Queremos recomendar el penúltimo programa del proyecto radiofónico Cabezas de Tormenta (www.cabezasdetormenta.org), centrado en la lucha por la vivienda en Madrid.
El programa comienza con un repaso del cariz que ha tomado la lucha por la vivienda en los últimos tiempos. Ésta comenzó con la paralización de los desahucios, a través de la vía legal o mediante la interrupción física del mismo, una práctica que viene sucediéndose desde que los desalojos forzosos comenzaron a llamar a la puerta de tantos y tantos barrios obreros a lo largo y ancho del Estado.
Sin embargo, tras unos años de extensión de esta manifestación de apoyo mutuo, cada vez resulta más difícil detener los lanzamientos; las multas pesan en las espaldas de las personas solidarias y la militarización de nuestras calles en la fecha del desahucio es creciente. Entonces, los responsables del programa lanzan este interrogante: ¿qué hacer cuando alguien se queda sin casa, cuando la expulsión de su hogar es irremediable?
La Asamblea de Vivienda Centro de Madrid, por su parte, ha apostado por la okupación, por la liberación de espacios muertos en los que ahora resuena la risa de los niños y la vida brota, y acuden al programa a hablar de todo ello. También les acompaña una vecina de La Leona y un habitante de La Manuela, dos edificios okupados por familias, migrantes y trabajadores en el madrileño barrio de Malasaña.
Finalmente, el programa termina con la reseña un libreto que aborda la paralización de desahucios en Turín, Italia; una buena de descubrir que ciertas lógicas no entienden de lenguas o fronteras: gentes sin casa, ni aquí, ni en ningún sitio.
Por último, queremos acabar esta reseña mencionando una noticia de última hora al cierre de esta edición: el 25 de mayo se ocupó en Móstoles un edificio – que se ha bautizado como “Dignidad” – de 18 viviendas de que ha pasado a ser habitado por 12 familias (con nueve niños/as) de Alcorcón y Móstoles, afectadas por procesos de desahucio, bien en fase de ejecución o ya ejecutado, habiendo agotado todas las vías posibles para no quedar en una situación de absoluto desamparo.
¡Arriba los/as que luchan!