Pues sí, son más de siete meses sin salario, más de siete meses de asambleas y movilizaciones para tratar de evitar su despido, y creemos importante recordarlo (y recordárnoslo también a nosotros/as mismos/as), que pasa el tiempo y el conflicto pierde su chispa inicial, ante todo de puertas afuera de la fábrica barcelonesa de Santa Perpetua de Mogoda (la única de las plantas de todo el Estado que mantiene la huelga). En una sociedad en la que nos hemos acostumbrado a la inmediatez de las noticias y los pulsos a corto plazo, las luchas que se alargan en el tiempo, las grandes resistencias, han quedado relegadas a un rincón de la memoria. Pero sin embargo, los/as trabajadores/as de Panrico ahí siguen, y con energía para continuar peleando.
Y es lo único que les queda. Más si cabe después de que la empresa decidiera hace meses castigarles con más despidos que al resto de plantas, por el simple hecho de ser los/as únicos/as que han mantenido el pulso. A ello se suma la reciente sentencia judicial que no accede a anular los despidos llevados a cabo por la empresa entre el año pasado y el actual en curso (aunque sí los previstos para 2015 y 2016). Es en este contexto en el que se celebró una asamblea de trabajadores/as el pasado 24 de mayo, donde finalmente se decidió continuar con la huelga indefinida, no aceptando ni el ERE ni los chantajes de Panrico.
Para volver a refrescar la memoria sobre este conflicto, en el que las ganas de muchos/as se han encontrado con la insolidaridad rampante de nuestros días (también entre parte de sus compañeros/as) y con la desvergüenza de los grandes sindicatos (con la gran mayoría de los/as delegados/as sindicales de CCOO y UGT aceptando un ERE que las asambleas de trabajadores/as rechazaron en todo el Estado), os dejamos un enlace al artículo que ya publicamos el pasado noviembre www.todoporhacer.org/los-donuts-envenenados.Ya sólo nos queda enviar toda nuestra fuerza a los/as trabajadores/as en lucha y recordar la existencia de una caja de resistencia para apoyar la huelga.