Autor: Dani Capmany Sans Editado por Piedra Papel Libros, 2024. 762 págs.
Entre los clásicos chascarrillos asociados a los ecos de la bibliografía vinculada a la Guerra Civil Española, destaca el que afirma que ya está todo escrito sobre el tema. Si bien es cierto que a día de hoy la producción de títulos vinculados con este episodio de la historia contemporánea es ingente, no lo es menos que sigue habiendo lagunas considerables en esa producción; hablamos de vacíos historiográficos que, por un lado, parecieran ser fruto del desinterés manifiesto de los investigadores e investigadoras y, por otro, son la consecuencia más visible de la carencia de fuentes o la dificultad para acceder a ellas.
En relación a lo anterior, parece que la historia no contada de los distintos servicios secretos durante este conflicto tiene que ver precisamente con esas dificultades para acceder a las fuentes primarias con la que investigar ese campo historiográfico. Dicho esto, y a pesar de los obstáculos, el investigador Dani Capmany Sans parece decidido a iluminar en lo posible un sendero poco transitado por otros historiadores interesados en la historia del anarquismo previa a 1939; un camino tortuoso y apenas explorado que nos lleva a conocer los entresijos de la historia de los distintos servicios secretos vinculados a las organizaciones libertarias desde 1936 al final de la guerra.
Efectivamente, Quemar a Troncoso. Inteligencia libertaria durante la Guerra Civil Española, publicado hace unas semanas por Piedra Papel Libros, es el segundo de los libros publicados por el autor catalán vinculados con este asunto. Hablamos de un trabajo de casi 800 páginas que es fruto de diez años de investigación continuada en decenas de archivos y centros de documentación. Un trabajo riguroso en el que nos volvemos a encontrar de frente con la enigmática figura de Manuel Escorza del Val, uno de los responsables de los servicios de inteligencia de la CNT-FAI y máximo responsable de las efectivas redes de espionaje anarquistas radicadas en Francia.
Hablamos, por tanto, de un trabajo que permite desbrozar un campo de investigación que requiere paciencia, tesón y un trabajo donde la lógica argumentativa tiene un peso relevante en la elaboración de conclusiones.