una enfermedad>>) había sido prestada del griego krisis, que designa el jucio, la adopción de una decisión importante. Remite a un momento crucial ante el cual hay que tomar una opción.
Recomendamos plenamente la lectura de Maelstrom a todas aquellas personas que quieran abrir los ojos y tomar una opción. Ya va siendo hora de coger el timón y no los remos.
Para consultar la revista y otros textos añadidos puedes dirigirte a: blogmaelstrom.wordpress.com o bien adquirirla en: Local Anarquista Magdalena, Librería La Malatesta, Ateneo Cooperativos Nosaltres o Centro Social La Brecha (puedes consultar las direcciones en la página 15 de este mismo periódico).