Autor: Luis Sepúlveda. Tusquets Editores. 178 páginas. 2012 (9º edición)
“Lo importante era capear los tiempos de miedo de la misma manera que los barcos en altamar capean los temporales costeros”
Patagonia Express no es una novela al uso, con una historia bien definida y concreta a lo largo de la cual se van tejiendo los capítulos, sino más bien una suerte de recuerdos y aventuras cuyo único hilo conductor son los viajes que el autor realiza durante su vida. El principio de estos viajes viene de la mano de las correrías y los afectos de su abuelo, un anarquista andaluz exiliado en Chile, el recorrido de los mismos lo van marcando las circunstancias, y el final está en ninguna parte. Poco a poco se nos irán apareciendo a través de las páginas personajes, situaciones geográficas e historias pasadas y presentes del autor, de su gente y de quienes han poblado el Sur del continente Americano a lo largo del tiempo.
En este libro cobran una importancia especial dos aspectos muy diferentes, por un lado la política y por el otro la misma Sudamérica, en donde se sitúan gran parte de los viajes. Desde un primer momento nos encontramos con el exilio político del abuelo del autor, para más adelante darnos de bruces con las cárceles de la dictadura militar chilena y nuevamente con el exilio, esta vez de nuestro narrador. De esta manera comienzan las aventuras, en forma de un primer y azaroso periplo para abandonar un continente plegado a los militares en ruta hacia Europa, para más adelante emprender el viaje de vuelta siguiendo, por un lado, los pasos literarios de atracadores de bancos y revoluciones aplastadas, y por otro, viajes interrumpidos por la cárcel. Y de la mano de la política, se abrirá paso en la novela el miedo, que acompañó muy de cerca a esta época en Sudamérica, o más bien la necesidad de superarlo, asumiendo que está ahí y que es fuerte, pero que no debe detenernos. Frente al miedo el autor posiciona a las personas y a la forja de relaciones y complicidades que nos ayuden a salvar el aislamiento del que éste se alimenta.
El otro protagonista principal de Patagonia Express, las mismas tierras del continente americano, acabarán por convertirse en catalizadoras de aventuras, en el lugar en el que todo puede y debe tener cabida. Así recorreremos Chile, Argentina, Bolivia y Ecuador, pero sin lugar a dudas, el papel clave corre a cargo de la Patagonia y de la Tierra del Fuego, donde uno se acaba empapando de la inmensidad del territorio y de la grandeza de la Naturaleza, que nos marca sus ritmos y nos convida a adaptar nuestras vidas y viajes a sus designios. Ya sea en recorridos a pie, en tren, en barco o por carretera, en todas estas tierras nuestro guía encontrará amigos, recientes o antiguos, con los que compartir experiencias y vivencias, todas ellas marcadas irremediablemente por esta exuberante naturaleza, por la represión que galopa incontestable por el continente y lo más importante, por la necesidad de reafirmar frente a todo lo que tenemos de seres libres.