Tras varios meses de especulaciones, rumores y propuestas contradictorias, por fin se han hechos públicas las intenciones de las administraciones públicas respecto de la convocatoria de acceso al empleo público en el cuerpo de maestros/as para el ejercicio de 2011: se ha procedido a la merma, congelación o suspensión de plazas, según cada Comunidad Autónoma.
Las Comunidades de Castilla-La Mancha, Murcia, La Rioja, Canarias y Cantabria, con una decisión sin precedentes en nuestro sistema educativo, han decidido no convocar oposiciones. Por su parte, Navarra ha convocado 132 plazas cuando en 2009 sacó 600, Asturias ha suprimido 283 plazas y Andalucía ha eliminando 2213 plazas respecto de la última convocatoria. Madrid ha anunciado que no cubrirá más del 30% de las vacantes dejadas por los/as jubilados/as, y similares recortes se han confirmado en Castilla- León, Aragón o Extremadura. A su vez, es previsible que todas estas decisiones afecten de igual modo a la convocatoria de plazas de profesores/as de Educación Secundaria para el 2012.
El argumento general esgrimido para justificar todas estas medidas son los recortes presupuestarios y la necesidad de contener el gasto público para soportar los efectos de la crisis económica. La consecuencia de estos recortes en el gasto público es que se está llevando a cabo un proceso de privatización encubierto por el cual la escuela pública terminará siendo sustituida por la privada-concertada.
Las repercusiones inmediatas de los recortes económicos en la educación pública son: un aumento del número de alumnos/as por profesor/a y aula, la pérdida de calidad en la enseñanza, un profesorado descontento, altas tasas de interinidad (y, por tanto, de temporalidad e inseguridad laboral y enfrentamiento entre los/as interinos/as), degradación de los procesos de contratación pública dando entrada a ETTs (como está ya sucediendo en la Comunidad de Madrid), el desencantamiento con la escuela, el aumento de alumnos/as que van a parar a instituciones en manos de las autoridades eclesiásticas y una sensación de miedo e impotencia entre los/as opositores/as.
A la vez que los/as políticos/as insisten en que para salir de la crisis debemos estar mejor formados/as, recortan el gasto público en educación apostando por una vuelta al modelo de élites económicas, en el que la calidad de las escuelas variará en función del nivel de renta de sus miembros.
Información extraída de CNT-Salamanca (http://salamanca.cnt.es)