En enero de este 2021, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) anunciaba su próxima gira por los cinco continentes, un viaje en el que “Realizar encuentros, diálogos, intercambios de ideas, experiencias, análisis y valoraciones entre quienes nos encontramos empeñados, desde distintas concepciones y en diferentes terrenos, en la lucha por la vida. Después, cada quien seguirá su camino o no. Mirar y escuchar lo otro tal vez nos ayudará o no en nuestro paso. Pero conocer lo diferente, es también parte de nuestra lucha y de nuestro empeño, de nuestra humanidad.”
En el momento de escribir estas líneas, este gran viaje está a punto de comenzar. Como pudimos leer en uno de sus últimos comunicados:
“Siete personas, siete zapatistas, forman la fracción marítima de la delegación que visitará Europa. Cuatro son mujeres, dos son varones y unoa es otroa. 4, 2, 1. El escuadrón 421 se encuentra ya acuartelado en el llamado “Centro de Adiestramiento Marítimo-Terrestre Zapatista”, […].
El día 26 de abril del 2021, saldrán rumbo a un puerto de la República Mexicana. Llegarán a más tardar el 30 de abril y abordarán la embarcación que hemos bautizado como “La Montaña”. […] el día 3 de mayo del 2021, […] el navío “La Montaña” zarpará con nuestr@s compañer@s con destino a las costas europeas, en un viaje que se supone tomará de 6 a 8 semanas. Se calcula que en la segunda mitad del mes de junio del 2021 estarán frente a las costas europeas.”
En esta etapa europea de lo que han llamado “Travesía por la Vida”, la delegación zapatista visitará cerca de 30 países a lo largo de varios meses, en los que se encontrarán con cientos de grupos que ya llevan tiempo trabajando para hacer posible este viaje, con las dificultades añadidas que entraña la pandemia. Desde uno de estos grupos, ubicado en el CSA La Enredadera, en el madrileño barrio de Tetuán, han querido compartir con nosotras el siguiente texto para recuperar la memoria zapatista y contarnos el por qué y el cómo se decidieron a formar parte de esta aventura.
¡¡Zapata vive!!
El 10 de abril se conmemoran 102 años del asesinato de Emiliano Zapata. Personaje que resuena en el imaginario mexicano y latinoamericano por su compromiso en la defensa de la tierra y los recursos naturales para los campesinos de México. Zapata comandó el Ejército Libertador del Sur hasta que fue engañado y asesinado en la Hacienda de Chinameca, Morelos, por el general Jesús Guajardo del Ejército Federal Mexicano en 1919.
La figura de Emiliano Zapata siempre ha estado en los estandartes de lucha de los movimientos sociales y armados de Latinoamérica. Era Zapata el personaje citado pero desde 1994 es el «zapatismo» quien ha retomado la bandera del general Emiliano Zapata.
El zapatismo se hizo grande desde su pequeñez temeraria. Nació en un contexto, quizá, muy parecido al que ahora vivimos, un contexto de desesperanza, los desesperanzados de abajo y a la izquierda.
En América Central, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) asentado en El Salvador había firmado la paz con el gobierno de turno, y eso le obligaba a entregar las armas. En Guatemala, la sangrienta política de tierra arrasada, de los continuos gobiernos militares, había minado la fuerza popular y el espíritu de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca y ya se negociaba, fuera de Guatemala, alejados de la gente, lo que serían los acuerdos de paz firmados en 1996. Valga decir que después de la firma, poca cosa ha cambiado en ambos países.
Cuba seguía resistiendo al igual que aquella Nicaragüita. Poco se sabía entonces de los países del Cono Sur, pero había un ambiente de derrota no solo por la caída del Muro de Berlín sino por las malos augurios de los Tratados de Libre Comercio que empezaban a asentar sus garras sobre los bienes públicos y la política extractivista que empezaba a husmear la tierra de los pueblos originarios en busca de minerales y energía.
Chiapas era un Pulgarcito en toda América y, de pronto, irrumpe con su fuerza indígena, con su cosmovisión plagada de mestizaje y se atreve a gritarle a los poderosos de turno y a los poderosos jubilados o retirados por las puertas de la ignominia y la sangre a sus grandes haciendas. Les grita «YA BASTA» y fue como si el mundo entero despertara y nos buscáramos los unos a los otros, las unas a las otras, las unoas a las otroas y empezáramos nuevamente a plantearnos la trasformación del mundo en un mundo más justo y humano. Eso es lo que a mi parecer seduce del zapatismo: la poesía, la mirada en la milpa y la flor, el valor, la sensatez, el atrevimiento, en una palabra la DIGNIDAD.
De un modo nunca antes visto, los pueblos indígenas alzaron la mirada y ocuparon un espacio tangible en la historia de la humanidad, esta vez no como víctimas de masacres o como víctimas de inundaciones y tragedias naturales. No como «gente autóctona» que, según las agencias de turismo, cultivan la pobreza porque así han vivido siempre. Esta vez con la frente en alto. La sociedad civil con sus ojos atentos salió a las calles y por una vez en la historia, me atrevo a decir, logró detener una guerra. Y el gobierno mexicano no tuvo alternativa más que fingir un diálogo y quiso firmar acuerdos y un cese al fuego lo más rápido posible. Sin embargo, la historia enseña y si no enseña, al menos, muestra que a los pueblos se les engaña.
Después de la firma de lo que se conoce como Los Acuerdos de San Andrés, el Gobierno Federal pretendió seguir avanzando en el diálogo pero los y las zapatistas pidieron que antes se cumpliera el primer acuerdo para poder seguir dialogando. No se cumplió y como al general Zapata, se les traicionó.
En 1996 el Ejército Federal Mexicano invade los territorios zapatistas para capturar a la Comandancia General del EZLN. Ante tal traición, el movimiento zapatista decide cumplir unilateralmente los acuerdos firmados y empieza su camino por la construcción de su autonomía logrando asombrosos avances en salud, educación, agricultura; promoviendo las ciencias y las artes en sus territorios y siempre atento y cuidadores del medio ambiente, y compañero siempre de las luchas a nivel mundial. Y como compañeros, compañeras y compañeroas han decidido salir y compartir sus luchas con las luchas del mundo.
En el verano de este año 2021 llegarán a las costas europeas para poder recorrer varios territorios y compartir la palabra con quien quiera hacerlo. Los colectivos de Europa, los de abajo y a la izquierda, se están organizando a su modo, con sus aciertos y dificultades pero, sobre todo, con las ganas y la esperanza de compartir lo mucho o lo poco que se hace en la construcción de un mundo mejor con la delegación zapatista, porque todoas queremos un mundo donde quepan todos los mundos. La consigna es ¡Zapata vive! ¡La lucha sigue, sigue, sigue!
Algo se mueve en el barrio de Tetuán
Desde nuestro barrio, algunas compañeras nos hemos arrejuntado al ir enterándonos de esta generosa “gira por la vida”. Al inicio, un grupo de telegram donde compartir la info, “Es verdad! Se vienen las compas!! ¿hacemos grupo virtual o presencial?” Y las ganas nos juntaron para poner en común el remolino de ideas e ilusión que nos inspiraba esta visita. ¿cuál es el objetivo de nuestro grupo?, nos preguntamos. Sí, colaborar en la organización, en juntar pasta para tremendo viaje, conectar experiencias, pero… Intuimos que además de querer compartir con nosotras diferentes estrategias de lucha y de resistencia, las compas zapatistas nos están dando un empujoncito para que nos juntemos y organicemos. Entendemos su venida como una excusa (muy hermosa, por cierto!) para que nos reencontremos las diferentes individualidades, colectivos que somos, que últimamente nos parecían desperdigados o desconectadas (a nuestras dificultades habituales de sostener el tejido, se sumó este terrible contexto de aislamiento que impuso la pandemia).
Así que nos dijimos: Vamos a zapatear el barrio!
Y aquí estamos, tirando de hilos para ver cómo se vuelve a levantar la red, reconstruyendo y volviendo a tejer allí donde vemos que podemos llegar a otras compañeras. En paralelo, inspirando estos haceres, hemos vuelto a lecturas, videos (sí, sí, y también vídeos) y experiencias en torno al movimiento zapatista, para recontagiarnos de alegre rebeldía, a través de sus palabras, imágenes, dibujos.
Así nos vimos un viernes en la Enredadera, situándonos en el mismo lugar en que la irrupción del zapatismo ocupó nuestras vidas, en nuestras militancias, y reconfirmamos la vigencia que tiene a día de hoy para seguir pensándonos, como un espejo que distorsiona nuestra realidad y nos pregunta. Preguntas incómodas y fundamentales para tirar abajo las certezas que nos oprimen: ¿quién hubiera imaginado que un puñado de personas del sur del sur iba a plantarle cara al Estado y sus políticas neoliberales?
Recordar la conmoción que para muchas significó el movimiento zapatista, nos llevó a otra pregunta ¿qué lugar ocupa el zapatismo en las generaciones más jóvenes de esta Europa tan desmemoriada? ¿Es posible rastrear la impronta de esta lucha en otras más recientes?
Teniendo en cuenta estas dos cosas, la vigencia de su lucha en forma y contenido, y las ganas de recordarla, expandirla, se nos ocurrió armar una saga, con sucesivos episodios, donde abordar diferentes aspectos del zapatismo, teniendo en cuenta que si bien muchas aprendimos a preguntarnos cosas con Durito, para otras compas había que despejar y compartir los senderos que nos llevaron y nos trajeron las zapatistas.
Estos Episodios están siendo un maravilloso espacio para conocer nuevas personas de nuestro barrio (y de otros más lejanos!) y sus “qué-andan-haciendo-pensando”, para tejer palabras comunes que nos permitan nombrar y actuar sabiéndonos parte de la misma lucha. Cada episodio nos llena de preguntas que nos mete en territorios inciertos, (como la pregunta acerca de cómo construir feminismos en espacios mixtos) a veces con contradicciones, pero manteniendo la ilusión: estamos en el camino de construir ese mundo donde quepan muchos mundos.
Podemos decir que esta gira zapatista por la vida, nos ha recordado que la lucha es también hacer el zapatismo nuestro, desde hoy, desde cada barrio y desde las que somos nosotras.
CSO La Enredadera. Caracol Tetuán.
(Si quieres sumarte a este grupito, tenemos asambleas abiertas cada quince días en la Enre, normalmente a las 19h, pero puedes escribirnos para más info a: grupoapoyo.ezln.tetuan@gmail.com)
Pingback: Carlo Vive, uno di Noi. Veinte años del asesinato en Génova de Carlo Giuliani - Todo Por Hacer
Pingback: Federación Anarquista Noticias anticapitalistas y informaciones libertarias
Pingback: Carlo Vive, uno di Noi. Veinte años del asesinato en Génova de Carlo Giuliani – Periódico Alternativo