El domingo 10 de febrero de 1980, Fuerza Nacional del Trabajo (sindicato de Fuerza Nueva), convocó un acto en la plaza del Cine París, (el cruce de las calles Martinez de la Riva con Carlos Martín Alvarez), en el barrio de Vallekas.
Desde unos días antes algunxs vecinxs se organizaron para preparar una protesta. Se realizaron numerosas pintadas con lemas como, “Fuerza Nueva, asesina” o “No al mitín de FN”, la gente estaba harta de palizas y asesinatos y no iban a permitir que los fascistas camparan a sus anchas por el barrio. No hay que olvidar que estos grupos de extrema derecha en ocasiones junto a miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, estaban especialmente activos esos años con un largo historial de muertes a sus espaldas como las de Carlos Gonzalez, Arturo Ruiz, Mari Luz Nájera o Jose Luis Alcazo entre otrxs muchxs y con el reciente asesinato de Yolanda Gonzalez apenas 9 días antes de esta concentración, una vez más a manos de miembros de Fuerza Nueva.
El día 10 desde primeras horas de la mañana, decenas de vecinxs ya se encontraban en las inmediaciones de la plaza mientras los fascistas se reunían protegidos por la policía. Comenzado el acto llegó Blas Piñar, presidente de Fuerza Nueva y diputado en el congreso por Unión Nacional, la situación era cada vez más tensa. Tras cantar el “Cara al sol”, “Arriba España” y “vivas a Franco”, comenzaban las cargas contra lxs vecinxs y los enfrentamientos por las calles próximas. Mientras, la policía facilitaba la salida de los militantes de Fuerza Nueva.
Al medio día llega la noticia que nadie quería escuchar, Vicente Cuervo Calvo, de 21 años, había sido asesinado con un disparo entre los números 22 y 24 de la Calle Carlos Martín Alvarez.
Fueron detenidos dos militantes de Fuerza Nueva a los que se les intervino una pistola, un revólver simulado, dos cuchillos y una cadena, pero tras prestar declaración fueron puestos en libertad.
Las agresiones y asesinatos a manos de estos grupos continuaron los siguientes meses. En marzo era apuñalado y acababa perdiendo la vida Jorge Caballero al salir del cine en Gran Vía; al término de la manifestación del 1º de mayo Arturo Pajuelo, vecino de Orcasitas, corría la misma suerte; y unos días después, Juan Carlos García recibía dos impactos de bala por la espalda en un bar de Arturo Soria. Estas son solo algunas de las decenas y decenas de vidas arrancadas durante lo que posteriormente bautizarían como “transición” española.
40 AÑOS DESPUÉS, NI UN RESPIRO AL FASCISMO.
Gracias por el recuerdo a mi hermano Vicente en el día de hoy.
Sois de los pocos medios que pone correctamente su edad.
Un saludo
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