A día de hoy, 21 de agosto de 2019, van 40 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que llevamos de año, la cifra más terrible desde hace diez años. Eso, sin contar las 25 mujeres asesinadas igualmente por hombres e igualmente por crimen sexual, pero que al no tener o haber tenido relación sexoafectiva con su asesino la ley no las contabiliza. 65 asesinadas en total en lo que llevamos de año en el Estado español. Desde que se empezaron a contabilizar oficialmente los crímenes sexistas, el 1 de enero de 2003, el total de víctimas suma 1015, superando con creces a las víctimas de ETA.
Si estas cifras no nos ponen los pelos de punta es que no estamos siendo verdaderamente conscientes de la trágica situación. Y lo que es más terrible, el feminicidio, la desaparición forzosa, la violación y diversas prácticas de tortura hacia las mujeres es una práctica mundial. En mayor o menor medida en el mundo entero estas prácticas terroríficas se llevan a cabo. Pero la rabia y la impotencia de las mujeres ha explotado, el feminismo nos ha sacudido y sacude a las mujeres de todo el mundo, desde las más pequeñas a las más longevas. Así en 2015 en Argentina se levantaba el movimiento #NiUnaMenos. El repudio generalizado contra la violencia machista se originó un 3 de junio con movilizaciones multitudinarias en todas las grandes ciudades del país bajo el lema «Ni una menos». La repercusión internacional tuvo lugar un 19 de octubre de 2016 después de conocerse el terrible asesinato de Lucía López, adolescente de 16 años que fue empalada de la misma forma que hacían los inquisidores en la edad media. Lejos de aleccionar y martirizar a las mujeres, este crimen supuso el comienzo de una lucha feminista que si bien no encuentra un final cercano y alentador es frenéticamente imparable. En agosto de ese mismo año en Perú se convocaba una marcha bajo el mismo lema de #NiUnaMenos a la que asistieron un millón de personas según fuentes extraoficiales, la marcha más multitudinaria de la historia de Perú. En mayo de 2017 al siguiente año del movimiento #NiUnaMenos de Argentina y Perú, México se movilizaba apropiándose del lema para exigir aclarar los hechos acaecidos en el campus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), después de encontrar el cuerpo sin vida de Lesvy Berlín, suspendido por un cable telefónico atado al cuello en una cabina telefónica, que se encontraba en el campus. Al principio la fiscalía señaló que la joven se había ahorcado con el cable telefónico de la cabina fomentando la idea de suicidio. Al mismo tiempo filtró información de su vida personal que desviaba la atención de su asesinato al comportamiento que Lesvy Berlín mantuvo en vida, sobreexponiendo la victimización secundaria. Cientos de estudiantes se manifestaron en repudio a la criminalización de la joven reclamando esclarecer los hechos que a todas luces evidenciaba un feminicidio.
Esta vez el detonante que hizo estallar la rabia fue el reciente caso de una menor violada por cuatro policías y la pésima gestión de las autoridades en la investigación. #NoNosCuidanNosViolan y #ArribaMexicoCabronas se suma al… Share on XEl año pasado aquí mismo en el Estado español miles de mujeres y hombres nos levantamos bajo el grito “Yo Si Te Creo” contra la violencia sexual a raíz de la sentencia del Tribunal de Navarra que condenaba por abuso y no por violación a los 5 de la manada, desacreditando así la palabra de la denunciante con argumentos bastante zafios, pero muy reales en lo que se refiera a la microfísica sexista del poder. De esta suerte y sin que deba sorprendernos, este verano, el 17 de agosto, comenzaron los disturbios feministas en México. Esta vez el detonante que hizo estallar la rabia fue el reciente caso de una menor violada por cuatro policías y la pésima gestión de las autoridades en la investigación. #NoNosCuidanNosViolan y #ArribaMexicoCabronas se suma al #NiUnaMenos y la #YoSiTeCreo de estos últimos años, con una única diferencia, su carácter reivindicativo estaba teñido de “violencia”. Porque la violencia y la amenaza constante la vivimos día a día las mujeres, lesbianas, trans, las putas, indigentes y parias, porque esto es insufrible, porque ya no podemos más y con decir basta no es suficiente, porque nos están matando y a nadie le importa. En palabras de Nerea Barjola: “Vivimos en un régimen sexista que por definición es antagónico a nuestra libertad y autonomía. No somos libres. (…) estamos en guerra”. La libertad no es algo que se construye en comunidad y armonía. La libertad se conquista, en lucha, en batalla, con el cuerpo. No podemos, como decía Audre Lorde “desmantelar la casa del amo con las herramientas del amo” Debemos luchar contra este régimen sexista y contra sus instituciones, con el cuerpo, en autonomía. Y si es precisa la violencia como un valor de la autodefensa, entonces nos defenderemos.
Mismamente “La Plataforma Feminista de Alicante” ha declarado el estado de Emergencia Feminista y nos convoca para el próximo 20 de septiembre a una manifestación nocturna a la que ya se han sumado diversos colectivos. Nos vemos en las calles.