Tetuán no se vende

Hace justamente un año alertábamos en esta publicación sobre la amenaza de desalojo que pendía sobre tres centros sociales autogestionados de nuestra ciudad, el ESLA EKO, La Dragona y La Enredadera de Tetuán. En el momento de escribir estas líneas, por suerte, los tres espacios siguen resistiendo, pero las amenazas, que quedaron en suspense en su momento, han regresado. La Dragona, por un lado, ha recibido una orden de desalojo similar a la del año pasado pero con fecha de 6 de noviembre del presente (desde aquí todo nuestro apoyo y esperemos que no se haga efectiva), mientras que La Enredadera de Tetuán, junto con el vecino Centro de Ocio Kreativo Okupado (COKO) La Kondenada, ha recibido un nuevo golpe en forma de Plan Especial urbanístico.

Dicho Plan, promovido por la inmobiliaria Inversiones Inmoferal S.L. y aprobado inicialmente por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento el pasado 27 de julio, consiste en el cambio de uso del suelo de estos edificios, actualmente catalogado como uso industrial y que pasaría a ser de uso residencial, con la intención de construir nuevas viviendas.

¿Qué está pasando en Tetuán?

Si ampliamos un poco el foco y abarcamos el barrio en el que nos encontramos, podemos entender que este “Plan Especial” y esa amenaza a los espacios liberados no son un caso aislado.

Tetuán es un barrio históricamente obrero, poblado en su inicio por migrantes de zonas rurales del Estado español y más recientemente, ante el envejecimiento de la población local, re-poblado por un porcentaje importante de migrantes de otros países. Todo esto, a escasos metros del Paseo de la Castellana, dentro de la M-30, entre Plaza de Castilla y Cuatro Caminos. Vamos, una zona jugosa.

Tenemos los ingredientes perfectos para un proceso de gentrificación de libro. Primero, se deja que el barrio se vaya degradando, sin invertir en servicios (centros educativos y sanitarios, zonas verdes, espacios culturales, etc. que escasean en el barrio) ni en conservación de las viviendas. Paralelamente, se estigmatiza el barrio presentando en la prensa una imagen de peligrosidad y marginalidad (como comentábamos en abril del pasado año ante la criminalización de la población dominicana). Entretanto, se consigue expulsar a parte de la población y demoler edificios antiguos que quedan vacíos (nos acordamos del caso de Ofelia Nieto), preparando el terreno para la especulación a través de nuevos planes de construcción de viviendas que atraigan a una masa de población con un nivel adquisitivo mucho mayor, con el consiguiente encarecimiento y expulsión del barrio de sus habitantes actuales.

Por eso, el Plan Especial del que hablamos no es un caso aislado, sino que sobran los ejemplos en el barrio. Tenemos la Operación Chamartín, también conocida como “Madrid Nuevo Norte” que planea la construcción de 11.000 viviendas, nuevas vías de circulación y 158 hectáreas de centro financiero; el proyecto de construcción de la Torre Residencial Metropolitan en lo que eran las antiguas cocheras de Metro de Cuatro Caminos (con viviendas a 2.700€/m2); el plan de desarrollo urbanístico del Paseo de la Dirección, por el cual se expropiará a las familias de toda una zona de casas bajas para construir cuatro torres de nueve alturas; o el ejemplo más cercano geográficamente y similar al que nos ocupa: el proyecto Yagüe 37, por el que se está construyendo un bloque de viviendas “exclusivas” en lo que antes era suelo industrial (y que fue después un centro social okupado). Todos ellos, proyectos destinados a una población muy distinta de la que habita Tetuán, cuyos/as vecinos/as actuales no solo no podrán pagar los elevados precios de las viviendas proyectadas sino que tampoco podrán permitirse seguir en sus viviendas actuales ante la revalorización del barrio que vendrá consigo. Mientras, 9.000 viviendas permanecen vacías en Tetuán, muchas de las cuales han visto a sus habitantes ser desahuciados/as por los bancos y fondos de inversión que se están apoderando de este y otros barrios.

Por todo esto, toca defender Tetuán. Toca defender a los/as vecinos/as y a sus espacios de resistencia como es La Enredadera, un espacio abierto desde hace nueve años que constituye una pieza clave del tejido social del barrio, que rompe la atomización y reúne a vecinos/as de todas las edades y procedencias para abordar las problemáticas del barrio al margen de las instituciones. Aquí se reúnen colectivos como Invisibles Tetuán, el Banco de Alimentos o la Obra Social, se hacen actividades y talleres de todo tipo desde bailes, idiomas, deportes, etc., además de albergar una Tienda Gratis, biblioteca y fanzinoteca, taller de bicis Bicilab y un local de ensayo para grupos de música. Os recomendamos de veras acercaros a conocerlo, porque por desgracia quedan pocos espacios como este no sólo en Tetuán, sino en Madrid.

Nuestros barrios no necesitan inversión inmobiliaria y especulación, necesitan espacios como La Enredadera, por y para los/as vecinos/as.

Mientras se intenta paralizar la aprobación definitiva del Plan Especial por la vía legal, la Enre, el COKO y los/as vecinos/as permanecen alerta y conscientes de que sólo la movilización del barrio y la solidaridad desde fuera pueden crear la presión suficiente al Ayuntamiento para parar esto. Por el momento, ya se ha convocado una manifestación el próximo sábado 2 de diciembre que partirá desde Plaza de Castilla a las 18h. ¡Allí nos vemos!

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